Edición

Borrar
El Hematocrítico observa un cuadro en el museo Thyssen.
«Hay muchos objetos del futuro escondidos en cuadros clásicos»

«Hay muchos objetos del futuro escondidos en cuadros clásicos»

«No entiendo nada de de arte y pensé que cuando estuviera haciendo mi blog iba a aprender mucho, pero qué va, solo me quedé con la parte de las chorradas», reconoce el popular Hematrocrítico

Javier Bragado

Domingo, 4 de junio 2017, 02:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Amanece en Madrid. Sólo unos turistas extranjeros hacen cola para acceder el Museo Thyssen. Miguel Ángel López puede aventurarse en una pinacoteca sólo ocupada por los vigilantes y al cruzar los pasillos entonces la cara se le ilumina como a sus alumnos de Primaria. Entonces, como un superhéroe, se convierte en su alter ego: 'El Hematocrítico del Arte'. Aparece un ser capaz de transformar las pinturas clásicas en algunas de las bromas más populares de la red.

«En París estaba en el Louvre y me encontré con un cuadro que me hizo mucha gracia. Era un profeta que se estaba dando con una piedra en el pecho viendo a Jesucristo y vi que tenían el título original en italiano. Me pasé el viaje haciendo fotos a los cuadros y de vuelta a La Coruña ya abrí el blog antes que las maletas. Fui directo», recuerda para explicar el origen de su idea. Ahora, se dedica a cambiar los títulos originales de las pinturas en castellano y con un particular italiano que se ha popularizado en internet tanto que ha podido publicar tres diferentes libros con sus particulares ocurrencias. El último es 'El Hematocrítico de ArTRES', (¡Caramaba!; Astiberri) con una mitad de reproducciones inédita en su blog.

«Recuerdo que me escribieron diciendo que el taichi no había, digamos, llegado a Jerusalén»

Curiosamente, el éxito de su bitácora y de sus tuis no ha sido acompañado por uno de los beneficios que esperaba. «Yo soy humorista y no entiendo nada de arte. Pensé que cuando estuviera haciendo esto iba a aprender mucho, por lo menos las etapas o los diferentes estilos. Pero qué va, sólo me quedé con las chorradas», reconoce minetras observa una sala con ejemplos de la pintura germana de los siglos XV y XVI. Eso no le ha restado atención por parte de quienes conocen mejor sus objetos de burla. «Mi blog es muy popular con la gente que se dedica al arte y a muchos les parece mal por ejemplo que una vez puse a Lucas Cranach sin especificar si era el padre y el hijo y tuvo bastante polémica. También con un cuadro que puse 'Cristo haciendo taichi' recuerdo que me escribieron diciendo que era imposible porque el taichi no había, digamos, llegado a Jerusalén», señala sobre aquellos que no entienden su ironía.

«En los libros no tenemos cuadros del siglo XX, la Edad Media es lo mío»

El método habitual consiste en mirar a las obras con los ojos de un ignorante contemporáneo. «Hay muchas, hay muchos parecidos con objetos del futuro escondidos en cuadros en el arte clásico. Hay máquinas del tiempo y muchos móviles», cuenta delante de «Cuando quieres mirar la pintura de esos periodos que me dan más juego casi el 100% es arte religioso. Entonces no es que me apetezca particularmente ese tipo, intento no hacer un humor que tenga que ver la religión sino con lo divertido que es la pintura y el choque te produce ver esa situación con esas imágenes en otro contexto», receta. «En los libros no tenemos cuadros del siglo XX, la Edad Media es lo mío», comenta antes de soltar una carcajada. «El Guernica no lo hemos sacado todavía, ni Las Meninas», completa delante del retrato de Cosme I de Médicis con armadura y sus peculiares 'pezoneras'.

Giotto es su preferido. «Cuando me quedo seco vuelvo a él», dice con socarronería cuando se le pregunta sobre su musa al lado de una sala con lienzos del Cinquecento. Después, da un nuevo paseo entre los cuadros que estimulan sus descubrimientos y acompaña sus ocurrencias con risas. Eso sí, el alma juguetona se reserva para cuando no está dando clase. «Creo que el arte clásico que sacan de libros podía traumatizar bastante a mis alumnos. Prefiero trabajar con Mondrian», confiesa el profesor de Primaria que parece esconder que, más allá de sus bromas, algo de arte ha aprendido mirando con sus particulares ojos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios