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María Gracia, la madre de Lucía, junto a un contenedor que hay en el Ayuntamiento de Motril.
Tapones para facilitar la vida de Lucía

Tapones para facilitar la vida de Lucía

La familia necesita recaudar 14 toneladas para conseguir una silla adaptada para el coche para esta niña de once años con parálisis

Laura Gautier

Sábado, 29 de abril 2017, 02:34

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Hasta que la mala suerte llamó a su puerta el 3 de septiembre del año pasado, Lucía Díaz disfrutaba de la vida propia de una niña de su edad. Iba a atletismo y gozaba de una gran vitalidad, pero un derrame cerebral que le pilló en un concierto en Benalmádena le provocó una parálisis que desde entonces no le deja caminar ni hablar. Lo cuenta María Gracia Folgoso, su madre, que no duda en llamar a todas las puertas que hagan falta para que su hija tenga una vida mejor. Esta familia motrileña necesita una gran inversión para adaptar su casa a las necesidades de la pequeña de once años, pero, para empezar, luchan por conseguir una silla especial para el coche que le permita a Lucía tener más facilidades. Para ello y en colaboración con la fundación Ecoruycan, han apelado a la conocida solidaridad motrileña para recaudar fondos con una campaña de recogida de tapones.

José Andrés Ruiz, presidente de esta asociación que ya consiguió el pasado verano una silla adaptada para Ingrid, una niña motrileña, explica que apenas se consiguen 200 euros por tonelada de tapones y que, para pagar una para Lucía se necesitan 2.800 euros, es decir, tienen que reunir la friolera de 14 toneladas. Pero los números no asustan a su madre, que confía en la solidaridad de su pueblo que, según apunta, ya se está volcando con ellos. «Me enteré del caso de Ingrid, que consiguió el objetivo, y me decidí a llamar», explica Maria Gracia, que se ha tenido que mudar a casa de su madre, que vive en una planta baja, para que su hija pueda entrar y salir mejor mientras consigue reformar su casa.

«Es muy fuerte»

Allí, en casa de su abuela, Lucía recibe de lunes a jueves a una profesora que se acerca para darle clases mientras, de forma paralela acude cinco días a la semana a rehabilitación y al logopeda. Para Maria Gracia, la labor que están haciendo los médicos con su hija es encomiable, están consiguiendo que «poco a poco ya vaya masticando y comiendo por sí misma». Pasito a pasito Lucía ya va reaccionando a los tratamientos, «es muy fuerte, yo diría que incluso más que yo», apunta esta madre que explica que todo aquel que quiera colaborar con la causa puede llevar los tapones a las cajas que ya se han colocado en distintos edificios municipales, como el Ayuntamiento, así como en establecimientos que han querido poner su granito de arena para que Lucía tenga su silla.

Tal y como informó la Fundación Ecoryucan, el mapa que recoge los puntos donde se encuentran estas cajas puede verse en el perfil de Facebook de la entidad, o bien en su propia página web: www.fundacionecoryucan.com. Durante la presentación de la campaña en el Ayuntamiento de Motril, el concejal de Participación Ciudadana, David Martín, animó también a los motrileños a aportar su granito de arena con un gesto simple, «que no cuesta nada, como es guardar los tapones de cualquier envase de plástico o bricks, de los cuales sirven también la base». Tapones de productos de limpieza, de geles o champús o pequeños recipientes de yogur líquido, cualquiera de estos plásticos que se encuentran en cualquier casa pueden ser la llave para que la pequeña Lucía pueda tener dentro de poco una vida un poco más fácil.

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