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Irene López en su imagen artística como Vinila Von Bismark.
"Me gusta ese punto granaíno de reírte de ti misma, y añadirlo al 'glamour' del burlesque"

"Me gusta ese punto granaíno de reírte de ti misma, y añadirlo al 'glamour' del burlesque"

Irene López Mañas (Vinila Von Bismark), cantante y bailarina | Desde la escena musical alternativa ha logrado extender una alfombra roja al descaro, sensualidad y erotismo de un ‘musichall’ postpunk

Juan Enrique Gómez

Miércoles, 23 de julio 2014, 01:44

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Su nombre es Irene López Mañas (1986) aunque realmente se le conoce como Vinila Von Bismark, una chica que asegura ser peligrosa no solo por haber nacido en la localidad granadina de Peligros. Ha puesto patas arriba la cultura de teatro musical de este país al recuperar la revista y el vodevil, desde el más puro rock and roll, rockabilly e incluso aportarle aires punk. Dj, cantante, actriz y bailarina, inició su carrera en las salas de conciertos granadinas con proyectos que rompieron los esquemas del underground, (Colectivo Performace Punk, Freak Factory) y le llevaron a luchar en las ligas mayores, donde ha sido la gran sorpresa, la reina de un estilo tan personal que nadie ha logrado calificar, a caballo entre el cabaret, el rock y el circo. Ahora, esta granadina de Peligros, pasea por toda España la segunda entrega de un espectáculo musical, teatral y circense, The Hole, hace de DJ en las principales salas y presenta disco en solitario.

Irene López tenía la meta de ser una diosa musical. ¿Vinila ha colmado ese sueño?

Para mí el sueño se está cumpliendo. No me hace falta mucho más de lo que tengo. Trabajo todos los días en lo que me gusta. Actúo muchísimo como Dj. Estoy inmersa en un gran espectáculo, y tengo un disco en solitario que acabo de sacar y estoy dando conciertos. No me puedo quejar... y sí, se podría decir que el sueño se cumple día a día. La verdad es que soy culillo de mal asiento y siempre hay nuevas ilusiones. Mi meta en este momento es salir al extranjero.

¿Por qué eliges un nombre 'discográfico' y 'aristócrata'?

El primero es por mi pasión por la música. Desde pequeñita he coleccionado vinilos. Soy sobrina de Djs y he heredado de mis tíos muchos discos, y la parte aristocrática del nombres es para dar miedo, para infundir respeto. Es broma. Me gustaba esa expresión.

¿Y no tiene nada que ver con la movida marbellí de los ochenta?

Es verdad que recuerda a algún personaje concreto, aunque no soy muy consciente de la movida marbellí, sé más de lo que fue la madrileña, aunque en el caso Gunila, me gusta decir que es mi prima (risas).

Desde Peligros y las salas de conciertos granadinas más clásicas, a la cumbre musical de este país, ¿cómo se consigue?

Con mucho trabajo, formación y constancia. No conformarte con lo que tienes y plantearte una meta y luchar por conseguirla, además de intentar estar en el lugar y el momento adecuado, conocer gente, integrarte en el mundillo al que quieres pertenecer.

Supongo que debe ser duro estar al pie del cañón día a día, te guste o no, y que además la gente diga que lo que haces no es trabajar.

La gente piensa que el rock and roll es vivir la vida, sexo, drogas y rock&roll y no es eso, al menos en mi caso que alterno muchas cosas, la música con el teatro, pinchar como Dj, con viajes difíciles de compaginar, pinchas en un sitio y tienes que estar al día siguiente en la otra esquina del país. Yo no salí a la escena siendo una gran cantante. Desde pequeña me formé como bailarina, pero nunca pensé en que tendría que cantar, así que he tenido que estudiar mucho. Sobre todo luchar y no rendirte a la mitad del camino.

El burlesque fue una reacción de protesta a la ley seca americana. ¿Por qué lo elige como fórmula para sus espectáculos?

Creo que Vinila tiene un punto muy cómico, incluso de burla, que otros estilos no tienen, e incluso algunos artistas del burlesque tampoco, pero creo que yo tengo ese punto granaíno de reírse de uno mismo y me gusta añadirlo al glamour del burlesque. Consiste en reírse día a día y burlarse sí mismo. Cuando profundicé en este género y me di cuenta de que también implicaba eso me llamó aún más la atención. Era fascinante, imagínate a las mujeres que hacían ese tipo de espectáculo, con sus plumas y curvas... En España tuvimos algo similar con la Revista.

¿Se considera una 'strippers'?

No soy una strippers porque realmente no enseño nada, solo insinúo, nadie me va a ver nada, al contrario de lo que ocurre con una chica que hace striptease.

Pero la imagen de Vinila se centra en el descaro, sensualidad y erotismo.

La verdad es que sí, esa imagen erótica cuenta, pero creo que Vinila atrae, sobre todo, por el descaro.

¿Hasta que punto podemos comparar a Vinila e Irene con Dorian Gray, hay dos caras opuestas?

La una no puede vivir sin la otra, se complementan bastante, pero la verdad es que Vinila es la encargada de hacer realidad los sueños de Irene. Vinila es la responsable de lo que ocurre en el escenario...

Pero hay más de Irene en su último trabajo discográfico, 'A place with no name'.

Hay mucho más de Irene que de Vinila, es cierto. El corazón de Irene está sobre la mesa, en las letras, la música. Con este disco me he centrado e inspirado mucho en Granada, algunas melodías están hechas pensando en mi ciudad, e incluso he buscado músicos de la capital de la Alhambra para que la música tenga esa característica especial. Incluso en los conciertos dejo hablar más a Irene, hablo más en andaluz que cuando soy Vinila, aunque las dos se complementan.

En la imagen de Vinila cuentan mucho los tatuajes ¿Es verdad que marcan vivencias?

La mayoría lo son, no todos, porque ahora tengo unos nuevos con unos ligueros en las piernas y una costura por detrás, pero la verdad es que casi todos ellos tienen un sentido y se refieren a momentos de mi vida, de recuerdos que me dicen algo.

Su imagen nos transporta a las chicas de los cincuenta, a cantantes de music hall, swing, a estrellas que animaban a las tropas norteamericanas en Vietnam ¿Se atrevería a cantar ante un ejército?

No sé si a día de hoy lo haría. Estoy en contra de la guerra, de los ejércitos y todo eso, aunque si se tratase solo de chicos de uniforme, quizás sí, pero si es animar a una guerra, realmente no. Las cosas han cambiado desde esos años.

El rock and roll y frenéticas variantes como el rockabilly le apasionan ¿Qué tal la experiencia de Vinila & The Lucky Dados y su disco más roquero, 'Secret Carnival'?

La verdad es que el rock me acompaña desde siempre, pero soy muy ecléptica en mis gustos, me encanta el flamenco granadino, la música electrónica, las atmósferas techno. Ya con Cracovia había algo de rock aunque tuviese un punto electrónico, y con The Lucky Dados, ha sido una experiencia maravillosa, porque son un trío de puro rockabilly, artistas muy activos en el escenario. En el muevo disco también está el rock. Aunque presente melodías más hipnóticas y personales, el rock está ahí.

¿Dígame un músico que le guste de forma especial?

Me encanta Johnny Cash, por ejemplo.

Usted es una 'madame' en The Hole. ¿Considera que ha llevado el erotismo al mundo del circo?

Si se estudia bien el género se ve que el circo estuvo muy relacionado con el burlesque. El circo real tiene mucho glamour, lo que pasa es que se ha desvirtuado a lo largo del tiempo porque se ha trabajado más con animales y los espectáculos de payasos, pero antes existía ese erotismo de la mujer que mostraba su cuerpo, con aquellas curvas... Creo que trabajar en The Hole es buscar ese punto burlesco, donde nos metemos mucho con la sociedad y en el baile. Me siento privilegiada de dar un toque de sensualidad a esa forma de circo.

¿Se hizo trapecista y tiene un trapecio en casa?

Sí, tengo uno. Hice un curso, pero ahora no lo uso mucho porque veo gente en mi espectáculo que son tan buenos que me echa para atrás, y no tengo mucho tiempo para utilizarlo, al menos de forma profesional. En casa lo uso como ejercicio.

Se está presentando una segunda entrega de The Hole.

Sí, estuve en la primera, pero ahora solo en la segunda, aunque The Hole se sigue representando y hay gente quepiensa que también participo, pero solo me mantengo en The Hole 2. La confusión viene porque se usa la misma cartelería con mi imagen.

¿Es cierto que han tenido problemas en algunas ciudades por la 'erótica' de los carteles?

Sí, lo han censurado en algunos sitios como Málaga y Barcelona, pero bueno esas cosas nos sirven como ideas para trabajar en las nuevas entregas.

¿Lo compagina con otros trabajos?

Sí, y ahora tengo que marcharme a Estados Unidos porque el videoclip de A place with no name, que ha hecho mi hermano Gustavo, ha conseguido siete nominaciones en La Jolla International Fashion Film Festival de California, por lo que estaremos allí, y además actúo en la gala de entrega de premios y participo como Dj en la fiesta posterior.

Entonces se cumple esa idea de salir fuera.

Sí, sí, con esfuerzo se consigue. Después me voy a México. En España las cosas están difíciles.

¿La pasión por la música y el vodevil le viene de familia?

Mi madre ha sido bailarina desde pequeña. Hizo algún espectáculo de cabaret, pero no trabajaba como cabaretera. Ejerció poco en ese campo, fue bailarina.

¿Qué recuerda de sus tiempos de Dj en las salas granadinas?

Recuerdo mis comienzos. Me gusta pensar en aquellos tiempos en los que iniciaba mi carrera. Fueron tantas salas y tantos días de trabajo y esfuerzos.

¿Mantiene los amigos?

Sí, pero hay de todo. Los mejores amigos se cuentan con la mano izquierda, los demás son conocidos o gente que se acercan a ti por lo que eres, y esas cosas las sufro mucho, pero bueno, las llevo ahí.

¿Volvería a formar parte del colectivo de performance punk Freak Factory que fundó en Granada?

Claro. Mis amigos de la mano izquierda vienen de ese colectivo, de lo que hicimos en esa época. Volvería y haría cosas con ellos, pero creo que soy la única que está ahí y sigue dedicándose al espectáculo.

¿Cree que el hecho de ser granadina le ha abierto puertas... supone un plus en el mundillo musical alternativo?

Granada está llena de músicos maravillosos, conozco a muchos de ellos, compartimos cartel, hay gente que ha llegado muy lejos, los admiro, pero no te abre puertas el hecho de ser de Granada, aunque sí es verdad es que todo el mundo reconoce que Granada es tierra de músicos.

Actúa poco en esta ciudad

Es verdad. No llego a ser profeta en mi tierra. Espero romper esa dinámica y actuar más por esta maravillosa tierra.

¿Qué llevaría siempre consigo de Granada?

Me encantaría poder llevar una piedrecita de la Alhambra, para tener presente ese ambiente que se vive en la ciudad, cuando miras el Albaicín, el Sacromonte desde las murallas de la Alhambra... Y el espectáculo de la cabra y el hombre de la trompeta que recuerdo de la calle Alhamar... Y las tapas.

¿Y la malafollá?

Por supuesto, pero es que ya se lleva puesta. No se me quita ni con agua caliente.

¿Es solo su procedencia lo que la convierte en una chica 'peligrosa'?

Hay más motivos, pero el origen marca. Alguien me decía en un espectáculo que los de Peligros son peligrenses, y yo le decía que sí, que es verdad, pero que yo soy la única peligrosa que ha salido de Peligros. Creo que mi pueblo me ha dado ese punto. Nadie se puede imaginar lo que me gusta decir que soy de Peligros.

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