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De izquierda a derecha, los pianistas Alexei Volodin y Edith Peña, junto a Gloria Medina y Francisco Moya, de IBS Classical, en el Falla.
Un disco grabado en Granada opta a un Grammy Latino

Un disco grabado en Granada opta a un Grammy Latino

La pianista venezolana afincada en España Edith Peña registró 'Danzas en todos los tiempos' en el Centro Manuel de Falla el pasado mes de noviembre

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ

Viernes, 23 de septiembre 2016, 00:13

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Cuando se habla de grabar discos, siempre vienen a la mente las grandes mecas del registro musical: Los Ángeles, Londres, Berlín -si de producir clásicos se trata-... Sin embargo, en Granada se puede hacer un disco con capacidad para competir en los más prestigiosos premios de la música internacional, los Grammy Latinos. El disco 'Danzas en todos los tiempos' grabado por la pianista Edith Peña y producido en Granada por IBS Classical peleará con otras cuatro producciones a nivel mundial por el preciado gramófono dorado. Sus contrincantes son nada menos que Jordi Savall, A Corte Musical, Cuarteto Latinoamericano & Jacamar y Maximilian Hornung y José Serebrier. Desde que se tuvo noticia de la nominación, el teléfono de Francisco Moya y Gloria Medina no ha dejado de sonar, y es lógico.

Pongamos la noticia en contexto. Este premio no se presta a compadreos ni conciliábulos. Los académicos que hacen las nominaciones apenas se conocen. Francisco Moya, productor del disco y académico, afirma que «de todos los españoles, solo conozco a uno, músico de jazz madrileño. Ni nosotros sabemos quiénes votamos. Si se pudiera hacer 'lobby', imagine si Sony Classical o Deutsche Gramophon podrían colocar a sus apadrinados».

Luego, la intérprete. Edith Peña es una pianista reconocida a nivel mundial, formada en Philadelphia, venezolana pero afincada en Madrid, procedente de una familia de músicos y casada con el genio del piano Alexei Volodin. Hace unos años, ofreció a IBS Classical un proyecto musical, la grabación de un recorrido por la danza a partir de las composiciones para piano. 'Danza en todos los tiempos', el resultado de aquel proyecto, empieza en Haendel y termina en Ginastera. Es un doble cedé de amplio espectro, tanto temporal como estilístico, e incluye, además de los citados, música de Beethoven, Chopin, Albéniz, Bartók, Lecuona, Moleiro, Teruel y Gallastegui. «La amplitud de localización geográfica de los autores, tanto como la variedad de estilos, ha incidido mucho en el voto de los académicos», asegura Francisco Moya.

Y tras intérprete y repertorio, la tercera 'nota' de este éxito es la de la producción. El codirector de IBS Classical afirma que «la grabación del disco se realizó entre el 15 y el 17 de noviembre de 2015, en el Centro Cultural Manuel de Falla. Utilizamos hasta 14 micrófonos, con la sala vacía, para lograr una sonoridad 'de auditorio', que es la que nos gusta, por ser mucho más rica que la que se puede obtener en un estudio».

El indudable esfuerzo técnico ha tenido su recompensa. «Las críticas que hemos recibido hasta ahora son estupendas. Cuidando la producción, hemos demostrado que no es preciso irse al extranjero para grabar proyectos clásicos de alta calidad». La formación de Francisco y Gloria con ingenieros de Teldex, firma emblemática berlinesa, como Martin Sauer, ha tenido mucho que ver en el resultado final del trabajo.

El aval del estudio IBS Classical se ha traducido, en lo que va del año, en nueve galardones, incluyendo siete premios Melómanos de Oro. Impresionante, si tenemos en cuenta que la empresa nació en 2011, aunque Francisco Moya, como productor, lleva trabajando en el mundo clásico desde 2005. Mucho ha cambiado la clásica en algo más de una década. La irrupción de las plataformas y la piratería en Internet ha convertido a los discos clásicos en mercancía de alto riesgo. Ello ha provocado un 'cambio de chip': «Hoy por hoy, quien graba un disco clásico lo hace sobre todo por el prestigio, no porque piense que va a ganar dinero. Los discos se han convertido en la tarjeta de presentación de los artistas», comenta.

Tras el 'subidón' que supone pelear en Las Vegas el próximo 17 de noviembre por uno de los Grammy, los proyectos en IBS no paran. Hasta final de año, serán ocho. Entre ellos, una grabación de Carlos Álvarez en el Teatro de la Monnaie, y que por cierto, incluye siete canciones de García Lorca. Por otro lado, el gran pianista Alfred Brendel ha cedido a IBS los derechos de su 'Sonata en si menor' de Liszt, que se va a editar antes de final de año con un cedé que incluye una 'master class' del genio en su casa de Londres. Un documento único que hará las delicias de los melómanos. Igualmente destacable es el registro de Juan Carlos Garvayo en el Falla, titulado 'Ancora un segretto' homenaje de Mauricio Sotelo al propio Brendel. Nonos queda sino cruzar los dedos y desearles lo mejor.

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