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Laso, durante un partido de Copa.
El triunfo de una idea y la fe en un estilo
Copa del rey

El triunfo de una idea y la fe en un estilo

El Real Madrid de Pablo Laso no dejar de marcar hitos, con un proyecto continuista y una identidad definida

Amador Gómez

Martes, 23 de febrero 2016, 03:01

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Con Pablo Laso el Real Madrid ha conquistado ya 11 títulos en cinco temporadas tras llegar a 15 finales de 19 posibles, aunque el técnico vitoriano considera que «la mayor victoria no es un título, sino ver el Palacio lleno y que la gente disfrute con tu equipo». El suyo es el triunfo de una idea, de un estilo, basado en un baloncesto ofensivo y en un núcleo de jugadores nacionales que derrochan ambición y carácter y que, agarrados a la fe en su entrenador, han conseguido cambiar la historia y romper una hegemonía del Barça que había llegado a ser insultante.

El Madrid de Laso, por primera vez campeón de todo la pasada campaña -primer triplete en 11 temporadas-, no deja de marcar hitos, después de conquistar la Copa de Europa 20 años después y, tras 19 años de maldición, también la primera Copa. Ahora puede presumir también de ser el primero en la era ACB con tres títulos coperos consecutivos, cuatro en cinco ediciones, «lo que refleja que el equipo es muy competitivo», tal y como reconoció el técnico blanco este lunes después de tanta irregularidad y tantísimas dudas generadas desde principio de curso, llegadas desde fuera, que «nunca» la han preocupado a Laso.

Cuando los entrenadores no presentes en la Copa de La Coruña no concedían al Real Madrid posibilidad de éxito, al igual que los propios aficionados merengues no confiaban demasiado, ni siquiera en alcanzar la final, Pablo Laso parece que fue el único convencido de volver a levantar el trofeo, incluso antes del debut en cuartos contra el Fuenlabrada. Laso es el máximo exponente de un proyecto continuista y ganador y sus jugadores creen en él, porque desde que llegó al banquillo en 2011 se dieron cuenta de que lo que pretendía era «dar una identidad al equipo, con una idea de juego reconocible».

«Podemos ganar o perder, pero nuestra sección de baloncesto está muy viva», proclama con orgullo Laso después de que Florentino Pérez se plantease incluso su cierre por deficitaria económicamente y fracasada en el terreno deportivo, al igual que quiso el despido del técnico después de perder la Euroliga y la Liga ACB en 2014. «Laso está realizando un gran trabajo y seguro que continuará», afirmó este lunes el presidente del Real Madrid tras renovar el pasado año al entrenador por dos temporadas más, hasta 2018. «Este título de Copa no es una meta. Es el punto de partida hacia nuevos títulos», sentenció Florentino durante los tradicionales recibimientos al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. El capitán blanco, Felipe Reyes, aceptó el reto y admitió que «este equipo siempre tiene la presión de ganar» y subrayó que gracias al presidente «el Real Madrid está en lo más alto de Europa y de España».

«La presión en el Real Madrid siempre es la misma, pero nosotros somos los que más presión nos ponemos. La presión más jodida es presionar la que te pones tú mismo», declaró la noche del domingo en el Coliseum Pablo Laso, de nuevo reforzado, aunque también se le exigirá este año la conquista de la Euroliga, en la que el Madrid ya no tiene margen de error, y de la Liga, cuando los blancos se están viendo supera dos en la tabla por el Valencia y el Barça y ya han sufrido cuatro derrotas, lastrado también por la ausencia de pretemporada y por las lesiones. «La situación física nos ha hecho crecer como equipo», reconoce Laso, que aunque no confía demasiado en los pívots ha conseguido también que Gustavo Ayón (MVP de la Copa), otro ejemplo de carácter y talento, haya experimentado una progresión espectacular y ahora incluso sea pieza clave en un Real Madrid que ya no echa de menos a Ante Tomic. Ni tampoco a Ioannis Bourousis, aunque el griego se esté agigantando en el Baskonia.

«El equipo siempre está por encima de los jugadores», insiste el técnico madridista ya pentacampeón de Copa, quien tampoco es partidario de tocar lo que funciona y llevar a cabo demasiadas incorporaciones en una plantilla sólida que mantiene el hambre y el domingo en la sufrida final ante el irreductible Gran Canaria ofreció otra demostración de sacrificio, superioridad mental y espíritu colectivo. «La virtud de este equipo es que todos empujan, el que juega más y que el juega menos», asegura Laso.

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