Edición

Borrar
En primer término, una de las piezas expuestas en el Instituto Gómez-Moreno que ayer realizó visitas guiadas.
El Instituto Gómez-Moreno abre sus puertas para celebrar el aniversario del historiador

El Instituto Gómez-Moreno abre sus puertas para celebrar el aniversario del historiador

La institución organizó ayer una jornada de visitas guiadas para mostrar a los granadinos las piezas reunidas por el intelectual durante su vida

P. R.

Miércoles, 22 de febrero 2017, 17:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Instituto Gómez-Moreno, situado en una zona del Carmen Blanco de la Fundación Rodríguez-Acosta, abrió ayer sus puertas de manera especial para celebrar el 147 aniversario del nacimiento del historiador granadino, uno de los intelectuales más relevantes de la ciudad en el siglo XX y figura indispensable para conocer la evolución de la ciencia arqueológica en España.

Numerosos granadinos se sumaron a una celebración que permitió conocer a fondo las piezas que guarda la institución, entre las que se cuentan una gran selección de cuadros y diferentes objetos pertenecientes a la colección personal del intelectual. A través de la exposición de José Manuel Gómez-Moreno Calera, sobrino-nieto del historiador, los visitantes pudieron recorrer las estancias del Instituto y conocer además algunos aspectos relevantes de su vida.

Manuel Gómez-Moreno Martínez nació en Granada el 21 de febrero de 1870 en el seno de una familia cuyos orígenes se extienden hasta la época de la conquista de Granada por las fuerzas castellanas. Según explicó su descendiente a los visitantes, la primera prueba fehaciente del apellido Gómez-Moreno se encuentra a finales del siglo XVII, cuando dos hermanos llamados de esta manera crearon la fábrica de la lona en la capital nazarí. Desde entonces, la familia se sumergió en la vida granadina pronunciándose a lo largo de los siglos a favor de causas como la afrancesada, el liberalismo o mostrando una faceta más moderada.

Un papel determinante en el crecimiento de Manuel Gómez-Moreno Martínez lo tuvo su padre, el pintor del mismo nombre y uno de los autores más relevantes del siglo XIX. Manuel Gómez-Moreno González fue un conocido defensor del patrimonio granadino, una labor a la que se entregó en cuerpo y alma y que le llevó a formar parte de la comisión de monumentos de la ciudad.

Según reveló José Manuel Gómez-Moreno Calera a los grupos de visitantes, aquel interés por la defensa del patrimonio granadino le llevó a ser detenido durante sus labores como comisionado en un conocido incidente previo al derribo de la Iglesia de San Gil, en la Plaza Nueva. «Fue capturado por hacer mediciones del templo, algo que fue interpretado por la policía como una medida que podría favorecer la contrarrevolución», dijo.

Esta pasión por el patrimonio granadino de Gómez-Moreno padre cristalizó en la confección de la Guía de Granada. El libro, en el que colaboró el hijo del pintor, funcionó como uno de los primeros inventarios monumentales de la capital nazarí y, aún hoy, aporta aspectos muy interesantes de la fisonomía artística y urbanística de la Granada de finales del XIX.

También fruto de ese interés fue su papel en la génesis de dos de los museos más relevantes de la ciudad, el Bellas Artes y el Arqueológico, cuya personalidad queda marcada por el gran trabajo de los Gómez-Moreno.

Maestro de maestros

La singular personalidad de Manuel Gómez-Moreno hijo le llevó a buscar salida profesional en Madrid. Fue allí donde trabó amistad con Facundo Riaño, un historiador granadino bien posicionado en el ámbito político de la época. Esta vinculación permitió al joven intelectual participar en la creación de los catálogos monumentales y artísticos.

Según explicó Gómez-Moreno Calera, el granadino estuvo involucrado directamente en la elaboración del catálogo de Salamanca, Zamora y León, una labor que hacía por su propia cuenta y de la que quedan pruebas en el propio Instituto Gómez-Moreno. En la planta alta, junto a la entrada de la sala de exposiciones, se muestra la cámara de fotografías con la que trabajaba el historiador. «Podemos decir de él, por la manera que tenía de trabajar, que es uno de los precursores de lo que hoy la fotografía documental arqueológica», señaló. También en la misma planta está expuesto parte del escritorio del intelectual, un lugar en el que desarrolló gran parte de su labor investigadora y que permanece en perfecto estado de conservación.

Gómez-Moreno fue una figura imprescindible en el desarrollo de los estudios sobre Historia y Arqueología en España. Además de sus aportaciones a ambos campos, con descubrimientos relevantes como los primeros registros de castellano romance en la glosas emilianenses, el granadino fue mentor de algunas de las figuras más relevantes del siglo pasado. Torres-Balbás, conservador de la Alhambra en la primera mitad del siglo XX; Juan de Mata Carriazo, investigador del famosos tesoro del Carambolo; Joaquín María de Navascués, director del Museo Nacional de Arqueología; o Juan Cabré, importante especialista en arte rupestre, fueron algunos de sus alumnos.

Todo este legado quedó abierto ayer al público granadino, que pudo reencontrarse nuevamente con el genio a través de la guía de su sobrino-nieto, el profesor José Manuel Gómez-Moreno Calera. La oportunidad no es la última. La Fundación Rodríguez-Acosta anunció ayer que repetirá experiencia el próximo 28F.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios