Edición

Borrar
Curro Sánchez, hijo de Paco de Lucía
El viaje de Paco de Lucía

El viaje de Paco de Lucía

El hijo del genial artista, Curro Sánchez, descubre la fascinante personalidad del maestro de la guitarra en un documental íntimo y sorprendente

Rosario González

Sábado, 25 de octubre 2014, 07:26

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Diríase que después de 40 años escuchando su nombre, viendo su imagen en televisión y topándose con las notas de su guitarra incluso estando en un país remoto, Paco de Lucía era uno más de familia. Sin embargo, el carácter tímido y reservado del genio de la guitarra agazapaba una fascinante personalidad solo conocida por los más cercanos y que se revela ahora en 'Paco de Lucía: la búsqueda', un documental donde el hijo del genial artista, Curro Sánchez, muestra como un regalo la faceta más íntima y sorprendente del maestro de la guitarra. Un apasionante viaje por la vida del genio que logra emocionar y servir de inspiración para cualquier valiente capaz de partir en pos de un sueño.

El proyecto arranca en el año 2011 a partir del material recopilado por Sánchez productor audiovisual de profesión- para otro proyecto de Paco de Lucía. "Sobró un material muy potente que se iba a quedar en un disco duro y me despertó la necesidad de iniciar un proyecto más grande, más ambicioso, sobre mi padre". El siguiente paso fue convencer a Paco, que pasó de la indiferencia a abrazar con entusiasmo la nueva empresa. Sin embargo, el corazón le falló al artista una tarde junto al mar en febrero de 2014, cuando el documental estaba aún inacabado. "Retomarlo fue casi una necesidad personal y muy íntima, como un duelo. Pensé que iba a salir corriendo al ver la imagen de mi padre hablando pero fue un bálsamo poder estar cerca y escucharle como si estuviese vivo, porque en este documental Paco está muy vivo, no te da la sensación de que ya no está con nosotros sino una sensación de energía y vitalidad brutales".

Junto a sus hermanas Casilda, que ejerció de coguionista, y Lucía, como coproductora, decidieron terminarlo para llevar la obra al Festival de San Sebastián, donde llegaron con la lengua fuera y cruzando los dedos por que no hubiera ningún fallo técnico. "Ha sido algo catárquico, hemos llegado a un nivel de conexión con la figura de mi padre que sin este proyecto quizá nunca hubiéramos tenido".

El documental repasa la vida de Paco de Lucía desde su infancia en Algeciras, donde toma contacto con personalidades del flamenco como El Niño Ricardo; los concursos infantiles en Madrid y su primera gira con su hermano Pepe en EE UU, donde acompañaban al bailarín José Greco. Repasa también la llegada de Camarón, las formaciones musicales que va creando y la continua innovación que protagonizó en el flamenco y en la música, como la introducción en España del cajón peruano que descubrió en una de sus giras por Latinoamérica. "Queríamos recuperar para el público las historias que nos contaba de críos, como la primera vez que tocó en Estados Unidos y se asustó porque los americanos le empezaron a silbar y le tuvieron que volver a empujar al escenario para saludar porque estaban locos con él". El repaso vital y artístico se lleva a cabo a través de entrevistas con el propio guitarrista y de otros músicos que compartieron el viaje de Paco de Lucía y que van dibujando la compleja y fascinante personalidad del genial artista, como Chick Corea, Carlos Santana, John McLaughlin, Alejandro Sanz o Estrella Morente. "Nadie puso trabas ni nos dio largas. Estaban todos como locos por participar en el proyecto y hablar de Paco".

El genio tímido

El documental refleja la timidez y la humildad de un artista que comenzó a sufrir a medida que el éxito lo fue envolviendo. "Soy un amargado", confiesa el guitarrista en un momento del documental. Con una naturalidad que desarma, se abre en canal para explicar que nunca llegó a sentirse cómodo en su pellejo, obsesionado con cumplir con un nivel de exigencia que no solo le imponía el público sino él mismo, aquejado de un afán de perfeccionismo incurable. "No necesito del público para saber si he tocado bien. Pueden levantarse a aplaudir y salir frustrado igualmente porque se que no ha sonado como debía", explicaba el artista.

Su hijo explica el origen de esa obsesión. "Mi abuelo era muy severo y le inculcó esa pasión obsesiva por el ritmo, de que todo quede perfecto y no haya margen de error. Lo mejor era poco en el escenario, no se conformaba con lo muy bueno". De ahí que el éxito fuera solo un accesorio en su afán de superación. "Aprendió a convivir con él pero nunca estuvo cómodo con ese traje. Le incomodaba que todo el mundo le llamara maestro o que la gente le tratara como una divinidad. Él quería calidez, estar a gusto, conversar, charlar y no tener un trato reverencial". Curro Sánchez se estrena por la puerta grande de la mano de su padre y, tras la catarsis, dejará de lado lo familiar para dar ritmo a su productora, Futura Films, con la que pretende generar productos de cuidada factura y que aborden temas universales que conecten con gente de todo el mundo. "Intentamos dar un giro de tuerca al documental aquí en España, que creo que le hace falta".

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios