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LAURA GAUTIER
Lunes, 29 de mayo 2017, 01:20
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Semihundida, en llamas y con varios de sus 34 ocupantes en el agua. Así encontró el avión Cóndor 2 del Frontex a una patera a 20 millas del Cabo Tres Forcas, al norte de Marruecos. La mayoría -24 varones y nueve mujeres- fueron rescatados y llevados al puerto de Motril salvo uno, que fue trasladado hasta Almería por el helicóptero Helimer 219. Un complicado rescate marcado por la incertidumbre y la confusión en el que participaron un total de cinco embarcaciones -dos de rescate, un pesquero y dos barcos de línea- y el propio helicóptero. El suceso acabó con la detención del presunto patrón de la patera nada más pisar tierra en la dársena granadina. Según fuentes cercanas al caso, al parecer el fuego fue ocasionado presuntamente por el propio patrón al intentar hacer señales al avión del Frontex. Las mismas fuentes apuntaron que fue detenido por, supuestamente, causar lesiones a tres ocupantes de la patera y por favorecer la inmigración irregular. Según informaron a este periódico fuentes de la Guardia Civil, habrían sido los propios ocupantes de la patera los que informaron de su cargo.
La operación
A pesar del aparatoso incidente, los 34 inmigrantes -incluido el presunto patrón- lograron llegar con vida a la península después de que Salvamento Marítimo recibiera el aviso en torno a las 12.30 de ayer de la mano del Cóndor 2. Se trata de uno de los aviones que se encarga de barrer el Mediterráneo para realizar labores de rescate de este tipo. Desde el propio Cóndor 2, al ver la embarcación en llamas y con varios de sus ocupantes en el agua, lanzaron una balsa para que pudieran ponerse a salvo cuanto antes. Hasta la zona se desplazaron rápidamente la Salvamar Alcor, con base en Melilla y la Guardamar Polimnia, así como el helicóptero Helimer 219.
Ante el temor de que pudiera ocurrir una tragedia, Salvamento también hizo un llamamiento a las embarcaciones que se encontraban en la zona para que prestasen su apoyo en la operación. Una llamada que fue respondida por el buque Festivo y un pesquero, el Miguel Rubiño, que no dudaron en echar una mano a Salvamento Marítimo en su búsqueda. Precisamente el pesquero fue el primer barco en llegar e informar de que la patera ya no estaban en llamas, después de conseguir salvar a una persona. Sin embargo, en este momento del rescate, algunos de sus ocupantes aún estaban en el agua.
Justo después llegó a la zona el Helimer 219, que lanzó otra balsa y consiguió salvar a un inmigrante más. En ese punto del rescate, los inmigrantes ya habían conseguido distribuirse entre la propia patera semihundida y las dos balsas proporcionadas por Salvamento y el avión del Frontex. Después de que el Helimer regresara a Almería y viera agotada su autonomía, le tocó el turno al transbordador Volcán de Tinamar y al buque 'Festivo'. Ambos colaboraron en este rescate de película realizando barridos por la zona en búsqueda de más personas.
Sería finalmente la Salvamar Alcor la que consiguió llegar a las dos balsas de rescate en las que se habían refugiado finalmente todos los inmigrantes. El último ángel de la guarda de los 33 subsaharianos que aún permanecían en el mar a bordo de la Salmavamar fue la Guardamar Polimnia. Esta embarcación con base en Almería fue finalmente la encargada de trasladarlos al puerto de Motril, donde llegaron en torno a las 19.45 de la tarde. Según indicaron desde la Guardia Civil, entre los ocupantes de la patera podría haber tres menores. Una de las mujeres, según indicó EFE fue trasladada a un centros hospitalario al estar embarazada.
La llegada
En la dársena granadina les esperaban los miembros de Cruz Roja bajo un sol de justicia dispuestos a darles los primeros cuidados. Al único que no atendieron justo a su llegada como al resto de inmigrantes fue al presunto patrón de esta embarcación, que, según informaron fuentes de la Guardia Civil permanecerá en dependencias policiales mientras se investigan los hechos. Tendrán que aclararse las causas del incendio que ha puesto en jaque la vida de estos 33 inmigrantes. A su llegada y ante los medios de comunicación, el capitán de la Guardamar Polimnia, Francisco Piñeiro aseguró que el incendio pudo producirse prácticamente por cualquier cosa, teniendo en cuenta las precarias condiciones en las que viajan los inmigrantes. «Iban cargados de gasolina, móviles... Cualquier chispa puede generar un fuego y más teniendo en cuenta que llevan como mínimo 100 litros de combustible en tanques que no
están tapados», explicó. «Eso es jugársela».
Sin embargo, fuentes cercanas al caso informaron posteriormente a este periódico que la clave podría estar en el propio patrón que, en su intento de dar aviso, habría terminado complicando este rescate que ha durado más de tres horas.
A pesar del fuego, el capitán de la Polimnia aseguró que en esta ocasión el mar jugó en su favor para que el rescate saliese bien. Un factor, el meteorológico, que, según apuntó, también es precisamente el motivo por el que está llegando una oleada de pateras a las costas andaluzas en los últimos días. Con esta, ya son 247 los inmigrantes que han alcanzado la Costa granadina durante el mes de mayo, a bordo de siete pateras -las tres últimas llegaron durante el pasado fin de semana-.
Los inmigrantes, que alcanzaron la Costa granadina con gesto más de alivio que de alegría, según indicó Piñeiro, «llegaron confundidos, con hipotermia, pero en aspectos generales venían bastante bien». El capitán especificó que la embarcación se encontraba a 60 millas de Motril.
En su comparecencia ante los medios de comunicación, el capitán de la Poliminia explicó que si bien la semana pasada el tiempo no dio pie a que las pateras salieran de las costas de Marruecos, precisamente el buen tiempo que está reinando en estos días está propiciando la avalancha de pateras. El buen estado de la mar, según indicó también se dará hoy, por lo que no se descarta la llegada de más pateras a las costas andaluzas a lo largo de la jornada.
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