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La escritora holandesa afincada en La Herradura Renate van Nijen muestra dos ejemplares de su libro dedicado al pueblo. :: J.M.
«La gente se merece conocer La Herradura»

«La gente se merece conocer La Herradura»

Renate van Nijen, holandesa afincada en el pueblo, recoge en un libro testimonios de los vecinos | La escritora busca transmitir en su obra la inspiración que han llevado tanto a nacionales como a extranjeros a residir en la localidad

DAMIÁN RUIZ FÁJULA

Domingo, 8 de mayo 2016, 01:13

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Son las diez y media de la mañana y la claridad penetra con fuerza en la casa de Renate van Nijen, en la herradureña calle Real, realzando el colorido 'atrezzo' que la acompaña. «Casi todo esto lo he hecho yo», comenta, orgullosa, esta holandesa de 57 años que desde hace seis reside en el pueblo mientras señala cuadros, estatuas, mandalas y libros. De hecho, la última creación de la artista es una recopilación de testimonios de vecinos del pueblo, ya sean herradureños o bien extranjeros atraídos por su encanto, con el que pretende homenajear a la localidad. Su título, 'Reflejos del paisaje humano de La Herradura'.

«He entrevistado a unas 50 personas de muchas nacionalidades, la mayoría del campo del arte, bailarines, cantantes, escritores, que tienen conexión con La Herradura; les pregunté cómo la encontraron y qué les inspira a estar aquí», explica Van Nijen en un perfecto castellano mientras muestra ejemplares de su obra. «No es un libro de egos, sino que inspira a la gente que viene aquí, que habla de sus sueños... y también de historias locales contadas por el barrendero o el barbero», subraya. «La gente se merece conocer el pueblo, es un homenaje que le hago».

Como buena parte de los testimonios que la propia Renate ha recogido en algunas de las 292 páginas que componen su libro, la suya con La Herradura es también una historia singular. «Llegué a España en 2003, a Logroño, y de ahí me trasladé a Andalucía un año más tarde, pero cuando estuve en Holanda tenía un galerista que me dijo que fuera al pueblo porque había una artista que residía allí y realizaba un taller... vivía en Almayate (Málaga) y finalmente vine en 2010 a buscar a la galerista, no la encontré pero sí a otro que me dijo que trabajase con él. Y aquí me quedé», relata esta holandesa natural de Arnhem, actualmente casada con un herradureño que posee un campo de aguacates y chirimoyas.

Recuerda Renate que sus comienzos en el pueblo no fueron fáciles: «Antes hacía traducciones para sobrevivir pero lo acabé dejando debido al estrés, por lo que ahora estoy centrada en el arte». Después realizó exposiciones de sus obras de arte en Almuñécar y en Internet, si bien se queja de que en España «no hay apenas mercado de arte». «Sin embargo, en La Herradura hay muchos artistas que por su modo de vida casi siempre vienen porque es un lugar bonito para vivir y aparte hay oportunidades para ellos porque es un sitio turístico», destaca.

El libro, cuya ilustración es un cuadro de la propia Van Nijen que posee colgado en el salón de su hogar, lo escribió durante un año y medio en el que estructuró 15 capítulos, cada uno de los cuales posee una pequeña descripción del pueblo así como una ilustración. «Mi estilo es fácil de leer, a veces habla la persona, a veces yo, y desde Cantarriján a La Herradura trato de pequeñas historias que pretendo lleguen a los turistas, ya que existen muchas obras dedicadas al pueblo en español, pero los extranjeros no saben nada de él; no conocen, por ejemplo, que las 50 familias más importantes descienden de Italia, o del naufragio de unas galeras armadas frente a su costa... y es curioso cómo aquí tuvieron lugar estos eventos, un lugar que, además, ha evolucionado de aldea de pescadores a una turística».

«Seguir el corazón»

La obra de Renate, que se puede adquirir o bien vía Amazon o bien en algunas tiendas de La Herradura, muestra, por tanto, el camino emprendido por tantos otros antes que hicieron suyo el pueblo. «Una cosa que a mí y a otros tantos nos trajo aquí fue que seguimos a nuestro corazón, ese es el mensaje, todos decidieron no coger un trabajo que les gustaba para ser más felices y venir a un lugar como este; no es fácil, pero se puede conseguir», incide la autora holandesa, quien en los últimos tres años «sólo he viajado un par de veces a mí país». «Si mi familia quiere verme, que vengan», ríe.

«Pero lo que espero es que este libro ayude a atraer a la gente a La Herradura, a dar a conocer la faceta artística e histórica y contribuir al turismo cultural; incluso algunos de los que tradujeron mi libro dijeron '¡quiero ir allí!», señala Renate, que adora buscar la inspiración, libreta en mano, mientras toma un café junto al mar. «Las personas me inspiran, me gustan las cosas alegres y divertidas que hay aquí».

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