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La Costa de Granada vuelve a pasar de las banderas azules y se sitúa a la cola de España
Carlos Javier Valdemoros

La Costa de Granada vuelve a pasar de las banderas azules y se sitúa a la cola de España

El litoral granadino luce este distintivo en dos de sus 48 playas, mientras que solamente en el vecino municipio de Roquetas hay siete

Laura Ubago

MOTRIL

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Lunes, 14 de mayo 2018, 01:30

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La costa de Almería tiene 29 banderas azules y la de Málaga, 25 y en medio está la de Granada que tiene 2. Y este no es un récord histórico, es un tónica habitual, un clásico del verano granadino: que sus playas no luzcan este distintivo reconocido como el máximo galardón internacional.

Tan solo en el vecino municipio de Roquetas hay siete y en toda la Costa de Granada, con 48 playas, este verano ondearán dos banderas. Las mismas que el año pasado, una menos que hace dos temporadas.

En Murcia hay 25, en Cádiz, 30, en Lugo, 14 y en el litoral granadino, la bandera se alzará tan solo en Playa Granada y Torrenueva, estando otro verano más a la cola de España. Por detrás tan solo están las provincias de Madrid y Badajoz (con una cada una) y eso que no tienen mar.

El litoral granadino no tiene banderas azules porque ni siquiera las pide. La sensación generalizada es que son exigentes y costosas y, por ejemplo, en Almuñécar prefieren tener la Q de calidad en sus cuatro playas principales, antes que «pagar» para conseguir el distintivo azul, que otorga la oenegé Adeac (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor). Según apunta el concejal de Playas de Almuñécar, Luis Aragón, las banderas «son costosas por las gestiones para conseguir esa certificación: las Q nos cuestan 16.000 euros, si optásemos a las banderas, serían 32.000», señala el concejal.

Para el responsable de Playas de Almuñécar la bandera azul es una certificación como la Q y reconoce que sería «interesante» poder optar a ellas pero que actualmente «los recursos son limitados». «Además, las banderas miden más la calidad del agua y otras cosas que dependen menos de nosotros y las Q están más enfocadas a los que los usuarios piden de las playas», explica Luis Aragón.

En Salobreña, hace dos veranos pidieron las Q de calidad, este año, ni un distintivo ni el otro porque «prefieren invertir los recursos económicos en mejorar las playas y tenerlas en buenas condiciones», según apuntan desde el Ayuntamiento. En Motril sí tienen interés y valoran el sello azul para sus playas. De hecho, la teniente de alcalde responsable de este área, Alicia Crespo, señala que mantenerla en Playa Granada ha costado mucho esfuerzo. «En los días en los que iba a venir a inspección la persona que siempre recoge las papeleras, estaba mala, temía por que un detalle de estos nos hiciese perder la bandera». Cuenta Crespo que Motril valora mucho el distintivo 'bandera azul' y que les encantaría poder pedirlo también para la playa de Poniente. «Pero no cumple porque los coches siguen aparcando en la arena y esto seguirá así mientras busquemos una solución para crear más plazas de aparcamiento», anota la teniente de alcalde de Playas.

Torrenueva (entidad local autónoma de Motril) también pelea siempre por la bandera azul. La perdieron en 2016 por la calidad del agua, por una analítica, y este año las ocho que hacen han salido bien. A veces, ese factor se escapa aunque ya tienen más cuidado con las ramblas. «La bandera azul es un distintivo más reconocido», cuenta el presidente de la ELA de Torrenueva, Plácido Lara, satisfecho por tener este sello. Este anejo de Motril cuida su playa al máximo hasta el punto que tienen tres certificaciones: bandera azul, Q de calidad y playa cardioprotegida y van ahora a por dos más, la de playa adaptada y la ISO 9000.

De hecho, la asociación que otorga las banderas azules ha dado solo tres reconocimientos en toda España -este año- para playas accesibles y una de ellas ha sido Torrenueva.

Cuenta Plácido Lara que, gracias a tener la bandera azul, a cuidar con ese mimo la playa, han conseguido una subvención de la Junta de Andalucía de 180.000 euros. En breve comenzarán a instalar pasarelas de hormigón, duchas adaptadas y casi todas las entradas de la playa serán accesibles. «Torrenueva tiene un área social donde los socorristas realizan baños con sillas anfibias. El verano pasado fueron 400, para mucha gente que no se había bañado nunca. Ahora vamos a adquirir una silla para jóvenes que pesan menos. Además de esta zona en sombra, queremos que toda la playa esté adaptada y que una persona en silla pueda llegar a la orilla con facilidad», expresa el presidente de Torrenueva, que indica que, gracias al interés de sus voluntarios, fueron pioneros en la accesibilidad y que siguen creciendo en este tema porque les parece vital.

El próximo objetivo de Plácido Lara es que la playa naturista de La Joya también tenga bandera azul, así que puede que el litoral granadino gane una más.

El año pasado la perdió. La presidenta de Carchuna-Calahonda, Concepción Abarca, decidió no 'subir' sus banderas porque no pudo cumplir con los requisitos y lo cuenta muy apenada. «Me pedían cinco socorristas más y gastándome 100.000 euros ya en la seguridad de las playas no pude aumentarle ni un euro más a esta partida», expresa Abarca. La presidenta de esta entidad autónoma cuenta que tiene un problema con sus playas: son muy extensas y por eso, al tener tantos kilómetros, el gasto en socorrismo -con las condiciones que marca la bandera azul- se le dispararon.

«Sigo valorando mucho ese distintivo pero no tengo 30.000 euros más para socorrismo. El resto de requisitos los cumplimos de sobra así que las playas siguen teniendo la misma calidad», expresa Abarca que aprovecha para pedir más apoyo para estos municipios pequeños que tienen que hacer frente a los gastos de una playa. «Este año nos hemos gastado 50.000 euros en pasarelas de hormigón, para un pueblo como el nuestro es mucho esfuerzo más cuando llevamos con las mismas transferencias desde 2014. Es una pena, pero no podemos tener la bandera azul por falta de dinero», dice.

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