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Trabajadores de la empresa de limpieza Limdeco, ayer, en Motril.
La plantilla de la empresa de limpieza de Motril, en el alero

La plantilla de la empresa de limpieza de Motril, en el alero

Los sindicatos piden explicaciones sobre una reducción de deuda que desconocían

Laura Gautier

Sábado, 20 de agosto 2016, 01:24

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La situación económica de Limdeco, empresa municipal de limpieza de Motril, vuelve a estar en el centro de las preocupaciones de sus trabajadores por su déficit, estimado en la actualidad en seis millones de euros, según las cifras que manejan los sindicatos. Esta cantidad, que el Ayuntamiento de Motril debe a las arcas de la Seguridad Social tal y como señalan las mismas fuentes, se situaba en más diez millones el 31 de diciembre de 2015, lo que ha supuesto una reducción de cuatro millones que a los sindicatos no les cuadra y que miran con desconcierto.

Según Perseverando Rodríguez, de CGT, «existe un compromiso del pago de esta cantidad por parte del Ayuntamiento de Motril, algo que se materializó en el fraccionamiento de la deuda para poder hacer frente al montante de más de diez millones». Las cuotas, fijadas en 130.000 euros al mes y que se comenzaron a pagar en el mes de enero, «no suman en el mes de agosto los cuatro millones de diferencia entre la deuda de diciembre y la actual», apunta Rodríguez, que ve contradicciones en las informaciones dadas por el Consistorio y pide explicaciones ante la incertidumbre que estos datos pueden generar entre la plantilla y los sindicatos, que vienen de años de agujero económico de la empresa municipal.

«Queremos información sobre estas cifras», pidió ayer Rodríguez, que baraja junto con el resto de sindicatos mantener una reunión con Francisco Sánchez-Cantalejo, responsable en el Ayuntamiento de la empresa de limpieza, a principios del mes de septiembre para abordar una situación que ya viene de lejos y que ha mantenido durante años a la empresa en un agujero económico que se ha ido alimentando de manera acumulativa con las deudas de cada año. Ahora, las cuentas vuelven a generar miedo entre los más de doscientos trabajadores que componen la plantilla de la empresa.

Desde este sindicato no entienden que no se haya informado sobre esta reducción, aunque prefieren pensar «que se ha tratado de una reducción alcanzada por pagos adicionales a las cuotas por parte del Ayuntamiento», aseguró Rodríguez, que confía en la buena fe del Consistorio, con quien este periódico intentó ayer contactar sin éxito para verificar estos datos. «Entiendo que se ha tratado de pagos extra e ineludibles relativos a los intereses de la deuda que se van acumulando», afirma, «pero no entiendo que no se nos haya informado sobre el estado de las cuentas. Si esto hubiera sido así, ahora no estaríamos haciendo cábalas», manifestó el sindicalista.

En cualquier caso y a pesar de la confianza, los sindicatos miran estos números con nerviosismo, puesto que «las cifras que bailan» les genera un malestar derivado de los múltiples problemas que la empresa ha sufrido en los últimos años en materia económica. Sobre todo, este malestar comenzó a fraguarse, según apuntan, a partir del año 2008, momento en el que «hubo varios incrementos del presupuesto sin un respaldo presupuestario en contrataciones y partidas de gasto». «Hemos tenido malas experiencias y el tema de la deuda siempre crean una gran tensión entre los trabajadores, ya que tenemos miedo de que la empresa se descapitalice».

El aumento anual del déficit que sufre la empresa Limdeco cada año fue calificada por Francisco Sánchez-Cantalejo como el resultado de la gestión del Partido Popular que, según señaló tras la presentación del déficit de 2014, fue una «descapitalizar la empresa y, a partir de ahí, prestar peores servicios, desprestigiarla ante la opinión pública t, por último, poder malvenderla», un argumento que repitió el pasado jueves una vez concluido el pleno extraordinario en el que también salió a colación la deuda de la empresa de limpieza.

Clima de preocupación

Un clima de preocupación alimentado por la llegada de una carta del Ministerio de Hacienda hace apenas unos días en la que se solicitaba la disolución de la empresa en quince días por impagos a la Seguridad Social, algo que tanto los sindicatos como el responsable de Limdeco, Francisco Sánchez-Cantalejo desmintieron al entender que las alegaciones esgrimidas por el Ministerio no se correspondían con la realidad.

Sánchez-Cantalejo aseguró el pasado jueves tras la celebración de un pleno extraordinario en el Ayuntamiento de Motril que el argumento del desequilibrio presupuestario que maneja Hacienda para pedir la liquidación de la empresa «no se ajusta a la realidad», por lo que, según señaló, envió una carta al Ministerio para informar de las cuentas de Limdeco y 'frenar' esta disolución. Una argumentación en la que confían los sindicatos, que no dudaron en enviar un comunicado para desmentir una disolución «contra la que lucharán con uñas y dientes».

«Evidentemente la preocupación entre los trabajadores existe», declaró ayer Rodríguez. «Son más de 200 familias que dependen de esta empresa y muchos de sus miembros superan los 55 años mientras, a su vez, el 80% carece de cualificación adicional, lo que provocaría que quedasen en riesgo de inclusión social ante la dificultad de encontrar un nuevo empleo», argumentó.

Ser lo que fuimos

Según apuntó ayer el propio Rodríguez, se reunirán con el Ayuntamiento a principios del próximo mes de septiembre, «precisamente porque en esa fecha todavía tendríamos margen de maniobra en el caso de que la disolución se hiciera efectiva», una situación que los sindicatos, en cualquier caso, esperan no pase, precisamente porque confían en esa estabilidad presupuestaria.

La solución que de luz al agujero en el que se encuentra sumida la empresa municipal de limpieza desde hace años se encuentra, según el propio dirigente sindical en dar luz a esas cifras para buscar una solución que de pie al mantenimiento de la fórmula que tiene hoy en día Limdeco, una fórmula que les hizo «ser un referente hace una década». Los sindicatos confían en ello para recuperar «el prestigio» que tenían entonces. «No nos gusta estar en esta situación y queremos volver a ser lo que fuimos para sentirnos valorados y dar el servicio que la ciudad y los motrileños se merecen», finalizó.

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