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El pívot ya entrena con su nuevo club.
Cristian Uta, el nuevo modelo de 'rascacielos'
BALONCESTO

Cristian Uta, el nuevo modelo de 'rascacielos'

El pívot del Covirán presenta sensibles diferencias ante otros 'techos' que compitieron en Granada

Sergio Yepes

Domingo, 28 de agosto 2016, 00:10

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Se distingue por su educación y buena instrucción deportiva y de ahí a que no haya comparación posible con los norteamericanos Joe Cooper -señalado en Oximesa tras agredir al hijo del presidente Murado-, o Jabari Smith, cortado en el 'Cebé' tras varios actos de indisciplina. Frecuenta la pintura sin ser especialmente duro, pero muestra versatilidad para rentabilizar en la media distancia sus recursos técnicos y por ello difícilmente hará recordar al bosnio Milenko Savovic o al también estadounidense Herb 'Espartaco' Blunt, fracasados ambos en Puleva por manifiesta incapacidad para aportar en ataque o rehusar el contacto bajo los tableros. Pero sobre todo, y más importante, tiene sólo 18 años y por tanto se encuentra aún en pleno periodo de formación. Y eso ya sí que le distancia de manera definitiva de todas y cada una de las 'torres' que defendieron los intereses locales en el vetusto pabellón de Albolote o el mejor acondicionado Palacio de los Deportes. Total, que está acreditado. El prometedor pívot rumano Cristian Uta no sólo será una de las bazas del Covirán en el intento por ascender a la categoría Liga LEB Oro al término de la próxima temporada, sino que con sus 2,10 metros de estatura, y sus 108 kilos de peso, encarnará a la vez la versión 2.0 de los 'rascacielos' que han desfilado por Granada .

«Cristian es como un center a la vieja usanza con toques de pívot moderno. Porque aunque es verdad que por su estatura se siente bien en la botella, donde le gusta recibir el balón, realizar ganchos o practicar bloqueos, también es cierto que no le importa desplazarse hasta los tres o cuatros metros, donde presenta un buen porcentaje de lanzamiento», dice el entrenador del Covirán Pablo Pin. Ni más ni menos que quien más apretó en la entidad rojiverde por conseguir la cesión del rumano después de haberle realizado un amplio seguimiento en los distintos equipos filiales del Unicaja de Málaga, que es donde también pudo apreciar que «Cristian no se trata del típico armario empotrado que juega sólo para defender, sino que es capaz de correr pista, saltar seis o siete metros y mover muy bien los pies».

Ahora bien, en el fragor de la disección y la comparativa, Pablo Pin no deja de recordar que Uta «sólo tiene dieciocho años». Y que ese indicador no es influyente únicamente para su constitución física -«tiene una buena estructura de cuerpo, pero aún debe de mejorar la parte abdominal»- sino que también en el rol que adoptará sobre la cancha. Porque si bien es cierto que «en principio partirá como miembro del quinteto titular», algo que seguramente «le dificultará Jesús Fernández pese a tener ya 41 años», tampoco debe ser considerado «el jugador franquicia» del Covirán. En este sentido, Pin precisa que «hay que darle tiempo, porque sería muy pronto para cargarle con una responsabilidad excesiva». El caso es que a la espera de lo que pueda acontecer, Pin celebra que «Uta tenga muchas ganas de aprender» y también, «muy buenas condiciones», porque eso -concluye- «favorecerá su amplio margen de mejora»

La referencia Curtis Borchardt

Pese a su juventud, Uta ya ha representado a su país en selecciones inferiores y ha competido con la primera plantilla de Unicaja en cuatro partidos de la Euroliga. Pero sólo el tiempo dirá si es capaz de acercarse aunque sea al más brillante 'techo' que compitió en Granada. Se trata del norteamericano Curtis Borchardt, quien con sus excelentes fundamentos técnicos y su ambivalencia para anotar y defender con fiereza fue figura clave para que el extinto CB Granada lograse al término de las campañas 2006/07 y 2008/09 las mejores clasificaciones de su historia: un par de undécimas plazas en la hoy conocida como Liga Endesa.

En el polo opuesto, Uta podría encontrar espejos en los que debería intentar no reflejarse. Entre ellos, el del siempre voluntarioso barcelonés Miguel Tarín, que tras relevar a Paco Criado y encontrarse con la poca confianza del entrenador Moncho Monsalve no pudo pasar de promediar 1 punto y 2 rebotes en los doce partidos que jugó con aquel CB Granada que perdería su plaza en la ACB al término del campeonato 1991/92.

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