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«Aunque desde el teatro del absurdo, 'Fando y Lis' retrata la tragedia de muchas parejas»

«Aunque desde el teatro del absurdo, 'Fando y Lis' retrata la tragedia de muchas parejas»

El granadino Sergio Milán y Beatriz Melgares traen mañana al Teatro del Zaidín ‘Fando y Lis’, una polémica y brillante obra cuyo eje central es la búsqueda del amor verdadero y la felicidad

Pablo Rodríguez

Viernes, 29 de mayo 2015, 01:06

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El actor granadino Sergio Milán, autor del exitoso y premiadísimo cortometraje 'Para Sonia', protagoniza mañana junto a Beatriz Melgares la adaptación de 'Fando y Lis', una de las obras más brillantes y polémicas del teatro español. Ideada por Fernando Arrabal en los años 50, la historia de Fando y Lis levantó una polvareda de críticas por la forma de mostrar el dolor y la agonía del día a día de muchas parejas. Ese trauma oscuro y violento generado por los personajes es lo que la compañía La Jartá representará en el Teatro del Zaidín a partir de las 20:30 horas, una cita para la que aún quedan entradas.

¿Qué ha supuesto para ti el éxito del corto 'Para Sonia'?

Ha significado la sensación de llegar a tanta gente desconocida, a eso que se llama el gran publico Es algo nuevo como director, muy bonito, porque hay gente que te llama para contarte lo que ha sentido viendolo. Para Sonia me ha permitido sentir el calor y además, en lo profesional, crecer de manera exponencial con La Jartá, un proyecto de tres años que ahora avanza muy rápido.

El corto contaba la vocación de doblaje de Sonia, una chica invidente, ¿es ese el mejor homenaje que puede tener el cine?

Es un homenaje al cine, a la historia de Sonia y la de tanta gente como ella que, a pesar de encontrar trabas, busca la forma de alcanzar sus metas. La pasión de Sonia era el cine y lo que queríamos era mostrar esa relación, mostrar esas voces que son la voz del cine, que le hicieron soñar y vivir el cine. Por supuesto es también un homenaje al doblaje español, aunque sin tomar posición en la polémica entre versión original y doblaje.

Sobre la polémica entre V.O. y doblaje, ¿considera que se está siendo injusto con los dobladores?

No, para nada. Mi filosofía personal es que la mayor justicia es poder tomar todas las decisiones que podamos. Veo maravilloso poder elegir y el gremio del doblaje ha insistido también en esto. Ellos no vienen a volver a la gente inculta, como se ha dicho, sino a ofrecer una alternativa.

Vuelves a Granada con 'Fando y Lis', una obra marcada por la polémica, ¿de verdad es para tanto?

No, para nada. Lo de la polémica es hasta qué grado cuerpo y mente están preparadas para ver algo que duele. En nuestra propuesta nuestra violencia es muy poética, no es el tipo de violencia con la que se representa habitualmente. Nuestro 'Fando y Lis' es duro por el agobio que genera una persona sobre otra en un entorno que se puede percibir como el día a día de muchas relaciones, que se ve en parejas que no saben salir de un bucle en el que ambos se hacen daño. Lo que más duele al espectador es no poder tomar una decisión.

Es una obra compleja, con personajes que tienen varios planos de personalidad, ¿exige mucho?

Sí, sin duda. Como actor la veo como una tarea de aprendizaje. Es una obra para cinco actores, pero que nosotros llevamos a escena solo con dos.

¿Por qué?

La estudiamos durante años y vimos que los tres secundarios nunca coinciden con Lis, la protagonista. Además los tres tienen una meta diferente. Uno quiere llegar a Tar, el otro quiere volver al origen y el tercero media entre ellos. Al final lo entendimos como una representación de los conflictos que tiene Lis y eso es lo que hemos querido trabajar. Ellos tres son la tripolaridad de Lis, esa locura que aparece por el maltrato de Fando. Por eso hemos integrado los tres personajes en ella. Sí, es una obra muy exigente y además hemos querido hacerla cercana porque por su propia estructura, que repite muchas veces las mismas frases, entendimos que no era tan importante lo que se dice como lo que se expresa. Así que hemos intentado dar una vuelta de tuerca al trabajo electoral y la concepción de los personajes.

Personajes

Fando es uno de los personajes más impactantes de la historia del teatro, ¿cómo lo ves desde dentro?

Fando no me parece un personaje sucio, sino un personaje que me provoca mucha pena. No lo veo como el maltratador que parece en la obra, sino como una persona que ama de una manera extrema, con una pasión sin límites por el presente y que explota cuando ve que no es suficiente para Lis, cuando pretenden sacarle de ese juego del presente. Lo veo como un niño que quiere jugar y sentirse importante y que siente un amor extremo, pero que cuando llega la hora de decirlo, se corta.

¿Percibes que Fando es un personaje real, con el que podemos encontrarnos hoy en día?

Sí, por supuesto. Aunque Fando y Lis tiene un texto que es Teatro del Absurdo, al final la relación entre ambos personajes refleja la esencia de muchas relaciones cotidianas. Es la realidad de hoy en dia y no solo por el maltrato, sino por esa gente que está una eternidad con la misma pareja y no la dejan a pesar de haber perdido el amor porque para ellos son casi hijos. Es como esas mujeres que no dejan al marido porque no saben ni freirse un huevo. Eso se ve en la obra y es también una forma de encierro.

¿Es Tar, el lugar al que quiere llegar Lis, la salida a ese encierro?

Tar puede ser mil cosas: el cambio, la evolución, la muerte... Es algo diferente a lo que aspirar y algo que no se alcanza en una relación de la que no se puede escapar por las cadenas emocionales que hay. Esas cargas que impiden avanzar son la esencia de Fando y Lis.

La crítica ha destacado la importancia que adquieren los objetos en la obra, ¿cómo surge la idea?

Tanto yo como Beatriz Melgares procedemos de la escuela de Jorge Eines, donde se apuesta por la importancia de los objetos. La gente puede creer que un objeto es otra cosa si tú lo crees. Esa es la base que define este trabajo y lo que está destacando, conseguir que un perchero sea algo horripilante.

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