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Soleá Morente ha presentado esta semana un single en el que muestra su interés por la poesía de García Lorca
Los poetas de los Morente

Los poetas de los Morente

La salida del primer single de Soleá Morente, 'La ciudad de los gitanos', desvela nuevamente la apuesta del clan granadino por los poetas como fuente de inspiración

Pablo Rodríguez

Sábado, 27 de junio 2015, 01:13

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Al lector habitual no se le escapa el aroma lorquiano del primer single de Soleá Morente. La hija pequeña del genio albaicinero estrenó este martes 'La ciudad de los gitanos', un pequeño trabajo en formato digital al que ha bautizado con uno de los versos del famoso Romancero Gitano de Federico García Lorca. El tema, compuesto por Jota de los Planetas, recupera una de las esencias del clan Morente, la inspiración en los grandes poetas, una característica recurrente en las carreras de Enrique Morente y su hija Estrella y que hora retoma la hija pequeña del cantaor.

'La ciudad de los gitanos' es la adaptación de uno de los más polémicos poemas de García Lorca. Se trata del 'Romance de la guardia civil española', una obra que publicó en 1928 el poeta de Fuentevaqueros y que fue comprendida en la época como un furibundo ataque contra la Benemérita. El poema narra una acción del cuerpo policial sobre los gitanos, que se ven sometidos por la carga de la Guardia Civil en una noche que queda encuadrada en la época navideña. El escenario es Jerez, aunque Jota y Soleá han acercado implícitamente a Granada los versos. La hija pequeña de Enrique Morente y Aurora Carbonell toma calculadamente algunas partes del poema -"La ciudad de los gitanos, / con las torres de canela, / estandartes y faroles, / por esquinas y azoteas..."- en los que palpita esa Granada idealizada de la gitanería. Detrás de su voz resuenan potentes las guitarras y, de esta manera, se retoma también ese espíritu indie y literario que tantos éxitos diera a la familia anteriormente.

Aunque este single suena ya en abierto, aún quedan unos meses para que el público granadino pueda escuchar el primer trabajo en solitario de Soleá. 'Tendrá que haber un camino', que así se llamará presumiblemente el disco, se publicará en septiembre. Hoy en día es el secreto mejor guardado de la artista. Poco ha comentado sobre él, aunque parece probable que la hija 'indie' de Morente continúe la línea literaria que inicia con el single recién publicado. Ya en su entrevista a IDEAL, en enero, insistía en su gran interés por la Literatura. "Me gustan mucho Cervantes y Bécquer; Borges me apasiona y me engancha muchísimo. He leído 'El Aleph' un par de veces y ' Ficciones' también. Bueno, y Lorca...", dijo.

Pasión familiar

Esa pasión literaria tiene su origen en la influencia de sus padres y puede comprobarse en la propia discografía del cantaor albaicinero. Es a Andrés Raya, probablemente uno de los hombres clave para entender la evolución del Flamenco en el último siglo, al que hay que agradecer uno de los mejores apodos de Enrique Morente. El de Fernán Núñez lo definió como 'Cantaor de los poetas' en su blog al recordar el homenaje que el albaicinero rindió en forma de disco a Miguel Hernández en 1971. Ese año Hispavox publicaba en México y España un trabajo en el que el cantaor granadino ponía voz a versos del poeta de Orihuela. Poemas como 'El niño yuntero', el mítico 'Nanas de la cebolla' o 'Aceituneros' resplandecían en la garganta de Morente, que ya dos años antes de la grabación confesaba a Raya por teléfono que "cuando leo algunos poemas hasta los cantiñeo como si fueran letras flamencas".

La pasión poética moretiana se extiende más allá de Hernández en la discografía. El cantaor amó profundamente la obra de Federico García Lorca hasta el punto de que hoy, para muchos de los seguidores del genio del Albaicín, es complicado no encontrar su voz al leer libros como el Romancero Gitano, Poemas del Cante Jondo o Poeta en Nueva York. Precisamente a este último trabajo lorquiano dedicó el que sea su disco más influyente, 'Omega'. Contaba Fernando Barrera, autor de 'Un rockero llamado Enrique Morente. En torno a Omega (1996)', que Morente llevaba años tratando de abordar esta obra de Lorca desde mucho antes. "Antonio Arias contacta con Enrique Morente en los 80, su intención era hacer solo la canción 'Omega'. Por otra parte, Morente también llevaba tiempo dándole vueltas a un disco basado en la obra de Federico García Lorca y Leonard Cohen. Al final ambos deciden sacar el disco en conjunto y así empiezan las grabaciones". Ese fue el origen del disco, un trabajo en el que diez de las trece canciones portaban versos del poeta de Fuentevaqueros. Son temas tan universales ya como 'Omega (Poema para muertos)' -"Espera. / Las hierbas. / No solloces. Silencio, que no nos sientan"- o 'La Aurora de Nueva York' -"La aurora de Nueva York tiene / cuatro columnas de cieno / y un huracán de negras palomas / que chapotean las aguas podridas"- en los que Enrique Morente unió para siempre su voz a la del escritor granadino.

Aunque en 'Omega' palpitaba Federico, es 'Lorca' la obra en la que más se sumerge el cantaor en el universo lorquiano. En ese disco, publicado en 1999, el albaicinero puso voz a poemas como 'Gacela del amor imprevisto', que el de Fuentevaqueros publicara dentro del Diván del Tamarit, o 'La leyenda del tiempo', que formó parte del lorquiano 'Así que pasen cinco años' y que también hiciera inmensamente popular Camarón de la Isla. La conjunción de Federico y Enrique fue tal que resulta complicado mencionar absolutamente todos los guiños que el cantaor hizo al poeta. Sin embargo, es obligatorio recordar uno de esos temas que hoy en día mantienen una vigencia maravillosa. Es el caso de los versos a los que Morente puso voz en 'A la hora de la muerte'. Esta canción, que formó parte del machadiano disco 'Se hace camino al andar' publicado en 1975, rompe con uno de los más bellos finales que Enrique grabó. "Abierta estaba la rosa / con la luz de la mañana; / tan roja de sangre tierna, / que el rocío se alejaba; / tan caliente sobre el tallo, / que la brisa se quemaba; / ¡tan alta!, ¡cómo reluce! / ¡abierta estaba!", una secuencia que procede de 'Doña Rosita la Soltera o el lenguaje de las flores', una obra de teatro que publicó Lorca cuarenta años antes de que Morente la rescatara.

No solo a García Lorca y Miguel Hernández puede encontrarse en la discografía de los Morente. Como el magnífico lector que fue, el cantaor recuperó las voces de otros autores como Nicolás Guillén o Manuel Machado. Al primero lo honró a través de la bulería 'Esta es la canción del bongó' -"en esta tierra mulata de africano y español / santa bárbara de un lao del otro lado changó / cuando nos falta un abuelo es porque nos sobra algún Don"- que porta versos que proceden de la famosa 'Canción del bongó' que escribera Guillén. A Machado lo podemos oír a través de 'Mi pena', que grabó Enrique Morente para el disco Sacromonte en 1982. "Mi pena es mu mala, / porque es una pena que yo no quisiera / que se me quitara" cantaba el albaicinero, versos que proceden del machadiano poema 'La toná de la fragua'. También en el famoso 'Yo, poeta decadente' que se convirtió en un himno morentiano hasta el punto de ser homenajeado por su hija Soleá junto a Los Evangelistas en 2011.

Los clásicos

Si algo ha marcado la discografía de Enrique Morente y su hija Estrella son los poetas clásicos. San Juan de la Cruz, una de las voces más influyentes de la Poesía en español, forma parte de ese mosaico literario de los Morente. Enrique musicó una de las obras cumbre de la Poesía en español, 'Cantar del alma que se huelga de conocer a Dios por fe', un poema en el que el autor del Cántico Espiritual realiza una de las más bellas exaltaciones de la fé. "Que bien sé yo la fuente que mana y corre, aunque es de noche" escribió San Juan, versos que cantó Morente en el magnífico tango 'Aunque es de noche'. El acercamiento al santo escritor del granadino también se tradujo en otro de esos temas inmortales de su discografía. Es el caso de 'El Pastorcito', que recorría el homónimo poema del autor y que grabó para el disco 'Cruz y luna' en 1983.

Por su parte Estrella Morente musicó 'Tras de un amoroso lance. Otras del mismo a lo divino', uno de los poemas más conocidos del poeta. Lo hizo junto a Michael Nyman en 2012. La orquestación construída por el compositor servía de guía para Estrella, que asciende verso a verso -"Fui tan alto, tan alto que le dí a la caza alcance"- a lo largo de la canción, que forma parte del disco 'Autorretrato'. Los clásicos son los poetas, que además de Lorca, han logrado unir a los Morente. Como prueba está la Misa Flamenca, un trabajo realizado por Enrique Morente en los 90 y que tomaba poemas del mencionado San Juan de la Cruz y de Fray Luis de León. Esta obra ha sido recientemente retomada por su hija Estrella, que la interpretó con éxito hace apenas unos meses en Murcia.

Pero son los versos de Almutamid, rey poeta de la Sevilla prealmohade, los que congregan las tres voces de la familia granadino. Su poema 'En un sueño viniste' fue musicado por primera vez por Enrique Morente en el disco 'Cruz y luna'. Esta versión es una fantasía en la que los ecos orientales acompañan magistralmente la voz del cantaor, una obra de arte en la que el padre de la saga dejó entrever ya su interés por profundizar en la fusión de sonidos. A esta adaptación siguió la realizada por Estrella Morente en 'Autorretrato'. La de la cantaora se sumerge más en lo flamenco. Palmas y la guitarra perfecta de Vicente Amigo acompañan a una voz capaz de erizar el alma. Existe también otra versión en la que Estrella se vuelca más en el Pop. Es del año 2011 y fue realizada en el álbum Quasar. El círculo lo cerró un año más tarde Soleá Morente. Como parte del homenaje que Los Evangelistas realizaron a Enrique Morente, la hija del maestro puso voz al mítico tema de su padre que en el disco de la banda aparece cantado por Antonio Arias. En los conciertos, Soleá acercó el tema al aire 'indie' del grupo logrando un sonido más oscuro, más cargado y demostró que la herencia poética de los Morente seguía vive, una 'herencia' que vuelve a latir esta semana con la publicación de 'La ciudad de los gitanos'.

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