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El psicólogo José María Doria, junto a ejemplares de su libro 'Las 40 puertas'.
Una gimkana de superación diaria

Una gimkana de superación diaria

José María Doria explica en 'Las 40 puertas' cómo se puede aplicar en el día a día el 'mindfulness' y las herramientas para llevarlo a cabo

Daniel Roldán

Domingo, 26 de junio 2016, 01:14

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Muchos elementos rodean al ser humano en su día a día. Objetos que distraen de las metas y que provocan que no esté concentrado; también las propias preocupaciones pasadas y futuras o los planes y obligaciones influyen para el desasosiego del ser humano. "Una mente dispersa es una mente no eficaz", ahonda el psicólogo José María Doria y uno de los mayores defensores del 'mindfulness'. Una técnica que apenas tiene una década de vida y que se ha popularizado en hospitales, centros de trabajo y educativos. Supone, básicamente, de disfrutar del momento, de ser feliz haciendo algo en un momento determinado, sin distracciones ni alteraciones. Unas teorías que desarrolló el doctor Jon Kabat-Zinn en su clínica para la reducción del estrés de Massachusetts.

A esta atención plena se llega de diferente manera. Doria, presidente de la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal, explica en el libro 'Las 40 puertas' (La Esfera de los Libros) los pasos que hay que dar en los próximos cuatro meses para preparar la mente y asumir la necesidad del silencio y la instrospección. Cuatro decenas de puertas que cruzar, una para cada tres días que conviene a travesar despacio, ampliando en cada una de ellas "nuestra escucha y nuestra búsqueda de la esencia".

La tres claves para lograr esta atención plena son la autobservación, la meditación y la atención plena a la vida cotidiana. "Hay que detenerse y observar. Ver cómo me siento en este momento, qué emociones vivo, si estoy tranquilo o hablo rápido, explica el autor. El segundo punto, la meditación se creía que era una "cosa orientalista y de colgados" hace unos años. "Ahora es lo más normal, explica Doria. "Tener veinte minutos para uno mismo, para ver lo que pasa por la mente pero sin intervenir", indica el autor. La tercera pata implica abandonar los automatismos por algo "consciente y voluntario". Doria pone como ejemplo el caminar, que "no solo sea algo mecánico".

Después de entender estos tres pilares, el psicólogo señala cinco pasos fundamentales. El primero es detenerse y hacer una especie de chequeo de uno mismo, saber si estamos tensionados o no, si tenemos hambre. El segundo se trata de dar un paso atrás y ver la realidad desde otra perspectiva. El tercer paso es encender una alarma tres veces al día para que el individuo pare y respire. La cuarta también tiene que ver con la respiración: una tanda de 40 exhalaciones tranquilas para relajar la mente. Y el último punto es estar abierto a nuevas experiencias y sentimientos.

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