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Bowie, autor de 14 puntos, máximo anotador junto a Almeida, intenta atravesar la defensa navarra y topa con Fuentes. :: Ramón L. Pérez
El Covirán activa la apisonadora

El Covirán activa la apisonadora

El cuadro nazarí saca provecho de la ausencia por lesión de Narros para pasar por encima de Navarra en la apertura de los 'play offs' hacia la LEB Oro

JUANJO MARTÍN

Sábado, 29 de abril 2017, 00:45

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Inmejorable inicio del Covirán en su andadura que confía que termine en la fiesta por la celebración del ascenso a la LEB Oro. El cuadro de Pablo Pin lo bordó en el primer duelo del cruce contra Navarra, al que desarboló por completo (97-59) en un encuentro que quedó visto para sentencia ya en el tercer período. No le hizo falta al conjunto rojinegro sacar mayor provecho de su amplia rotación, que se antoja gigantesca en comparación con las limitaciones de los pamploneses. El duelo se decantó prácticamente en la rueda de calentamiento, cuando se conoció que la gran estrella del rival, Iñaki Narros, no iba a vestirse de corto por un 'pinchazo' en el aductor. La baja de su capitán y gran estrella dejó huérfanos a los visitantes, que deambularon por el parqué del Palacio sin rumbo y siempre a merced de un equipo granadino que se mostró inmisericorde desde el salto inicial.

Mientras que en anteriores compromisos se había presenciado una versión contemplativa de los anfitriones, en esta ocasión no hubo espacio para la especulación. Los locales olieron la sangre en un adversario herido y se lanzaron a la yugular comandados por la batuta de 'Carlinhos' de Cobos y la velocidad de Bowie. El escolta de Maryland destrozó a su par a base de penetraciones imparables marca de la casa, con las que el resultado empezó a tomar bien pronto color rojinegro.

Navarra se encomendó al daño infligido a base de cargar con fuerza el rebote ofensivo y a los tiros libres. Los lanzamientos desde el 4'60 se convirtieron en la tabla de salvación del plantel de Joaquín Prado, quien optó por rotaciones cortas para tratar de minimizar la diferencia de integrantes en cada banquillo. Esos cambios se redujeron cuando los foráneos se cargaron de personales, sobre todo el juego interior.

Los rojillos aguantaron el tipo en el primer período (24-19), si bien los síntomas de flaqueza ya asomaban en sus filas. La entrada de 'Latti' supuso un duro mazazo en el apartado físico, dado que nada más salir colocó dos tapones consecutivos para obligar a los contrincantes a alejarse del aro y, con ello, disminuir sus porcentajes de acierto y la sangría en los rechaces.

El cansancio y la fatiga ya se notaban, por lo que el Covirán metió una marcha más a continuación de un triple de Fuentes (24-22). En ese instante los nazaríes encadenaron un parcial 14-0 con el que demostraron qué equipo se llevaría el primer salto de esta ronda de 'play offs'. De Cobos fue uno de los principales artífices, pues dio el ansiado paso al frente en pista delantera con el que completar su sempiterno aporte en defensa.

Ese crecimiento del director de juego malagueño se tornó como la puntilla de un Kia Navarra que estaba ya pidiendo la hora, y eso que aún no se había alcanzado el descanso. Con sus tres hombres altos con dos personales, el técnico Joaquín Prado tuvo que volverse creativo con tal de que no quedara demasiado patente la superioridad de los discípulos de Pin. No obstante, la imaginación de nada le sirvió al conjunto visitante, que se vio con casi una veintena de desventaja en el intermedio (51-32).

El acierto exterior de los rojinegros (8/13 al descanso) mató cualquier esperanza de los pamploneses, a los que no les salió absolutamente nada en este primer partido de las eliminatorias de ascenso. Tan sólo los puntos de los 'Adrianes' -Fuentes y García- y de Hidalgo concedieron algo de alivio ante el aluvión de juego de los granadinos, que mandaron a su antojo a lo largo de todo el partido. El interior fue una de las sorpresas agradables de los rojillos al no temblarle el pulso a la hora de 'pegarse' con los pivots del Covirán, aunque bajo ningún modo fue suficiente para poner en peligro el triunfo nazarí.

La tónica no cambió lo más mínimo tras el paso por vestuarios, y si De Cobos había instaurado un ritmo endiablado, Corts no se quedó atrás. El base granadino no se cansó nunca ni de presionar ni de exhibir la buena muñeca en los lanzamientos desde la media distancia, por lo que la renta empezó a calificarse de bochornosa cuando aún faltaban quince minutos por delante.

La presión a toda cancha ya no era tan exhaustiva, pero sí la defensa en zona que siguió maniatando a los tiradores de Navarra y permitiendo que los anfitriones casi doblaran en el electrónico a su rival (73-37). El rumano Uta martilleó otro clavo en el ataúd de los visitantes, que miraban con desesperación el reloj de partido para conocer cuánto les quedaba por delante de suplicio.

Una vez consolidada la distancia por encima de los treinta puntos llegó el momento de conservar energías, pues mañana domingo (12.30 horas) tendrá lugar el segundo envite de estos cuartos de final. Hubo momentos para todos, incluido el canterano Germán Martínez, aunque la peor noticia fue la lesión de tobillo que sufrió Iván Martínez a escasos segundos de la conclusión. El pucelano fue con todo por un rebote ofensivo y una mala caída le dejó maltrecha la articulación.

Al igual que 'Carlinhos' cuando se lastimó la rodilla ante Sammic, el ambiente festivo de la grada del Palacio se transformó en una atmósfera fúnebre en previsión de lo peor. Aún no se conoce el estado exacto del escolta, si bien Pin ya advirtió que será complicado que juegue este segundo encuentro. Ese sería el mal menor para un Covirán que activó el modo apisonadora en el mejor momento, el inicio de unos 'play offs' en los que ya está por delante. Ahora está en su mano marcharse a Navarra con un esclarecedor 2-0 en su serie de cuartos.

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