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Fernando García Noguerol muestra algunas de las imágenes que conforman su colección
«Soy un loco de las fotografías antiguas. La 'malafollá' es muy nuestra, pero no se puede fotografiar»

«Soy un loco de las fotografías antiguas. La 'malafollá' es muy nuestra, pero no se puede fotografiar»

Las fotografías que atesora Fernando García Noguerol están llamadas a hacerse un rincón en la memoria colectiva de Granada

Carlos Morán

Lunes, 1 de febrero 2016, 09:39

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Fernando García Noguerol (Granada, 1935) es tan del Granada CF que ya no va al campo de Los Cármenes. Se cansó de sufrir el año pasado y no renovó el carné de socio. Fernando adoptó la decisión una tarde gélida en la que el histórico, para variar, cayó en casa tras perpetrar un juego calamitoso. Además de la derrota, el frío se le agarró a los riñones y le dejó una lumbalgia de esas que harían doblar la cerviz hasta a un legionario. Para acabar de arreglarlo, se tomó un par de copas al salir del estadio intentaba olvidar el fracaso deportivo y el dolor y el remedio fue peor que la enfermedad. Al día siguiente también tenía resaca. Así que se quitó del fútbol en vivo y en directo, y se apuntó a la tele de pago. Pero sin histerismos. El pasado lunes se olvidó de ver el tétrico Eibar-Granada CF y eso que ganó. Cuando se trata del equipo de sus entretelas, Fernando prefiere no mirar y ahorrarse padecimientos e inrritaciones.

Para todo lo demás, en cambio, siempre tiene los ojos muy abiertos. De hecho, y aparte de fotógrafo insaciable es uno de los mayores coleccionistas de imágenes antiguas de Granada, su patria chica. No las ha contado, pero sabe que son más de dos mil. Incluso puede que tres mil.

Divorciado, padre de cinco hijos, abuelo y bisabuelo, Fernando atesora estampas de lugares que ya no existen, Sierra Nevada sin remontes, por ejemplo, o de sucesos añejos e impactantes, caso del día en que un puñado de ciudadanos salvó a la Virgen de las Angustias de las llamas.

Fernando compaginó su pasión por la fotografía con la hostelería y, durante cinco décadas que se dice pronto, estuvo detrás de la barra de un bar, primero en el Campo del Príncipe y después, en la calle Molinos.

En resumen, que este hombre de 80 años, «para 81», no es que sea de Granada, es Granada. «Nací en la Cuesta de la Victoria, en el Paseo de los Tristes... Ahí nació el tío». Pues eso.

Profesionalmente, ha dedicado su vida a la hostelería, ¿cómo fueron sus inicios?

Empecé en una cafetería y en las horas libres vendía oro. Me compré una vespa y me iba por los pueblos vendiendo oro. Después, como me iba bien, me compré mi seiscientos, que en aquel entonces era un buen coche...

¿Con qué edad empezó a trabajar?

A los once años. Empecé de fregantín... No había agua caliente, ¡tenía unos sabañones! Yo he fregado millones de vasos y de platos, ¡millones! Luego me establecí en el Campo de Príncipe en 1970. Empecé poniendo rumbas y sevillanas en el bar, y de eso estoy sordo: de las palmas que me hicieron. Allí triunfé. Peroen 1978 declararon la casa en ruinas y me tuve que ir a la calle Molinos, que era el sitio más cercano que había. Y allí ya empecé con mi hobby, con las fotografías antiguas... En el bar de la calle Molinos tenía un puntero para señalar lo que se veía en las fotografías. Ypresumía de ellos, porque las fotos me las estudio.

¿Por qué esa afición?

Porque llegaron a mis manos un par de fotos... Me las regaló un señor y empecé a indagar. Y encontré más... Es que antes se encontraban fotos antiguas en la calle Elvira y otros sitios. Allí las compraba...

¿En las tiendas de anticuarios?

Sí. Yo me he gastado un pastón en fotografías antiguas. Pero es que antes tenía dinero. Ysiempre me han gustado las cosas antiguas. No las viejas, las cosas que tienen sabor. No sé explicarlo...

¿Cuánto se habrá gastado? ¿Ha hecho el cálculo alguna vez?

No lo sé. Si lo hubiera ido apuntando y lo sumase ahora, yo mismo me asustaría.

Y, además, también es fotógrafo, porque sigue siéndolo, ¿no?

No paro de hacer fotos. No pararé hasta que me muera. Bueno, menos las aéreas. Esas me las ha hecho un amigo de mi hijo que iba en parapente. Pero los últimas que he hecho son de hace un mes.

Las instantáneas de García Noguerol, con IDEAL

  • El domingo 7 de febrero, IDEALempezará a ofrecer a sus lectores una muestra de la inabarcable colección de instantáneas antiguas de Granada de Fernando García Noguerol. Ese día, el 7 de febrero, IDEAL entregará gratis, junto al diario, el álbum con las fotografías actuales y el espacio correspondiente para las antiguas, lo que permitirá que el lector pueda comparar el presente con el pasado. Las imágenes antiguas se entregarán gratuitamente de lunes a viernes con el ejemplar del periódico.

¿Dónde las tomó?

En Puente Verde y en el Salón. También saqué el monumento al flamenco del Violón. Ahí estaba antes el monumento a la Constitución, pero lo quitaron para ponerlo en la Avenida de la Constitución. Eso dijeron, pero hasta ahora yo no lo he visto. Lo que si han hecho en la Constitución es ponerle una estatua a García Lorca, que falta hacía.

¿Qué lugar de Granada le gusta más?

La Carrera del Darro. Yo digo que es la calle-museo de Granada. Lo que pasa es que creo que ya tiene demasiados árboles. ¡Verás como venga una avenida, igual tenemos una desgracia! También me gusta la calle Reyes Católicos, que no tenían que haberla embovedado nunca... Es que tenía trece puentes.

¿Pero sería partidario de destapar el río ahora?

No, porque ahora trece puentes ahí, ufff... Además, había un dicho que decía: Eres más feo que la riberilla del Darro, que las espaldas del Zacatín. Es que el río era ahí el trastero de las casas, donde la gente tenía sus gallinas y todo eso. Era una calle muy fea.

¿Y qué le parece toda esta Granada que ha surgido en los últimos años con edificios como El Cubo o el del Parque de las Ciencias?

Son edificios nuevos como los que hay en cualquier capital. Pero la Granada nuestra es ese Albaicín, donde hay una postal en cada rincón. Este mismo barrio donde vivo, el Zaidín, es muchos coches y mucho humo. No tenemos más nada. En cambio, entre los trece puentes del Darro había alguno boniquillo.

¿Cuál era su zona favorita de la Granada que ya no existe?

Tengo una pila de fotografías de cuando estaban haciendo la Gran Vía. Aquella zona era una maravilla. Tiraron 236 casas para hacer la Gran Vía. Desaparecieron calles estrechillas, callejones... El Zacatín iba desde Bib-Rambla hasta Plaza Nueva directamente. Allí estaba la Iglesia de San Gil, que también la tiraron... Va cambiando todo. Los barrios de Granada se están juntando con los pueblos. Es que hemos crecido mucho.

¿Lo suyo es nostalgia?

No lo sé. Lo que sé es que me gusta mucho. Soy un loco de las fotografías antiguas.

¿Le han llamado loco alguna vez?

No, no... decírmelo no. Le habrá dado fatiguillas decírmelo, ja, ja, ja. Pero yo disfruto con que Granada vea las fotografías. Además, con los años que tengo ya, que me queda un cuarto de hora de estar en este mundo, que las vea Granada.

¿Cuál es su imagen preferida?

Hay muchas. Una de las que más me gustan es una que se ve a una niña sentada en la puerta de una cueva del Sacromonte. Al fondo se ve a unos chaveas y detrás, la Alhambra. Ypor si le faltaba algo, hay un gato fantasma. Es un efecto raro y parece un fantasma.

¿Y le falta alguna fotografía en su colección?

Muchas. Tengo un amigo que me trae fotos que caza por Internet. Pero yo no entiendo de eso y me parece que no puedo hacer nada con esas fotos, porque no son mías: ni las he comprado ni me las han regalado.

Con la revolución de los teléfonos móviles, todo el mundo tiene ahora una cámara o dos, ¿esa democratización es buena para la fotografía o la empobrece?

Pienso que van a desaparecer los fotógrafos ya. Ahora llega un tío, se hace una foto con él móvil y en ese mismo momento se la manda a un primo que tiene en Alemania. Antiguamente tenías que hacer un carrete, revelarlo y pagarlo, y sólo entonces tenías las fotos. Yo tengo un móvil con cámara, pero no la uso. El que quiera fotografías de calidad, no las saca con un móvil. Se ha ganado en facilidad, pero no en calidad.

¿Ha podido retratar a la malafollá?

No, no... La malafollá es muy nuestra, pero cada uno tiene la suya y ahí no se puede tocar, no se puede fotografiar. Hay quien tiene más malafollá y quien tiene menos. Hay quien tiene malafollá para echarle a los perros. Se lo dice uno que ha estado 52 años detrás de una barra. Sólo por los andares sé la malafollá que tiene una persona, ja, ja, ja. Esa mundología te la da la barra. No la puedes aprender en ninguna universidad.

Hemos vuelto al principio de la entrevista, a las tabernas. Como pasa con las cámaras, ahora también hay más bares que nunca...

Lo que hay ahora de bares yo no lo entiendo. Dicen que es por la tapa. Para mí, la tapa es un regalo de la casa. Ponías una albondiga para que el cliente dijera: ¡Qué buena está, póngame una ración!. Pero ahora no se venden raciones. Es normal, porque ahora te ponen de tapa un plato de calamares a la plancha con ensalada. Te tomas dos vinos y ya has cenado. ¡Hay hasta quien te pone un bocadillo de tapa! Te tomas diez vinos, echando por lo largo, ¿y te tienes que comer diez bocadillos? Eso es imposible. Antes, una tapita era un regalo de la casa para abrir el apetito...

Una especie de cebo para que el cliente pasara a las raciones de pago, ¿no?

Eso es. En mis tiempos era un detalle. Ahora no, ahora con una tapa te dan de comer. No lo entiendo. Pero dicen que sino lo haces así, no vendes. Yo he llegado tarde a esto.

¿Se va a salvar del descenso el Granada CF?

El año pasado fui a un partido del Granada a las diez de la noche y pasé tanto frío que me puse malo: me dolía toda la cintura del frío que pasé Me tuve que comprar una manta eléctrica. Encima, perdió el Granada. Salí cabreado y me tomé dos o tres copas... Así que al día siguiente me levanté hecho polvo y mandé al Granada a tomar vientos. Este año ya no me he sacado el carné. Ahora lo veo en la tele.

Se sufre menos...

Claro, porque puedes apagarla, ja, ja, ja. Menos mal que se me olvidó ponerla el día del cinco a uno del Eibar. Me alegro de no haberlo visto. Es que yo nunca entiendo que el otro haya jugado mejor:yo lo que entiendo es que ha perdido mi Graná. Esperemos que este año vuelva a tener suerte al final.

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