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Rafa Talaverón sobrepasa en el Palacio a Moraga con motivo del partido ‘Cebé’-TDK Manresa (96/97)
El icónico referente del éxito del 'Cebé'
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El icónico referente del éxito del 'Cebé'

Sergio Yepes

Miércoles, 29 de marzo 2017, 02:36

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El suyo es el testimonio que acredita desde la primera persona del singular el resurgimiento y consolidación que experimentó el baloncesto granadino bien avanzados los noventa. Pero también el que da fe de «las dificultades» a las que se enfrentó, y cómo «lograron superarse», a inicios de la década pasada. Porque lo cierto es que vivió un auténtico carrusel «de emociones» en el desarrollo de las cuatro temporadas no correlativas en las que representó los intereses nazaríes. Y así hasta convertirse en uno de los más icónicos referentes del éxito de las génesis del actual Covirán. Que el barcelonés Rafael Talaverón (08/11/1972) pueda regresar a los primeros planos de la actualidad viene marcado por el hecho de que se trató de uno de los pívots con los que el 'Cebé' estuvo compitiendo por vez primera en la Liga Endesa hace ahora dos décadas, que es algo de lo que se siente «orgulloso». Pero su puesta en escena cobra mucho más valor si se observa que su periplo por la capital de la Alhambra le alcanzó para ser parte en dos de los tres ascensos a la ACB de que pudo disfrutar la afición local a lo largo de la historia: el culminado con una compra en los despachos en 1996 -que en breve será homenajeado por la Asociación local de la Prensa Deportiva - y el que constituyó un canto a la superación y la supervivencia en 2001. Un par de «grandes logros», resume, que constituyen «los recuerdos más felices» de su estancia en Granada.

Al reparar en aquella campaña 1996/97 en la que la que el plantel que también era patrocinado por Covirán debutó en ACB, el center de 204 centímetros observa que «se vivió con mucha ilusión». Y que pese a que «vivimos rachas negativas preocupantes» lo cierto es que «cumplimos bien, y de manera holgada, con el objetivo» de la salvación. Que es precisamente al que estuvo supeditado la participación en la Copa Korac que también permitió la compra de la plaza a Salamanca. «Nos encantó poder tomar parte en competición europea. Pero no pudimos pasar de los dieciseisavos de final porque nos encontramos con un rival con mucho nivel como el Banco de Roma, que nos eliminó», concreta Talaverón para después aclarar cómo pudieron influir o no los comportamientos del controvertido Frankie King en una plantilla en la que «hubo nacionales tan experimentados como Carlos Montes, Jordi Pardo o Juan Carlos Barros».

«No era un tío fiestero que se fuera de borracheras, simplemente que tenía unas cláusulas firmadas en su contrato y decía que no entrenaba si no se cumplían», desvela sobre el base de Baxley. Y todo, con el mal sabor de boca que le dejó el hecho de que a su juicio «fuera un cachondeo el tema de las rotaciones y de quién jugaba» impuesto por el técnico José Alberto Pesquera. Que es algo que en su caso influyó para que quedara muy a la sombra de los también pívots norteamericanos Richard Scott y especialmente, Wayne Tinkle. Y de que así se sienta «más protagonista» en los ascensos vividos antes y después.

«Me costó adaptarme»

El primero tuvo lugar al término de la campaña anterior, una vez que «yo llegase procedente del Taugrés» y de que «acabara cogiendo confianza después de que me costara adaptarme a la Liga EBA», que es en la que el extinto CAB Granada -origen del 'Cebé'- compitió con el patrocinio de Spar . Y en la que «conseguimos acabar primeros la segunda ronda y ganar al Pamesa la final de la fase de ascenso en Lugo acumulando 22 victorias seguidas», destaca quien asegura que «fue muy diferente» el segundo ascenso que vivió a orillas del Genil.

Principalmente porque tras regresar del Aveiro luso los problemas económicos» supusieron que «me tuviera que ir al mes de competición». Que es lo que le llevó a desfilar por Gijón y Aracena antes de acabar regresando por «haber más dinero».

«Los jugadores que se quedaron hicieron un gran papel», el equipo «acabó cuarto» y en la «eliminatoria decisiva ganamos al Menorca», refresca Talaverón con la sensación de que en «aquella proeza» también resultó «clave Antonio Gómez Nieto». Es decir, el técnico que fue uno de sus grandes valedores y el impulsor de que en la Liga siguiente (2001/02), nuevamente en ACB, gozara de «un mayor protagonismo» en lo que fue su último periplo por una ciudad que asegura que «jamás podré olvidar». Los epítetos con los que la refiere -«bonita, encantadora, acogedora»- dan fe de ello.

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