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Turistas en una zona del Albaicín afectada por las pintadas. Ramón L. Pérez

El Defensor del Pueblo se queja por los daños y pintadas en el Albaicín

Pide al Ayuntamiento de la capital y a la Delegación de Cultura que extremen las medidas de vigilancia y protección en la zona

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Viernes, 8 de septiembre 2017, 01:57

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El Defensor del Pueblo Andaluz abrió queja de oficio relativa a proliferación de daños y pintadas en los entornos del Albaicín ante el Ayuntamiento de Granada y la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte. Dicha queja supuso inicialmente la petición de información dirigida ante estos organismos. Finalmente, tras estudiar el caso, la Defensoría ha concluido que las instituciones deben extremar las medidas de vigilancia y protección en la zona histórica, presa de actos vandálicos contra el patrimonio.

El Defensor del Pueblo critica el estado ciertamente colmatado de maltrato a los paños de los muros y paredes junto a la Iglesia de San Andrés, el Aljibe del Zenete, Huerto del Carlos, Arco de las Pesas, Palacio de Dar-Al-Horra, etc. «Podría decirse que la integridad de los valores y atractivos de estos entornos urbanos resulta igualmente coherente en relación a su degradación sistemática a través de una presencia absolutamente generalizada de estas pintadas y acciones vandálicas. Esta situación dista mucho de ser considerada un hecho aislado, hasta el extremo de que los daños al patrimonio de este entorno del barrio granadino dificulta la propia apreciación de sus valores y belleza que quedan rotundamente degradadas».

Tras pedir información al Ayuntamiento, a la Agencia Albaicín y a la Junta sobre los distintos planes pendientes de llevar a cabo en la zona, el Defensor conoció que con fecha 11 de noviembre de 2016 se dictó Resolución de la Delegación Territorial de Cultura, Turismo y Deporte en Granada, por la que se autorizó el proyecto de colocación de cámaras de vigilancia destinadas a evitar las agresiones producidas por los grafitis en el patrimonio histórico del barrio del Albaicín. Aunque esta medida no se ha materializado aún.

También se le informó de que la Delegación Territorial de Cultura incluyó como prioridad para el ejercicio 2017 el proyecto de eliminación de pintadas en los BIC Puerta de las Pesas y Puerta Monaita, con una inversión de 120.000 euros. Esta medida fue incluida como previa y complementaria a la instalación de las cámaras de vigilancia en el barrio del Albaicín.

Después de estudiar un informe que le remitió la Agencia del Albaicín y las distintas publicaciones en medios locales, la Defensoría menciona un detallado elenco de inmuebles dañados y concluye: «Más que una relación de intervenciones puntuales, parece el listado catastral de la zona. ¿Queda algo sin manchar, pintar o degradar?».

«El informe no hace sino ratificar ese factor de generalidad que ha adquirido el Albaicín en su imagen deteriorada y antiestética de sus zonas y recorridos. La contemplación de estos itinerarios -como una suma de fachadas, edificios, paseos y espacios dispuestos como crisol patrimonial de una ciudad y su historia- queda escondida y degradada por la barbarie de estas acciones que destrozan toda esta belleza con la misma facilidad con la que se aprieta un aerosol», critica el Defensor del Pueblo Andaluz.

Sin embargo, una vez estudiado el relato de los planes, programas, convenios, acuerdos e intervenciones para la protección y limpieza de estas zonas concluye que existe un corolario de décadas de lucha contra estas prácticas. «Y del mismo modo, se aluden a cifras destinadas a la protección de la zona, y sus espacios de cientos de miles de euros, que, en parte, se destinan a la reparación de los ataques de pinturas y otros deterioros», apostilla.

«Más sombras que luces»

Pero -según la Defensoría-, la lucha contra el vandalismo gráfico ofrece más sombras que luces. «Podemos, pues, deducir que la estrategia parece centrarse en procurar arreglar lo que se estropea, en el plazo que se pueda y con el alcance que permita el presupuesto. Todo parece indicar que difícilmente se podrá limpiar más; ahora toca ensuciar menos. Y ello habrá de venir de la mano de avanzar en las labores de concienciación ciudadana en favor de este patrimonio común».

Por último la entidad pide de nuevo que se extremen las medidas de vigilancia y protección de los entornos de El Albaicín a fin de evitar daños y acciones lesivas contra los elementos que componen sus itinerarios urbanos y que perjudican sus valores patrimoniales e históricos.

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