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Representantes de Junta, Ayuntamiento, Ministerio y Diputación, sonríen en la foto junto al maestro en el acto que sirvió para presentarle como director. :: a. aguilar
Pablo Heras-Casado coge la batuta

Pablo Heras-Casado coge la batuta

Heras-Casado firma un compromiso por cuatro años, que comenzará a tener efecto el próximo día 1 de septiembre

JOSÉ ANTONIO MUÑOZ

Martes, 21 de febrero 2017, 17:00

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granada. Ayer, la colina de la Sabika -muy concurrida por la celebración del foro Granada-Motril y, simultáneamente, por la del Consejo Rector del Festival Internacional de Música y Danza- acogió la presentación del nuevo responsable del evento musical y cultural por excelencia del calendario granadino. Era algo cantado desde hacía meses, y ayer, todos los discursos fueron en la misma dirección: comienza una nueva etapa. Y quienes esperábamos en la sala de conferencias del Palacio de Carlos V sabíamos a quién esperábamos, y no era precisamente a Godot.

Puntualísimo, a la hora prevista, hizo su aparición Pablo Heras-Casado. Sonriente, relajado, le tocó esperar a él a que finalizara la reunión del Consejo, mientras charlaba con el presidente de la Diputación, José Entrena. Llegó acompañado por sus padres, los únicos 'extraños' al maremagno informativo, en todo momento orgullosos de ver a su hijo asumir una responsabilidad que le ata a su ciudad, siquiera parcialmente, durante los próximos cuatro años.

A la mesa se sentaron, amén del que será director del Festival a partir del 1 de septiembre, las cinco administraciones que integran el Consejo que rige los destinos del Festival, que este año celebrará la edición número 66. A saber: Montserrat Iglesias, directora general del Instituto de las Artes Escénicas y la Música, del Ministerio de Cultura; Eduardo Tamarit, secretario general de Cultura de la Junta; el alcalde de la capital, Paco Cuenca; el mencionado José Entrena, por la Diputación; Reynaldo Fernández, director de la Alhambra, y Víctor Medina, vicerrector de la Universidad. Todos en fila, primero envarados como la selección de fútbol oyendo el himno nacional, ante los flashes de los fotógrafos. Luego, ya más relajados, sonriendo.

Fue Montserrat Iglesias, presidenta de turno del Consejo Rector -hasta el mes de mayo, cuando la Junta tome el relevo-, quien dirigió la comparecencia. Comenzó dando la noticia, el periodo del compromiso y la fecha de inicio del mismo, el 1 de septiembre. Por cierto que ello implica que, de facto, habrá 'sede vacante' durante el mes de agosto, porque Diego Martínez termina su contrato el 31 de julio.

Las razones

Iglesias desgranó a continuación las razones que habían llevado al Consejo Rector a decidirse por Heras Casado. Afirmó que los miembros del organismo se felicitaban por el hecho de que el granadino hubiera aceptado el envite, «un desafío», con la ilusión y la fuerza propias de su naturaleza. Resaltó igualmente el consenso «unánime, sin fisuras, de todas las instituciones presentes en el Consejo». Añadió que «aspiramos a que, con este nombramiento, el Festival alcance nuevas cotas de notoriedad, tanto a nivel nacional como internacional, y una proyección cada vez más importante».

Iglesias dio paso al alcalde de Granada, Francisco Cuenca. El primer edil comenzó dando las gracias a Heras Casado: «Gracias, Pablo, desde una ciudad que aspira a ser capital cultural europea en 2031», dijo. Añadió que este objetivo ha de cimentarse en unas elecciones donde la calidad, el prestigio y la excelencia deben ser protagonistas, «y él viene a prestigiar el Festival, a situarle en un lugar importante a nivel mundial». Cuenca hizo hincapié en la condición de granadino del maestro, y destacó además su situación en el contexto de los directores de orquesta contemporáneos, «donde destaca por su proyección». Le calificó además como «el mejor embajador que podemos desear» y «el director más prestigioso de cuantos tenemos en nuestra tierra».

El último cargo público en hablar fue Eduardo Tamarit, por la Junta, quien describió el Festival como «la mejor forma para conocer Granada escuchando buena música. La cultura genera empleo en una ciudad como esta, y es de agradecer que patrocinadores, equipo humano y sociedad en general apuesten por este evento».

Alegría

Por fin llegó el turno de Heras Casado, quien recordó emocionado «las veces que he subido a la Alhambra a disfrutar de ella o a escuchar música. Hoy, mientras subía, he pensado en el reto que supone dirigir el gran evento musical de Granada, y me siento extremadamente feliz». Aseguró que nunca le han interesado los localismos, ni los personalismos. «A quien me pregunta por mi carácter latino, por esa forma especial de abordar el trabajo, le respondo que trato de buscar la universalidad, la posibilidad de llegar a todos los públicos, pero sin renunciar para nada a mis raíces, al hecho de haber nacido aquí, algo que no elegimos, pero que me encanta».

Heras-Casado fue más allá de lo estrictamente musical, al afirmar que «este Festival, desde el punto de vista del patrimonio, es único en el mundo. Por los espacios donde se desarrolla y su significación histórica. Pero el patrimonio no es algo inerte; hay que cuidarlo, proyectarlo, renovarlo, y por qué no, discutirlo. Por ello, al igual que la Alhambra es uno de los monumentos más visitados del mundo, el Festival que se desarrolla en buena parte dentro de sus muros tiene que tener uno de los más reconocidos y visitados del mundo».

Pablo Heras-Casado abre una nueva etapa el 1 de septiembre. Antes, en los primeros días de julio, y según ha podido saber IDEAL, dirigirá a una de las más prestigiosas orquestas británicas en un concierto que se anuncia como una de las grandes citas de la programación, con un programa de campanillas. El año pasado vinieron tres, así que hagan cábalas. Una cita retrasada hasta ahora por diversas razones, y que, según afirmó ayer el propio maestro, «supone cumplir un deseo largamente acariciado». Ayer, pues, tocaba cumplir deseos. Fue el culmen de una jornada que ha desatado una oleada de 'grandes esperanzas'. Ahora, a trabajar todos a una para que no se malogren.

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