¿El mejor dribbling de la historia? Curry deja literalmente 'sentado' a Chris Paul

Los Golden State Warriors, que suman diez victorias consecutivas, se llevaron el duelo entre los dos equipos más en racha de la Liga tras superar a Los Angeles Clippers (106-110) a pesar de los 40 puntos de Blake Griffin. Klay Thompson sumó 25 puntos y Stephen Curry añadió 27, además de una canasta espectacular tras «crossover» sobre Chris Paul, que terminó sentado sobre el parqué.

Griffin, además de los 40 tantos, logró 12 rebotes y 5 asistencias, en tanto que Chris Paul concluyó con 27 tantos y 9 asistencias. Es el sexto partido en la carrera de Griffin con 40 puntos o más, una marca no alcanzada por ningún otro jugador de la franquicia desde 1985. Los Clippers llegaban al envite con siete victorias seguidas.

Ambos equipos, los dos mejores ataques de la competición, se midieron en la primera ronda de los playoffs del año pasado, donde los angelinos se impusieron 4-3, y este año, según las proyecciones actuales, podría repetirse el emparejamiento en segunda ronda.

La salida en tromba de los Clippers (30-16) fue liderada por un Griffin pletórico -12 puntos en el primer cuarto con una serie de 6/7 en el tiro- que aprovechaba el dominio bajo aros, la intimidación y el imán para los rebotes de DeAndre Jordan, así como la facilidad de Paul para dar con el hombre mejor situado.

El equipo de Doc Rivers, muy acertado de cara al aro (56,5 por ciento de acierto por un 30,8 de su rival), era superior a un rival que echaba en falta un mayor protagonismo de su pareja estelar, algo aletargada durante el primer cuarto.

Eso fue suficiente para que Griffin mantuviera su altísimo nivel y diera 17 de ventaja a los angelinos en el segundo cuarto (44-27).

Aquello, no obstante, pareció encender los ánimos de Curry, que firmó una jugada de cuatro puntos y lideró la reacción de los de la bahía de San Francisco (48-41) en unos minutos que vieron cómo el base rompía los tobillos a Paul con un movimiento para la posteridad.

Los Warriors se metieron finalmente en la pomada cuando se activó Thompson, que llegó al tercer periodo con 2 puntos en su haber y una serie de 1/8 en el tiro. El escolta entró en calor y los "Splash Brothers", con las metralletas a pleno rendimiento y con lanzamientos impensables, dieron la vuelta a la situación (71-72).

Lo que siguió fueron instantes de oro puro, de fiera competición, de aroma a encarnizados playoffs, con parte del público mostrando un gran apoyo a los de Steve Kerr.

Griffin, que había alcanzado los 34 puntos en los tres primeros cuartos, volvió a cancha con 88-91 y más de 9 minutos por jugar. Ahí el espíritu competitivo local subió un peldaño y la asociación del ala-pívot con Paul rendía a las mil maravillas, igual que los exteriores de los Warriors.

A falta de 3 minutos y con empate a 100, los locales sobrevivían desde la personal -no anotaban una canasta en juego desde una de Griffin a falta de 7:05-, aunque tres tiros libres anotados por Andre Iguodala dieron cuatro de renta a los suyos (102-106) con 1:10 en el marcador.

Una penetración de Paul recortó la brecha (104-106), pero a Curry no le tembló el pulso desde la personal y selló la victoria.