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El periodista y escritor Sergio Vila-Sanjuán.
El lúcido y culto cinismo de Sergio Vila-Sanjuán

El lúcido y culto cinismo de Sergio Vila-Sanjuán

Cabalga entre el brillo y las miserias del poder y el dinero en 'El informe Casabona', tercera novela del escritor y periodista

Miguel Lorenci

Sábado, 21 de enero 2017, 02:16

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 Alejandro Casabona, «capitán de empresa» de enorme prestigio y difuso pasado, se desploma sin vida sobe un plato de sopa de guisantes con menta en presencia de los Reyes, que agasajan al mundo de la cultura en un almuerzo en el Palacio Real. Así comienza 'El informe Casabona' (Destino), tercera novela de Sergio Vila-Sanjuán (Barcelona, 1957), un pope del periodismo cultural con tres décadas de profesión y ganador del premio Nadal en 2013. Cabalgando entre los brillos y las miserias de la élite, nos muestra sus luces y sombras. Lo hace en una indagación en las cloacas y las atalayas del poder y el dinero «realizada con pasmosa naturalidad y un cinismo lúcido y culto», según Arturo Pérez-Reverte, padrino de la novela que confirma el talento narrativo de su colega y amigo.

Cultura, alta sociedad y dinero van de la mano en este relato con apariencia de novela negra pero con mucho de crónica e irónico análisis sociológico, y que se mira en el 'Mr. Arkadin' de Orson Welles. «Hago novelas con moraleja, premodernas, cabría decir», reconoce el autor. «Nos cuenta -precisa Pérez-Reverte- como la corrupción y el lado oscuro de la vida son tan normales que no debemos escandalizarnos». «Es lo que hay, nos dice. Ni critica ni condena un mundo que describe con precisión de entomólogo», asegura Pérez-Reverte, para quien este relato es «la reválida narrativa» de Vila-Sanjuán.

«Sergio se ha hecho novelista sin prisas y nos depara libros como este, en los que la Vieja Europa se encarna en una Cataluña brillante, pero con una burguesía algo agusanada», describe Pérez-Reverte una novela «escrita desde la más absoluta naturalidad y cuyo autor ni se asombra, ni se indigna, ni se sorprende ante las cosas que cuenta».

El propio Vila-Sanjuán se trasmuta en Víctor Balmoral, el otro protagonista del relato. Es un periodista atípico encargado de investigar el pasado del magnate, mecenas y político en la Transición para constatar la procedencia ética y lícita de su fortuna. Y es que para sorpresa de todos, Casabona lega parte de sus bienes, diez millones de euros, a una entidad que vela por el fomento de la ética en la empresa.

Su apasionado viaje al pasado le conducirá a los días más oscuros de la Guerra Civil y sus más siniestras trapisondas, Balmoral -seudónimo de Vila-Sanjuán en sus inicios como periodista- contactará con familiares, amigos y colegas del empresario. Buscará «zonas oscuras y asuntos sucios» que aconsejarían al instituto de fomento de la ética rechazar una herencia quizá envenenada.

Joya secreta

Dice Vila-Sanjuán que le habría gustado no mencionar la Guerra Civil pero que la evidencia demuestra «como las grandes fortunas en España se construyeron entonces» y que «la burguesía catalana se hizo franquista a la fuerza». El pasaje de la guerra es para Pérez-Reverte «lo mejor» de la ficción. «Encierra una mininovela que protagoniza el personaje de la tía Mery. Es una obra maestra, una joya. Ahí hay otra libro que Sergio debe escribir», desafía el académico, exreportero y creador del capitán Alatriste. Como sus dos novelas anteriores, esta «tiene moraleja y es premoderna», según su autor. «La novela posmoderna nos dice que el mundo es incomprensible y la mía es un intento de fábula moral», sostiene el hoy coordinador del suplemento 'Cultura/s' de 'La Vanguardia'.

No quiso precisar quién es el modelo del «capitán de empresa», antiguo luchador antifranquista, mecenas e influyente político, sobre el que ha montado su fábula. Pero explica Vila-Sanjuán que conoció a muchos en el último tercio del siglo pasado «y siempre me parecieron gente fascinante». Se declara «un observador del mundo, el de los buenos y los malos», y narra sin juzgar. «¿Qué debe hacer un empresario si se ve forzado a dar una mordida para salvar miles de puestos de trabajo?», se pregunta.

'El informe Casabona' está escrito «con la familiaridad y la mirada educada de quien conoce bien eso de 'vamos a llevarnos bien'», ironiza Pérez-Reverte. «Es cínico, pero no de manera agresiva, sino dulce, casi amable», insiste el académico. «Es una novela para comprender los mecanismos de una casta y asume el riesgo de construirla como un rompecabezas», apunta.

«Ofrezco un balance ambivalente y un juego de espejos en el que están muchos de mis intereses», resume el narrador y comisario de exposiciones, que da cabida en la novela a su pasión por la pintura realista y figurativa, el cine barcelonés o las terapias de las llamadas «constelaciones familiares».

Vila-Sanjuán debutó en la novela con 'Una heredera de Barcelona' (2010), primera y dubitativa ficción, según él mismo. Con 'Estaba en el aire', la segunda, ganó el premio Nadal en 2013 mezclando memoria familiar y crónica de época. Autor de ensayos como 'Código best seller' o 'El síndrome de Frankfurt', no siguió el consejo de Hemingway de abandonar el periodismo antes de los cuarenta. «El oficio me lo ha dado todo y me permite escribir historias con suficiente simbolismo como para comprometerme con ellas durante dos años, a razón de dos horas diarias de escritura, que es lo que me permite el periodismo», se felicita.

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