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Vicente 'El Granaíno', virtuoso de la guitarra, muere a los 89 años

Vicente 'El Granaíno', virtuoso de la guitarra, muere a los 89 años

Ciego de nacimiento, llevó el nombre de Granada por el mundo con una trayectoria profesional inmensa.

A. MEDINA

Lunes, 23 de enero 2017, 01:16

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Granada perdió ayer a otro de sus iconos musicales. Vicente Fernández Maldonado, 'El Granaíno', fallecía a los 89 años. Invidente de nacimiento, criado en Plaza Nueva, Vicente decide estudiar música y hacerse intérprete de la sonata primero, y del laúd, bandurria, y cualquiera de cuerda, pulso y púa, después. Chacón, Cepero, Pavón y Marchena son algunos de sus ídolos de infancia.

Cuenta su biógrafo oficial, el estudioso del flamenco José Delgado Olmos, que con tan sólo quince años Vicente ya debutó en Valencia, como guitarrista de La Orquesta de La Organización Nacional de Ciegos Españoles, cosechando un éxito sin precedentes. Más tarde llegó a ser solista de la Orquesta de pulso y púa de la Dirección General de la ONCE en Madrid. En Granada, fue fundador y director del 'Trío Granada', con el que recorrió toda España.

Su formación académica, bebiendo en las fuentes de los clásicos, no le impidió dar rienda suelta a su vocación flamenca. Recibió clases del guitarrista hondo de Granada Manuel Salmerón, quien al ver las aptitudes del niño ciego, lo introdujo en un mundo del que no saldría jamás.

Vicente deja en el mercado más de doscientas grabaciones flamencas, tanto como solista, acompañando al cante y al baile. Famosas fueron sus noches eternas de festivales, junto a los nombres insignes de, Rocío Jurado, quien le profesaba una admiración entrañable, Pepe 'El Culata', Juan Varea, José Palanca, Canalejas de Puerto Real -del que fue compañero y amigo inseparable-, La Niña de La Puebla, Antonio Mairena o el mismísimo Juanito Valderrama, pues todos los grandes admiraban y reconocían la pureza de su toque, sin alharacas ni falsos efectismos.

En un artículo publicado en IDEAL en abril del año pasado, Juan Santaella contaba que «en 1965 emigró a América, y allí dio muestras de su arte en Estados Unidos y México, durante varios años, en compañía de los más afamados artistas flamencos como el 'Niño Ricardo' y 'Sabicas'. Más tarde, regresó a Madrid, donde residió durante 25 años. Por último, se instaló definitivamente en su tierra -en Granada- donde ha realizado trabajos de una técnica y un virtuosismo sin igual».

Hombre bueno, sencillo, próximo y comprometido con su tierra, en febrero de 2010 el Ayuntamiento de Granada le distinguió con la Medalla de Plata al mérito por la ciudad. Se le propuso a la corporación que le pusiese una calle con su nombre, pero dijeron que hasta que no falleciera no sería posible, cuando en otros casos eso no había ocurrido así. El mundo del flamenco estará siempre en deuda con este artista, excelente flamenco y hombre cabal, que ha sabido llevar con orgullo y con un arte irrepetible, por el mundo entero, el nombre de Granada.

Si su trayectoria flamenca es importante, y elevada a la categoría de primerísima figura, no es menor la de su vertiente clásica. En otro artículo publicado en 2010 en IDEAL, Tito Ortiz decía que «en Vicente se dan esta dualidad infrecuente, y a la vez apasionante. La de dominar dos mundos, con lenguajes musicales radicalmente opuestos. En uno, la improvisación, la chispa y el sentimiento. En el otro, la partitura, el tempo y la justa medida marcada por un pentagrama, que no admite licencias no escritas por el autor».

Ahí también destacaba con brillantez, aprendiendo de los maestros granadinos -también invidentes como él- José Recuerda y Rafael Rodríguez Albert. Solfeo, composición y armonía fueron aprendidos con solvencia por Vicente, que en 1951 fundó y dirigió el 'Trío Granada', con guitarra, laúd y bandurria, con el que dio giras por toda España y realizó una decena de grabaciones para las afamadas firmas discográficas del momento como Columbia, Belter e Hispavox. A raíz de eso llegan sus largas estancias en el extranjero, cuando incluso se quedó a vivir en México y en Estados Unidos, desde donde recorrió toda América en largas giras.

Vuelta a Granada

Vicente 'El Granaíno' decidió regresar a Granada definitivamente hace algunos años, pero su inquietud artística no le permitió el sedentarismo, por lo que realizó una grabación histórica, en la que interpretando él solo cuatro instrumentos -la guitarra clásica, la baja, el laúd y la bandurria-, escogió las mejores partituras transcritas para plectro de Falla, Granados, Soutullo y Vert, Albéniz, Ángel Barrios, el maestro Tárrega y otros. Y editó un disco titulado 'Instrumentos Españoles', con el que marcó todo un hito en la historia de la música clásica española.

'Recuerdos de la Alhambra', 'Capricho Árabe', 'Las Bodas de Luis Alonso', 'El Amor Brujo', 'Granada', 'Goyescas' y 'La Leyenda del Beso' son algunos de los títulos que contiene esta moderna grabación, en la que el artista invidente de Plaza Nueva dejaba una vez más los cimientos de la música bien interpretada para las futuras generaciones que quieran aprender de su enorme magisterio. Ayer, el mundo flamenco de Granada recordaba a uno de los grandes.

En su cuenta de Facebook, Juan Pinilla se hacía eco de la pérdida de Vicente y decía que «nos ha legado una extensa discografía. Hace apenas unos meses conocí una grabación en la que además cantaba con gusto por malagueñas, fandangos y bulerías. Que la tierra sea leve sobre ti, maestro». El funeral tendrá lugar hoy en el Cementerio de San José a las 10:00 horas.

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