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Amargo, Plata en Río y Oro en España

Amargo, Plata en Río y Oro en España

El coreógrafo y bailaor granadino culmina un año excepcional con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes

Pablo Rodríguez

Sábado, 24 de diciembre 2016, 12:05

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El Consejo de Ministros concedió ayer la Medalla de Oro del Mérito a las Bellas Artes a Rafael Amargo, coreógrafo, bailaor y una de las figuras con más talento de la escena española contemporánea. El galardón, que entrega el Ministerio de Cultura y fue anunciado por el portavoz del Gobierno y ministro del ramo, distingue a las personas y entidades que hubieran destacado de modo eminente en el campo de la creación artística, prestando servicios señalados o fomentando notoriamente la enseñanza, el desarrollo y difusión del arte o la conservación del patrimonio artístico.

El bailaor, nacido en Valderrubio el 3 de enero de 1975 con el nombre de Jesús Rafael García Hernández, recibe así reconocimiento a una trayectoria que supera las dos décadas y que le erige como uno de los galardonados más jóvenes de la historia del premio.

Amargo recibió ayer la noticia en Granada, donde se encontraba con su familia. «Estoy eufórico, muy agradecido porque es un galardón que siento como un respaldo a mi carrera», señaló . «Siento que me ha tocado el Gordo aunque no creo que sea una cuestión de suerte, llevo muchos años echando boletos a base de trabajo y esfuerzo, y agradezco que las instituciones reconozcan la labor que tanto yo como mi equipo hemos hecho por llevar las artes a los escenarios».

El coreógrafo de Valderrubio culmina vestido de oro un año excepcional marcado por su participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. En Brasil, las chicas del equipo de Gimnasia Rítmica coronaron al país de plata con una coreografía diseñada para la ocasión por el granadino, una labor a la que ahora recibe reconocimiento y que lo eleva como una de las figuras clave de la danza en España.

Además de la crítica y las instituciones, también el público ha apoyado su trabajo. El artista ha encadenado lleno tras lleno en el teatro La Latina de Madrid con su último espectáculo y ahora prepara un nuevo asalto: «en 2017 voy a estrenar un espectáculo con José Luis Iborra en el que quiero dar una vuelta de tuerca a un género tan cercano como el de la revista, que es precioso».

Un chico de revista será el nuevo salto de Rafael Amargo, que sigue ampliando su registro artísticos. Aunque en los últimos tiempos se ha centrado más en los ámbitos cinematográficos y televisivos, su carrera comenzó en el flamenca. Admirador de Antonio Gades, se formó en Granada antes de pasar a Madrid en 1992. Su talento le llevó a colaborar con genios como Lola Flores o Antonio el Bailarín.

Tras sendas estancias en Estados Unidos y Japón, donde contactó con estilos más contemporáneos, se lanzó en solitario en 1997 con la creación de su propia compañía. Su debut fue La garra y el ángel, un montaje estrenado en Madrid el mismo año y que provocó el interés del público especializado. Le siguió Amargo, un espectáculo en el que contó con la colaboración de Juan Duyos y con el que obtuvo un premio MAX.

En 2002 se acercó por primera vez en solitario a Federico García Lorca. Del poeta, paisano del artista y al que se vincula íntimamente según ha reconocido en innumerables ocasiones, produjo Poeta en Nueva York, un espectáculo vanguardista que bebía por igual del manantial flamenco de Amargo como de la curiosa mirada del escritor granadino sobre las costumbres estadounidenses. El resultado fue un éxito de público y crítica que le catapultó a la fama y por el que recibió otro Premio MAX. Posteriormente se distinguió con montajes como Enramblao, del que hizo dos versiones, o Don Quijote, pasajero en tránsito, inspirado por la novela más famosa de todos los tiempos.

En los últimos años, Amargo ha mantenido su progresión y ha llevado sus espectáculos fuera de las fronteras españolas con éxito. Ha sido, sin embargo, un viaje de ida y vuelta que le ha traído de nuevo por Granada con triunfos como la recuperación de Poeta en Nueva York, con el que llenó el Generalife dentro del ciclo Lorca y Granada de la Junta de Andalucía, o el estreno este mismo año de su obra Eclectic, en el Teatro Isabel la Católica.

La capital nazarí sigue siendo su inspiración. Enamorado de su tierra, Amargo reconoce que le encantaría volver algún día a la ciudad y que sueña «con una compañía de Ballet Ciudad de Granada, un grupo apoyado por la ciudad y la provincia que apueste por el enorme talento que tienen los bailarines granadinos».

Con la íntima esperanza de volver, Amargo apuntala el 2016 con oro y señala ya a un 2017 en el que «iniciaré la segunda parte del partido de mi vida, una parte en la que me voy a enfocar más en el cine y la televisión».

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