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Dos mujeres contemplan la exposición.
Volando a través de la historia

Volando a través de la historia

Bajo el nombre de Pasión por volar, y en cuatro capítulos, el Museo ABC muestra un recorrido a través del desarrollo de la aeronáutica en España, desde sus inicios en 1896 hasta el momento actual

Alberto Ferreras

Sábado, 8 de agosto 2015, 07:44

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De la hélice a los reactores. De los primeros vuelos en campos de tierra a las más vanguardistas terminales de los aeropuertos internacionales. Nadie podía suponer que en un periodo de poco más de 100 años, el hombre pasara de dar sus primeros pasos en el vuelo a bordo de un frágil artefacto monoplaza, a llegar a transportar, a varios miles de kilómetros de distancia, a centenares de personas a bordo auténticas maravillas de ingeniería.

La exposición se estructura en cuatro capítulos, que hacen un recorrido por la historia de la aviación española, con algunas referencias a acontecimientos internacionales. En La vida en el aire (1896-1929) se dan a conocer los nombres de los pioneros que comenzaron la conquista del cielo. Desde aquel lejano y primer vuelo de los hermanos Wright el 19 de diciembre de 1903, pasando por el realizado en 1909 por Antonio Fernández Santillana, modisto que se convirtió en el primer aviador de nuestro país, pilotando un biplano diseñado por Santos Dumont. El aeroplano sería conocido mundialmente como el aeroplano Fernández.

El segundo capítulo, Más alto, más rápido, más lejos más cómodos (1930-1949) hace una introducción en la calificada como época dorada de la aviación, punto de partida de los vuelos comerciales. Fue un periodo histórico en el que se buscaba el confort en el interior de los aeroplanos, destinados ya al transporte de personas. Aparatos más fiables y más rápidos abrieron rutas que en los años 30 se multiplicaron rápidamente. Nacen las aerolíneas y el cuidado del pasajero se convierte en prioritario. Iberia comienza utilizando los Douglas DC-3 y DC-4, pero la evolución es tan rápida, que la llegada de los Lockheed L-1049G Super Constellation, primeros aviones presurizados de la compañía, hacen que los vuelos transoceánicos tomen otra dimensión. En 1961, la incorporación a la flota de los Douglas DC-8 abre la era de los reactores, aviones que volaban más alto, más rápido, más lejos y sin vibraciones. Con ellos comenzó la era moderna de la aviación comercial española. Y por necesidades logísticas, llega la etapa de la expansión y crecimiento de los aeropuertos, que en sus comienzos eran principalmente espacios útiles y lúdicos para los visitantes de fin de semana.

La tercera parte, El lujo de volar (1950-1969) muestra la manera de viajar a mediados del pasado siglo XX. La herencia de los grandes clippers como el Boeing 377 Stratocruisser llega a la aviación moderna. El concepto de viajar confortablemente como si de un crucero se tratara se lleva a los cielos. Volar era un acto glamuroso, un ritual que se repetía en cada trayecto, especialmente en los largos. Los aviones eran centros de reunión, de relaciones sociales, de negocios. Viajar en avión significaba para el pasajero vestir como si se acudiera a un hotel de cinco estrellas, y ese pasaje era atendido por tripulaciones que mimaban hasta el más mínimo detalle. Ser piloto o azafata era un privilegio. Pan Am fue posiblemente la compañía aérea que aglutinó todos esos conceptos. El mítico Boeing 707 fue testigo directo de ello.

Y por último, El boom aéreo (1970-2000), una etapa en la que el transporte por aire se populariza, haciéndose accesible a la inmensa mayoría de la población. Pese a que el vuelo supersónico (nacido comercialmente en 1976 y representado por el Concorde) estaba limitado a unos pocos privilegiados, la llegada del Boeing 747 Jumbo, lanzado precisamente por Pan Am, contribuyó de manera definitiva a que se doblara el número de pasajeros en cada trayecto. Eso permitió abaratar el precio de los billetes, abriendo la guerra de ofertas entre compañías aéreas, dado que la clase que más demandaba pasajes era la turista, el gran cliente de las aerolíneas. Esta cuarta etapa final no sólo no ha terminado, sino que abrió la puerta del siglo XXI, con la popularización y proliferación de las low-cost. La puesta en servicio en 2005 del Airbus A380 ha venido a dar la razón a los que preveían la gran globalización del transporte aéreo.

La muestra se complementa con una amplia muestra de grabados temáticos y carteles anunciadores de las novedades y destinos de la compañía Iberia. También se pueden ver varias maquetas de aviones comerciales en servicio o pertenecientes a décadas anteriores, así una gran colección de imágenes de la evolución de los aeroplanos a lo largo de la historia, desde el Breguet 14 al Airbus A350.

Mención especial merece la evolución de los uniformes del personal femenino de cabina. Ocho maniquíes muestran trajes originales diseñados por Pedro Rodríguez, Pertegaz, Elio Berhanyer o Adolfo Domínguez, entre otros. Un recorrido que abarca desde los diseños de inspiración militar de 1946, a aquellos en los que predominaban los colores corporativos, para finalizar en los elegantes y funcionales de 2005, características estas últimas que se siguen siendo el objetivo principal de los uniformes actuales.

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