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El piano de Miguel Ituarte llevó al Corral del Carbón el mejor Beethoven

Ofreció un recital antológico, de plena eficacia, de seriedad y rigor interpretativo, con austeridad de gesto y elegancia

JOSÉ ANTONIO LACÁRCEL

Miércoles, 8 de julio 2015, 03:03

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Seguimos escuchando a Beethoven con acento español en estas tardes-noches del Corral del Carbón que, en algún momento, podría cambiar lo de corral por horno, dadas las altas temperaturas que estamos padeciendo y que parecen cebarse en las piedras de estos monumentos históricos. Histórica también ha sido la actuación del pianista vasco Miguel Ituarte, con las Sonatas para piano de Beethoven, nº 22, nº 21, nº 16 y nº 31. Junto a estas obras se había programado la 'Bagatela (allegretto) en Do mayor' y el 'Andante en fa mayor' 'Favori' también de Beethoven. Ituarte ha explicado la razón de estos dos momentos en el programa, por la proximidad estilística e incluso tonal en algún caso con las sonatas a interpretar.

Tarde noche muy cálida con menos público que en otras ocasiones. Y los que no se animaron a llegar hasta el Corral del Carbón no saben el buen concierto, el excelente recital que se perdieron. Quizá y sin quizá llama mucho más la atención un programa como el de la noche del lunes, con las sonatas 'Claro de Luna', 'Appasionata'... son las grandes favoritas del gran público, pero a menos que se tenga un mínimo de sensibilidad el oyente tendrá que entregarse ante un programa tan complejo y hermoso como el que nos interpretó anoche Ituarte.

Pianista seguro, eficiente, con una técnica impecable. Es seguro y consigue obtener un espléndido sonido del piano, en unas condiciones atmosféricas poco propicias, con ese calor tremendo que incide muy negativamente en la mecánica del piano. Pero lo que en otro podría ser excusa no lo es en esta serie de jóvenes y muy brillantes pianistas que han venido desfilando por este ciclo de sonatas de Beethoven que sigue siendo uno de los más importantes eventos del Festival. Aunque no se celebren en el Palacio de Carlos V ni en el patio de los Arrayanes. Con un planteamiento más modesto se han conseguido logros mucho más importantes. Como fue el caso de Alba Ventura y el de Ituarte anoche, en una actuación en la que estuvo sencillamente magistral. Con programa, ya decimos, comprometido, con programa menos popular que el anterior, pero no menos bello ni menos atractivo para el aficionado, el piano de Ituarte nos ha traído al mejor Beethoven, ofreciéndonos en todo su esplendor esa técnica compositiva que caracteriza al genio deBonn. Cualquiera de las sonatas interpretadas, amén de las otras dos obras tan conectadas al programa, han sido expuestas y resueltas con toda felicidad. Creo que por su belleza, por su intensidad, podemos destacar la 'Sonata nº 31', un prodigio propio del talento creador y que Ituarte ha sabido interpretar en toda su dimensión. O la exquisita belleza, la rica melodóia de la 'Sonata Waldstein', o la grácil nº 16.

Un recital antológico, de plena eficacia, de seriedad y rigor interpretativo, de servicio al programa con una austeridad de gesto, con una elegancia, con una capacidad de transmitir todo ese tesoro musical que encierran estas obras. Miguel Ituarte ha sido, una vez más en estos conciertos, triunfador sin que haya que ponerle ningún pero.

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