El Desafío más inclusivo del Valle de Lecrín

El Desafío Vale se celebra el próximo 2 de julio. Las temperaturas van a respetar a los deportistas y se espera un ambiente extraordinario debido a que han sido más de 600 corredores los que ya han confirmado su presencia. Habrá, desde caras reconocibles del mundo de la mountain bike hasta familias enteras dispuestas a pasar un sábado distendido con todo los que los socios de Vale tienen preparado. De hecho, hay quien lleva punteando la cita desde hace varios meses. Vale es una entidad con doscientos asociados, que atiende a personas con discapacidad intelectual de los municipios que componen el Valle de Lecrín. Y de ahí su nombre. Quizá, como es natural, el primer objetivo de Vale con la organización de este gran evento deportivo fue la recaudación de fondos con la que continuar sufragando sus proyectos. Pero sin duda que la buena acogida que ha tenido el Desafío llevó pronto a plantear nuevas metas.

Lola Mochón es la directora del tercer Desafío Vale y reconoce que la ilusión que acompaña a voluntarios y trabajadores es la de hacer cada día más visible la práctica deportiva de las personas con discapacidad intelectual. Por eso no se entendería esta prueba como tal si no llevara la inclusividad por bandera. Cuenta Lola que además, aprovechan para dar a conocer el trabajo que se realiza cada día, «nos gusta emplear también este desafío para traer además a la gente a nuestra asociación, que nos conozcan y que se diviertan con nosotros. Para eso, este año van a amenizar el fin de fiesta dos grupos de música y dos 'dj's' que nos tendrán bailando hasta altas horas», afirma la organizadora.

Los usuarios de la Asociación Vale llevan varias semanas preparando las bolsas de los corredores. Han diseñado las camisetas, elaborado los dorsales y confeccionado un pequeño regalo, del que no nos quieren contar detalles para no estropear la sorpresa. Pero no solo eso, los hombres y mujeres de Vale se repartirán por los puntos de avituallamiento para que al ciclista y al corredor no les falte agua durante las pruebas. Y como de inclusividad se trata, hay quien participa en las pruebas.

Abre una 'batukada'

El III Desafío Vale lo abre a las 17:40 una 'batukada' formada por miembros de la asociación. A las 18:00 arrancan las pruebas de mountain bike que realizarán un trazado de 40 kilómetros que los va a llevar a atravesar los municipios de Padul, Cozvíjar y Dúrcal. «Será una carrera exigente para los buenos deportistas, pero también asequible para todos los demás», apunta Lola.

Seguidamente, todos con las zapatillas bien abrochadas para la carrera por montaña, que irá seguida en el mismo trazado por los senderistas, «van a ir por un trazado fresco de 12 km, será una carrera por veredas, con algunas zonas de dificultad ya que van a cruzar el río, pero igualmente, preparado para que todo el que quiera pueda hacerlo sin problemas», dice la directora de organización, poniendo en acento en que ni la edad, ni la condición física serán excusas válidas para la participación en una fiesta que redondearán los 'peques' con las carreras infantiles de ciclismo y a pie.

Algunos de los hitos más importantes en cuanto a la riqueza paisajística a visitar durante el trazado serán la Vertiente Sur de Sierra Nevada, la Laguna y el Humedal de Padul, el Río Dúrcal y la Ermita Vieja. Y después de concederle minutos a los músculos y a los sentidos, y de repartir los 2.500 euros que hay en premios, toca disfrutar con la fiesta que hay preparada en las instalaciones de la Asociación Vale. Y esto será, hasta que el cuerpo aguante.

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