'Lattigazo' del Covirán a la LEB Plata

Mejor no le pudo salir la jugada al Covirán Granada. No sólo consiguió una victoria sobre Xuven Cambados (93-76) que le permite seguir invicto en el Palacio y alargar su racha positiva a cinco triunfos. Además, esa alegría tuvo el beneficio añadido del liderato en la LEB Plata, algo que se redondeó al ascender a esa privilegiada posición en solitario. Las inesperadas derrotas de Lucentum y Sammic como locales despega a los nazaríes en la tabla, con tan sólo una mácula en un balance global en el que el resto posee al menos dos.

La fiesta celebrada entre semana en el pabellón del Zaidín fue redonda gracias al esfuerzo de todos los integrantes del Covirán, si bien Tyran de Lattibeaudiere se llevó los laureles al hacerse con el MVP de la jornada tras una actuación simplemente sublime. Firmó 12/13 en tiros de dos puntos -en el que falló reclamó una posible falta- y sólo erró un libre para finalizar con 27 puntos, 10 rebotes, la friolera de cinco tapones y un sideral registro de 43 de valoración. El interior jamaicano estuvo inmenso a ambos lados de la cancha y, como bien dice Pablo Pin, «cuando está concentrado es un jugador tremendamente complicado de parar».

A base de 'Lattigazos', el Covirán minimizó las virtudes del hasta ahora líder Cambados, que se transformó en un juguete que el portentoso pívot destrozó a su antojo. Ya en la primera jugada exhibió que estaba a tope y colocó una 'chapa' que obligó a los gallegos a alejarse del aro. Esa misma acción se repitió al inicio del tercer período, en el que se confirmó el estado de gracia del indiscutible MVP de la jornada.

La escuadra granadina llegó a esta cita con la vitola de mejor defensa de la Liga, una condición que ponía en un segundo plano su potencial ofensivo. Este no había hecho apenas acto de presencia dado que el ritmo de los encuentros anteriores había sido bastante lento. Sin embargo, eso no significa que los rojinegros no sepan jugar con una marcha más, como así lo probaron. El Covirán empezó a ganarle la partida a Cambados apropiándose del estilo del rival de posesiones cortas y 'chispazos' en pista delantera. Bowie asumió desde el principio para sacar ventajas con sus penetraciones de las carencias defensivas del oponente en el uno contra uno, para que 'Latti' rematara luego en acciones interiores.

Las rotaciones no restaron intensidad a los locales, dado que Jesús Fernández y Cristian Uta incluso subieron el listón defensivo. El rumano se contagió de la energía del jamaicano y mostró su cara más agresiva, esa que a veces se le echa tanto en falta. El de Villena no necesita motivación ajena y alargó su bonanza de los últimos partidos con otra gran actuación. Ambos ayudaron a asustar por completo a Cambados, que se llevó once tapones en total. Casi nada.

Con los visitantes perdidos en ataque -pobres porcentajes y sin un referente claro-, la ventaja para los nazaríes comenzó a crecer sin freno. Un mate de Uta puso los dos dígitos de diferencia, un margen que se cifró en trece tras una primera parte que sólo se oscureció un poco con la tercera personal de Bowie, evitable a todas luces.

Después del paso por vestuarios arreció de nuevo el vendaval de Tyran de Lattibeaudiere. Anotó nueve puntos en cuatro ataques consecutivos en los que literalmente abusó de sus defensores. Nadie pudo detener semejante ciclón, que se llevó todo lo que encontró a su paso. Manu Santos, técnico de Xuven, pidió tiempo muerto después de tres minutos porque la desventaja subió hasta la veintena (55-35) en apenas un suspiro.

El ya exlíder cambió el chip en ese instante y logró secar con una zona a los granadinos, que no anotaron durante cinco minutos y medio. El desatino de Almeida ante su antiguo equipo posibilitó un 0-11 de parcial que sembró la congoja en la grada nazarí (58-50). El caboverdiano trató de engancharse con un triple nada más arrancar el último período, pero el tiro exterior de los gallegos también despertó. Quintela y Osborne estrecharon el luminoso (67-60) hasta que el Covirán recordó la receta que tan buenos frutos le dio al principio.

Los capitalinos buscaron la bola interior para que sus hombres altos decidieran, mientras que la defensa apretó de nuevo para que Bowie pudiera correr al contraataque. Cambados no se rindió a la primera, por lo que fue necesario un golpe de gracia que propinó Carlos Corts. El joven granadino no había anotado en el choque, pero se echó el equipo a la espalda. Metió diez puntos casi seguidos, incluidos dos triples que destrozaron la zona rival y decantaron la balanza para el Covirán. El equipo peleó hasta el final por el posible 'average' una vez garantizada su contundente victoria, que le eleva sin oposición al codiciado trono de la LEB Plata.

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