El verano más refrescante y atrevido

Con un aforo que supera las 60 personas y un económico precio de diez euros por persona, esta atracción presume, incluso a lo lejos, de ser el centro de la fiesta.

Sergio Campos Cost, malagueño y enamorado del municipio herradureño, es el 'capitán' de este complejo marino y explica que desde que echaran el ancla allá por junio, han superado en número de visitantes las cifras del año anterior. Unas cifras que no habrían podido lograr sin su 'tripulación' , a la que considera «una pequeña familia» y que está conformada por los cinco socorristas que se ocupan de mantener la diversión de forma segura sobre los hinchables.

El chaleco, uno de los requisitos indispensables para abordar la atracción, está equipado con un silbato, que se convierte sin quererlo en un reclamo más para que los padres se sientan seguros. Con un simple silbido, estos socorristas acuden raudos y veloces al lugar.

No son pocas las formas y siluetas que este castillo inflable, situado a veinte metros de la orilla, ofrece al animado público: desde el imponente tobogán gigante, donde los intrépidos bañistas se deslizan desde una rampa con varios metros de altura, pasando por el ancla, en la que, en un duelo directo, tu oponente debe caer al agua antes que tú, hasta una de las más sorprendentes: 'the jungle' -una jaula conectada a otra a través de un tobogán-.

«Cierto es que quien viene, repite» comenta Sergio, encargado del complejo flotante. «Además, solemos tener clientes fieles, nos preocupamos mucho por nuestro público, intentamos mimarlos todo lo que podemos», añade Campos.

Son ya tres años los que separan este verano del primer resbalón en aguas de la provincia granadina, gracias, entre otros, a la colaboración del Ayuntamiento de Almuñécar, la capitanía de Motril y al núcleo de La Herradura. La instalación de este pequeño parque, a cargo de 'Aquarena', empresa marbellí, explota recintos similares en otros municipios costeros del litoral como Torre del Mar, Fuengirola y Marbella. Estas actividades permiten que, en plena era digital, los más jóvenes consigan despegarse de la pantalla de la televisión y aprovechen los meses de verano en la que los castillos están en funcionamiento para, entre risas y caídas, practicar un deporte que mezcla lo acuático con otras modalidades como el salto, la escalada o simplemente corretear por su extensa superficie.

Digno es de mención los gestos que Sergio y su equipo vienen realizando en colaboración con asociaciones de niños desfavorecidos y que han sufrido situaciones de maltrato. Su papel en esta historia los convierte no sólo en proveedores de diversión y risas entre los bañistas de la comarca, sino también en un equipo con buen corazón ya que permite a estas asociaciones que traigan a sus pequeños para amenizarles algunos días de verano, dotándoles de su chaleco sin coste alguno para pasar las calurosas tardes estivales mientras se distraen de forma totalmente gratuita entre los toboganes, rampas y pistas del castillo.

Sin duda alguna, estos pequeños parques acuáticos están siendo un éxito y parece que han llegado para quedarse, al menos, hasta el mes de septiembre.

Unos pocos metros separan la orilla de las coloridas colchonetas que surcan las aguas de la Herradura. Zambullidas, escaladas, empujones desternillantes y saltos cargados de adrenalina son los ingredientes que amenizan el verano en esta atracción acuática única en la Costa.

Cientos de bañistas acuden cada día, provistos de un chaleco salvavidas, a la plataforma flotante que desde hace tres años cumple su alegre función en la localidad granadina.

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