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Proteger a los 'peques' de riesgos en red sin ser informático

Proteger a los 'peques' de riesgos en red sin ser informático

La Escuela de Padres organizada por IDEAL reabrió ayer sus puertas con una ponencia de 'Angelucho' sobre los peligros de Internet

javier morales

Viernes, 30 de septiembre 2016, 00:40

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Póngase en situación. Usted descansa en el sofá mientras que sus hijos juegan tranquilamente en sus respectivas habitaciones. Nada malo podría ocurrir. Ahora, reflexione sobre algunos de los delitos que podrían acechar a los menores en la calle: acosos, estafas, robos... Y coloquen el prefijo 'cíber' delante. Comprenderán entonces que también son muchos los riesgos a los que están expuestos a través de sus ordenadores, tablets y móviles al tiempo que juegan o charlan con sus amigos. Estos peligros y la solución a los mismos fueron objeto de estudio en la sesión inaugural de la Escuela de Padres de IDEAL, que en la tarde de ayer reabrió sus puertas de la mano del juez de menores Emilio Calatayud y el bloguero Ángel Pablo Avilés, 'Angelucho', guardia civil experto en Internet.

Emilio Calatayud | Juez de Menores

  • LAS FRASES

  • «Antes vivíamos tranquilos cuando los hijos estaban en casa. Ahora, con Internet es imposible estarlo»

  • «Si nuestros hijos fallan en las nuevas tecnologías, a lo mejor es culpa nuestra, debemos pensarlo»

Entre las conclusiones extraídas de la sesión en el teatro CajaGranada, que la 'brecha digital' ya no es una excusa para los padres. Para evitar los peligros que acechan en la red, los progenitores no han de ser expertos informáticos. Basta conocer cómo funciona Internet para educar a los más pequeños en el uso de los aparatos con los que conviven las 24 horas del día.

Un uso que puede llegar hasta el punto de la adicción. «Hemos tenido hasta intentos de suicidio con niñas que están encerradas sin móvil para darles tratamiento», aseguró el magistrado, quien calificó a algunas nuevas tecnologías como una «droga» y un «peligro» si no se controlan en casa. No obstante, en la mayor parte de las ocasiones no son los menores los responsables de las 'travesuras' que pueden acabar en delito. El peso recae también sobre padres, docentes, y hasta sobre las leyes, que en ocasiones ponen trabas a las gestiones para proteger a los menores. Avilés y Calatayud se refirieron, por ejemplo, a la dificultad para obligar a las redes sociales y páginas web a eliminar contenidos que pueden llegar a incitar a la anorexia. E incluso al suicidio.

En el currículum de 'Angelucho', miembro del Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa figuran publicaciones sobre seguridad en red como 'X1Red+Segura Informando y Educando V1.0'. Fruto de su experiencia, los asistentes a la Escuela de Padres pudieron contemplar todo tipo de casos reales que demostraron, entre otras vulnerabilidades, lo sencillo que es acceder a la configuración de un router, robar la contraseña de una red inalámbrica o localizar la fecha o el punto exacto en el que se tomó una fotografía. Procedimientos al alcance de cualquiera, también de los más 'peques', a través de los miles de videotutoriales que circulan por la red de redes.

Ángel Pablo Avilés, quien se refirió a Calatayud como un 'hacker', ya que interpreta la ley en beneficio de los demás, subrayó que los progenitores pueden ayudar a los niños «a disfrutar de las nuevas tecnologías de forma segura». Aislarles de los aparatos o redes sociales de moda no es una solución, ya que pueden sufrir marginación social. «Si nuestros hijos fallan en las nuevas tecnologías, a lo mejor es culpa nuestra, debemos pensar», incidió.

Mientras hace una década el ordenador era el único elemento capaz de acceder a Internet, ahora cualquier dispositivo permite conectar con millones de personas, lo cual ha dificultado a las familias la educación de los pequeños en valores tecnológicos. «Yo no creo en la 'brecha digital', porque los niños no son nativos digitales», señaló. No obstante, los padres no están preparados para reaccionar a algunos de los problemas que los menores afrontan cuando navegan por la red o utilizan aplicaciones para móvil. Un desconocimiento que da lugar a lo que denominó «huérfanos digitales».

A la vista de cualquiera

El 'oversharing', o lo que es lo mismo, exponer nuestra intimidad ante millones de personas, fue uno de los supuestos citados por el bloguero para poner de manifiesto el peligro que se puede esconder tras una simple foto celebrando un cumpleaños o del beso de una pareja. La misma puede extenderse en apenas segundos alrededor de todo el planeta, de teléfono en teléfono. Y con la misma facilidad, los delincuentes de la red pueden, a través de chats, haciéndose pasar por otros menores, convencer a los niños para que les envíen imágenes. Los ciberdepredadores se sirven de todo tipo de técnicas sociales para persuadir a los pequeños, incluso hasta el punto de conseguir citas en persona.

Y como transmisores de estos peligros, y los otros muchos enumerados por Calatayud y 'Angelucho', no siempre hay páginas web extrañas ni signos evidentes de engaño. Basta cualquiera de las redes sociales instaladas en los teléfonos de padres e hijos para que una simple charla termine en un calvario para el menor. La educación es la mejor arma para prevenir tales casos.

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