Edición

Borrar
Contador celebra su victoria en La Farrapona.
El irresistible ascenso del chico de las piernas de alambre
Ciclismo | Vuelta a España

El irresistible ascenso del chico de las piernas de alambre

Con un físico único que le permite ponerse en forma muy rápido, ha vuelto en 2014 al primer plano mundial.

Benito Urraburu

Domingo, 14 de septiembre 2014, 21:26

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hay que remontarse tantos años hacia atrás para encontrar las raíces en las que germinó el fenómeno Alberto Contador que lo normal es que se hayan podrido. Habría que mirar en sus años de juvenil, cuando quedó campeón de España de contrarreloj, o a sus años de aficionado, cuando inscribió su nombre en numerosas pruebas del calendario vasco. Lo que nos encontramos es un ciclista esponja, que ha absorbido lo mejor de todas las personas que han trabajado con él hasta cerrar un círculo al que las circunstancias han convertido en algo hermético.

Desde Manuel Saiz, pasando por Johan Bruyneel hasta llegar a Bjarne Rijs, Contador siempre ha estado, por méritos propios, en los cenáculos en los que se han jugado las grandes pruebas del ciclismo mundial. Si su ascenso fue meteórico, su resurgimiento resultó igual de llamativo.

Pasó del buzo de ciclista a ponerse un traje de varios miles de euros para defender su futuro, su vida, ante tribunales de expertos en diversas materias en Suiza.

De esa 'carrera' salió tocado, pero no hundido. Más bien se podría decir que salió fortalecido. Del Contador que debutó en el mundo profesional en 2003 queda muy poco. Sólo la base física que tenía, las condiciones que auguraban que iba a ser un grande, lo que es en la actualidad.

El cavernoma que tuvo en la Vuelta a España de 2004 le hizo ver muchas cosas. Los días, las noches, el entorno que se mueve en un hospital suele aportar lecciones impagables. Su victoria en el Tour de 2007, con Johan Bruyneel, le lanzó al escaparate mundial de golpe. Luego llegaría su convivencia con Armstrong, que le dejó de nuevo marcado, con un desgaste psicológico impresionante.

Trayectoria enderezada

Más tarde llegaría el clembuterol. No consiguieron acabar con su carrera, que se tambaleó, por muchas razones. Ha necesitado años para enderezarla y cuando parecía que lo había conseguido llegó la caída del Tour, en una temporada con un inicio como el de sus grandes días.

«Me quedé con la espinita de saber hasta dónde podría haber llegado en el Tour. De todas formas lo que he obtenido en 2014 es increíble». Ganar la Vuelta a España es muy importante, pero no nos engañemos, los ojos del ciclismo mundial están ya puestos en el próximo Tour de Francia, donde la vara de medir será muy diferente. El único consuelo que queda es que el camino que lleva es inmejorable.

Alberto Contador, el ciclista de las piernas de alambre, más fuertes y curtidas a base de esfuerzos y trabajo, ha vuelto a un ascenso irresistible. Mide con sabiduría las palabras que dice.

«Sí, quizá este año he regresado a mi mejor versión como ciclista. He estado durante todo el año en el podio. Es posible que en 2013 álguien pensase que habían pasado mis mejores años. Hubo muchas circunstancias que me impidieron rendir al máximo».

Sabe que en 2015 el ciclismo estará pendiente de su enfrentamiento con Froome: «Es algo que me motiva. Siempre estimula enfrentarse a un corredor referencia mundial». De sus tres victorias, le sigue marcando la que logró en 2012: «Cómo gané la carrera ese año en Fuente Dé es algo que no olvidaré. Quizá por la participación que ha habido ésta ha sido la mejor».

Está satisfecho de la temporada que ha realizado, siempre a tope, siempre con los mejores, desde el mes de febrero: «Desde el Algarve llegaron los resultados. No puedo pedir una campaña mejor. Siempre he terminado entre los dos mejores y eso es importante para mí de cara al futuro».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios