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Carátula de 'Los días de Jesús en la escuela'.
Coetzee en estado puro (y duro)

Coetzee en estado puro (y duro)

Publica 'Los días de Jesús en la escuela', la continuación de 'La infancia de Jesús', otra enigmática y desconcertante parábola del singular 'evangelio' del Nobel sudafricano

Miguel Lorenci

Domingo, 26 de marzo 2017, 00:06

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«Nunca segundas partes fueron buenas». El propio J. M. Coetzee (Ciudad del Cabo, 1940) recurre a Cervantes y a la cita del Quijote para presentar 'Los días de Jesús en la escuela' (Literatura Random House). Es su decimotercera novela y la continuación de 'La infancia de Jesús' (2013), controvertida obra que cosechó tantos elogios como críticas negativas. Vuelve el dos veces premio Booker y Nobel de literatura a poner a prueba a sus lectores y críticos con su estilo adusto, árido y más que exigente.

Brillante para muchos, inclemente para otros, es Coetzee en estado puro (y duro). En la segunda entrega de unos 'evangelios' según Coetzee se muestra de nuevo más preocupado por las ideas que por las palabras en un arduo texto trufado de indagaciones platónicas y diálogos socráticos. Despojado, con una desnudez expresiva propia de Samuel Beckett, desconcierta con otra enigmática parábola: ni en la primera ni en la segunda entrega de estas inquietantes alegorías sobre la identidad, la amistad, la memoria y la fuerza de los lazos familiares aparece el nombre de Jesús que les da título.

El protagonista es David, un niño soñador e inquieto. Un crío preguntón que atosiga con su curiosidad a Simón e Inés, que cuidan de él como padres putativos e intentan responder de la mejor manera posible sus constantes '¿por qués?'. El lector no sabrá cómo se formó el vínculo de la extraña familia -¿Trinidad?-, ni por qué que acaban de llegar al pueblo de Estrella para empezar una nueva vida. Dejan atrás Novilla, extraño lugar al que todos sus habitantes -¿refugiados? ¿inmigrantes?- llegan en barco, carecen de pasado y hablan español.

«Cuando cruzas el océano en barco, todos los recuerdos se te borran y empiezas una vida completamente nueva. Así es la cosa. No hay nada antes. No hay Historia. El barco amarra en el puerto, bajamos por la pasarela y nos zambullimos en el presente. El tiempo empieza entonces», se lee en la novela que ha traducido Javier Calvo.

David ya tiene amigos y la compañía de su perro Bolívar. A punto de cumplir siete años y ganar uso de razón, llega el momento de escolarizarlo. Inscrito en una academia de danza que enseña matemática celestial, con sus nuevas zapatillas doradas aprenderá a bajar los números del cielo y encandilará a Ana Magdalena, la directora, y a su esposo. Descubrirá que el odio es la otra cara del amor y algunas otras cosas terribles que los adultos son capaces de hacer, como cometer horribles crímenes.

David aprendió a leer con El Quijote en Novilla. Y el libro de Cervantes, el único que lee el crío filósofo, será de nuevo crucial en su vida en Estrella. Y es que, en el fondo, del crudo y descarnado relato del Nobel sudafricano late su interés por volver al texto fundacional de la novela moderna y a la raíz de temas eternos como el amor, el odio, la justicia, la paternidad, el pecado, la violencia o la muerte.

Crecido en la Sudáfrica del apartheid, premio Nobel de Literatura en 2003, la literatura de John Maxwell Coetze se caracteriza por su extrema sensibilidad hacia el sufrimiento de todos los seres, humanos o no. Vegetariano, abstemio. Antitaurino furibundo, traductor, crítico y profesor, es autor de ensayos como 'Contra la censura' (2007) y 'Las manos de los maestros' (2016). Con esta suma trece novelas entre las que destacan 'Esperando a los bárbaros' (1980), 'Vida y época de Michael K' (1983), 'El maestro de Petersburgo' (1994), 'Desgracia' (1999, llevada al cine en 2008 por Steve Jacobs), 'Elizabeth Costello' (2004) -en la que una anciana escritora viaja por el mundo impartiendo conferencias en defensa de los animales-, 'Hombre lento' (2005) y 'Diario de un mal año' (2007). En 2012, bajo el título de 'Aquí y ahora', vio la luz la correspondencia que Coetzee sostuvo durante tres años con Paul Auster. En 2015 publicó 'Conversaciones sobre la verdad, la ficción y la terapia psicoanalítica'.

'Vida y época de Michael K' y 'Desgracia' recibieron el premio Man Booker, convirtiendo a Coetzee en el único autor distinguido dos veces con este galardón, el más prestigioso de las letras anglosajonas. Ha impartido clases en la Universidad Estatal de Nueva York en Búfalo y en la Universidad John Hopkins en Baltimore. Hasta su jubilación en 2002 ocupó la cátedra de Letras Inglesas en la Universidad de Ciudad del Cabo. En la actualidad, reside en Australia, donde es investigador en el Departamento de Inglés de la Universidad de Adelaida.

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