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Jesús Fernández.
El último cuarto mata al Covirán
baloncesto

El último cuarto mata al Covirán

Los nazaries tiran por la borda su gran partido con un pésimo cuarto período en ataque

Juanjo Martín

Domingo, 17 de abril 2016, 22:11

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El Covirán vivió ayer su último episodio de la temporada al caer en la pista del Ávila (67-62). Los nazaries acreditaron méritos para ganar y forzar el desempate, pero los abulenses ya están en las semifinales de los play offs tras un pésimo último cuarto de los granadinos, que se hundieron en pista delantera.

Fiel a esa filosofía de que no había mañana sin una victoria, Pin no se guardó nada y alineó un quinteto inicial con Martínez, Berni, James y los dos Fernández. Jesús, visiblemente cojo, ayudó durante varios minutos a que Ávila se atascara en ataque. Los triples fueron el único recurso de los locales, muy desacertados en el primer acto (0/6). Cuando el de Villena se marchó al banco, le sustituyó un activo Stone, muy listo para interceptar las líneas de pase a los interiores, lo que permitió varios robos y que los nazaríes anotaran en transición (12-20).

Los abulenses se reactivan en pista delantera en el segundo acto. Las rotaciones les pasa factura a los granadinistas, que encajan dos parciales seguidos con los que Ávila se pone por delante (29-27) con acciones de Sebirumbi en la pintura. El regreso de los titulares recondujo la situación, con Jesús Fernández como autor de cinco puntos seguidos. Un triple de Berni permitió que los nazaríes se marcharan por delante al descanso (33-35).

Las sensaciones mejoraron en el tercer cuarto, en el que Ávila evidenció su incomodidad en la pista en todo momento. Las distancias siguieron siendo cortas, pero siempre favorables al Covirán, sobre todo al final con un triple de Pablo García (48-54).

Sin embargo, todo lo bueno del cuadro granadino desapareció sin dejar rastro en el último acto. El Covirán se atascó en ataque y sumó cuatro puntos en seis minutos. Ávila aprovechó esa concesión para meterse en el partido y ponerse por delante a dos minutos del final. A los granadinos les entraron aún más prisas, lo que acabó por matar las opciones de forzar el tercer partido y pudo fin a la campaña de los nazaríes.

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