«No estamos gastando dinero público, nuestra financiación es privada»

«No tengo ninguna duda de que esta es la excavación más difícil que me he encontrado en mi vida», reconocía hace unos días Javier Navarro Chueca. El arqueólogo director del equipo que busca fosas de la Guerra Civil en Alfacar no solo se refería a las circunstancias del terreno, sino también a la lluvia de críticas que ha caído sobre el grupo desde que se iniciaran los trabajos en el Peñón del Colorado hace tres semanas.

Las más reiterativas son las que acusan al equipo de «beneficiarse de las ayudas públicas», críticas que los arqueólogos insisten en rechazar una y otra vez. Tal y como ha explicado Navarro Chueca en varias ocasiones, el proyecto se ha financiado mediante micromecenazgo, un sistema conocido popularmente como crowdfunding y que consiste en la entrega de pequeñas donaciones desde el ámbito privado.

Para aclarar la situación y evitar nuevos ataques, el equipo ha aportado más detalles sobre el origen de los fondos. Entre los participantes en la campaña de financiación estuvieron los socios de Regreso con Honor, asociación que preside Navarro Chueca y que impulsa las excavaciones. «Respondieron con aportaciones de 50, 60 y 100 euros», señala el arqueólogo. A ellos se sumaron dos amigos personales de Navarro Chueca, Julián Betrías y José Antonio Porcel, que aportaron 1.000 y 600 euros respectivamente.

Pero el equipo tuvo más ayudas. Entre ellas la de la Universidad de Nottingham y la de Mercedes López Baralt, profesora de Literatura de la Universidad de San Juan de Puerto Rico. «Nottingham aportó 1.000 libras y Mercedes se quedó fascinada con el proyecto y nos envió 1.000 dólares», recuerda Navarro. La otra, la más importante, fue la de un industrial vasco que prefiere quedar en el anonimato que puso 6.000 euros y recientemente visitó Alfacar para conocer de primera mano la evolución de la búsqueda.

0,0004 euros por andaluz

El equipo de arqueólogos solo reconoce una aportación por parte de la administración pública. Se trata de la maquinaria empleada en la excavación durante los primeros cuatro días. «La Delegación Provincial de Fomento nos proporcionó maquinaria pesada durante una semana, pero fue retirada por las quejas», recuerda Navarro Chueca. Esa ayuda en especie, es decir, en el permiso para usar la pala giratoria y el camión, ha sido valorada en 4.000 euros, cantidad nimia si se la compara con el número de andaluces que la habrían sufragado indirectamente. «Si el uso de las máquinas se valora en 4.000 euros y el padrón de 2015 dice que hay 8.399.043 andaluces, aproximadamente cae a 0,0004 euros por cada andaluz».

A las críticas sobre la financiación se han sumado las referentes al objetivo de la búsqueda. Muchos han señalado que el equipo se afanaba en buscar a Federico García Lorca en contra de los deseos de la familia del poeta, una afirmación que es rotundamente falsa a los ojos de los arqueólogos. «Estamos buscando una fosa que contiene los huesos de Dióscoro Galindo, que es nuestro objetivo principal, y que tiene también los huesos de Joaquín Arcollas y Francisco Galadí, que son banderilleros anarquistas y que buscamos también porque está presente también la CNT. Es evidente que también puede estar Federico García Lorca, pero respetamos mucho lo que dice la familia; no estamos buscándolo ni les estamos obligando a hacerlo».

Avance de la búsqueda

Más allá de las críticas, el equipo continuaba ayer con la búsqueda de los pozos en el Peñón del Colorado. Las máquinas se afanaban ayer en la retirada del material aportado en 1998 para la construcción de un campo de fútbol. Estos movimientos de tierra se concentraron en la banda más cercana a la carretera que une Víznar y Alfacar, punto en el que el equipo cree que hay más posibilidades de hallar el tercero de los pozos.

Aunque por el momento las máquinas han logrado desalojar una gran cantidad de terreno, el nivel natural de esta zona se encontraría aún unos metros más abajo. Esto hace pensar al equipo de arqueólogos que los movimientos de tierra se extenderán aún «entre dos y tres días». A falta de la finalización de esta fase, los arqueólogos procederán hoy a pasar el georradar por la zona limpiada en los últimos días.

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