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Natalie Portman.
Una mujer llamada Natalie

Una mujer llamada Natalie

La ganadora del Oscar por 'Cisne negro' se dispone a vestirse de luto para encarnar a Jackie Kennedy en sus días más dolorosos

Óscar Bellot

Lunes, 20 de febrero 2017, 11:35

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Desde que lograse el Oscar interpretando a la joven estrella de una compañía de ballet en 'Cisne negro' (Darren Aronofsky, 2010), Natalie Portman ha espaciado sus compromisos profesionales, concentrada en su papel de madre y esposa. Además se ha visto afectada por esa especie de maldición que aqueja a algunas de las ganadoras de la estatuilla, que tardan en levantar cabeza tras recoger el premio más codiciado del universo cinematográfico. Apenas su presencia en 'Thor' (Kenneth Branagh, 2011) y su continuación, 'Thor: El mundo oscuro' (Alan Taylor, 2013) sirvieron para mantenerla en las páginas de la prensa especializada. Y, cómo no, los múltiples reveses sufridos por su primera incursión en el western, 'Jane got a gun', con numerosos cambios delante y detrás de la cámara y un último obstáculo cuando ya estaba todo listo, la cancelación de su premiere parisina tras los ataques terroristas de que fue objeto la capital francesa el pasado 13 de noviembre. Pero su suerte está a punto de cambiar con un ramillete de proyectos entre los que sobresale una cinta que la situará en la piel de una de las figuras icónicas del siglo XX, Jackie Kennedy.

La actriz de origen israelí comenzará dentro de unas semanas el rodaje de 'Jackie', una cinta dirigida por el chileno Pablo Larraín y centrada en los cuatro días que siguieron al asesinato de John F. Kennedy en Dallas. Más de cuarenta años después de ese infausto 22 de noviembre de 1963, el mundo sigue recordando los tres disparos efectuados en menos de nueve segundos que acabaron con la vida del primer presidente católico de Estados Unidos. Un crimen sobre el que existen diversas grabaciones, la más famosa de las cuales se debió a la cámara de un sastre judío, Abraham Zapruder. Aquella filmación, conservada durante años en los archivos de 'Time-Life', contiene tres secuencias principales: el momento en que el mandatario se lleva las manos a la garganta tras recibir el impacto de la primera bala, el instante en que parte de su masa cerebral se dispersa al ser alcanzado por el tercer disparo y aquel en que se ve a su esposa levantándose del asiento de al lado en lo que muchos interpretaron como un intento de escapar cuando, según ella misma relató posteriormente, lo que pretendía era recoger los pedazos del cerebro de su marido que se habían disgregado por el automóvil.

Eran las 12.30 de la mañana, hora local. Clint Hill, el agente del Servicio Secreto encargado de la protección de la señora Kennedy se abalanzó sobre el Lincoln Continental en el que viajaba la comitiva, salvando a Jackie de lo que pudo ser otra tragedia más. Acto seguido, William Greer pisaba a fondo el acelerador con destino al hospital Parkland de Dallas, donde pasadas las 13.30 horas Malcolm Kilduff, secretario de Prensa adjunto, anunciaba la muerte del presidente que había encarnado los sueños de una generación. Jackie había pasado casi una hora en los pasillos del centro, aguardando lo que sabía era una realidad: la muerte de su marido. El elegante traje rosa de Chanel que se había puesto esa mañana contenía las pruebas de que cualquier intento de los patólogos eran baldíos. Y pese a los ruegos de quienes la rodeaban para que se cambiase, se mantuvo inamovible en su decisión. El mundo debía ver lo que le habían hecho al presidente. Con él subió al Air Force One para asistir a la apresurada toma de posesión de Lyndon B. Johnson. No era sino el inicio de unos días de horror.

La 'viuda de América'

Es precisamente en esas horas trágicas, las que siguen al asesinato de JFK y culminan en su entierro en el Cementerio Nacional de Arlington, donde se centrará el filme de Larraín. Perpleja y desolada ante el fin de lo que ella misma se encargaría de bautizar como 'Camelot', con el nuevo inquilino del Despacho Oval demandando su atención en un intento de congraciarse con la 'mafia irlandesa' de su antecesor que siempre le había visto con inquina y convertida en la 'viuda de América', Jackie hubo de atender a los dignatarios extranjeros que acudieron a Washington para expresar su pésame por la muerte del presidente. Su dignidad en medio del dolor fue un faro para quienes no acababan de explicarse cómo un anodino exmarine había sido capaz de segar la vida del hombre más poderoso del mundo. Y deparó otra icónica estampa cuando soltó la mano de su hijo John para que, a sus tres años, hiciese el saludo militar al paso del féretro que albergaba el cuerpo de su padre.

Un auténtico reto para Natalie Portman, sobre cuyos hombros recaerá casi todo el peso de una película que, no obstante, tendrá otros focos de atención. Será el caso de Peter Sarsgaard, el televisivo Ray Seward de la serie 'The Killing' y que recientemente se ha dejado ver en 'Black Mass. Estrictamente criminal' (Scoot Cooper, 2015). A Sarsgaard le corresponderá el papel de Robert F. Kennedy, fiscal general y cuñado de Jackie que se convertiría en esos días, y los que habrían de llegar, en el principal apoyo de la viuda, hasta el punto de que hubo quienes especularon con un presunto romance entre ambos. Despojado del poder que ostentaba a causa de la inoperancia en la que derivó su profundo dolor ante la muerte de su hermano y el visceral odio que sentía por Lyndon Johnson -sentimiento, por cierto, más que correspondido, por el nuevo presidente- Bobby, como le llamaban todos, se erigió de la noche a la mañana en el nuevo rector de un clan que había fundado su padre. Tuvo que repartir su tiempo entre el cuidado de los ocho hijos que tenía por aquel entonces -luego llegarían otros tres más- y los dos de Jackie. Y, nominalmente, debía desempeñar un importante papel en la investigación del asesinato, en calidad de secretario de Justicia, aunque su desesperación fue tal que, al menos públicamente, se limitó a apoyar la tesis oficial del 'loco solitario'.

Completa el casting, por lo que a los nombres divulgados hasta el momento se refiere, Greta Gerwig ('La sombra del actor'), quien interpretará a una de las principales asistentes de la ya ex primera dama.

Darren Aronofsky oficia como productor de un largometraje que inicialmente iba a dirigir él mismo, con su por entonces esposa Rachel Weisz en el papel estelar. Aronofsky terminó renunciando a esa pretensión para concentrarse en otros proyectos y Weisz también se descolgó del filme. La elegida finalmente fue una Natalie Portman a la que Aronofsky ya había llevado al Oscar con 'Cisne negro'. Y para mover los hilos, se decantó por un Pablo Larraín que tuvo oportunidad de calibrar las virtudes del cineasta en la última edición de la Berlinale, en la que el chileno triunfó con 'El Club' y de la que el realizador de 'La fuente de la vida' (2006) fue presidente del jurado.

'Jackie', cuyo guión corre por cuenta de Noah Oppenheim ('El corredor del laberinto'), llegará a los cines en 2017.

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