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Motril ha vuelto a ver cómo el aire y el oleaje han ido barriendo su playa, un fenómeno que afea el panorama a un mes del primer test vacacional del año.
Medio Ambiente evalúa las consecuencias del temporal de viento en las playas

Medio Ambiente evalúa las consecuencias del temporal de viento en las playas

Municipios como Motril piden ayuda a Costas para que reponga arena y rebaje escalones antes de que comience la Semana Santa

Javier García Martín

Viernes, 19 de febrero 2016, 01:46

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A un mes de que la Costa pase su primer examen turístico del año con la llegada de las vacaciones de Semana Santa -este año algo prematuras en el calendario-, algunas de las playas granadinas presentan hoy por hoy un estado mejorable como consecuencia, principalmente, de las lesiones sufridas por el último temporal de viento.

En Motril, la arena ha desaparecido en un buen tramo de Playa Granada, generando taludes de hasta un metro en un largo proceso invernal que se ha acelerado estos últimos días. También en Almuñécar, el agresivo poniente de este último fin de semana ha dejado su huella y algunas localidades litorales con playas orientadas al este se aprietan los machos ante la posibilidad de que la siguiente estocada la reciban ellas. Este año, la temporada de viento se solapa con la de procesiones y esto remueve las relaciones entre Costas, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y los ayuntamientos. Los primeros, por un lado, tienen querencia por no arriesgar el gasto, mientras que los segundos reclaman que dejen perfectas sus playas para cautivar al turista.

Así las cosas, un equipo de inspectores recorre el litoral granadino esta semana con la intención de elaborar un informe que dé cuenta de los estragos causados por el viento, según informa la Subdelegación del Gobierno en Granada. Los técnicos están ya evaluando estos daños, pero sus reflexiones no producirán una inmediata inversión. La experiencia sugiere que no se empleará ni un euro hasta que el mal tiempo no sea algo del pasado, porque, en principio, de poco serviría reconstruir una playa con un pronóstico devastador a la vuelta de la esquina. Aunque eso coincida con Semana Santa y su reguero de visitantes.

«Nosotros ya hemos pedido a Costas que lo arreglen», señala la concejal de Mantenimiento, Parques y Jardines motrileña, Gloria Chica. «Entendemos que son ellos quienes tienen que hacer las valoraciones, pero ya hemos solicitado que traigan la maquinaria necesaria para acondicionar el escalón antes de Semana Santa», asegura. De la acción que cae del lado municipal, la también teniente de alcalde defiende que «una parte» del dispositivo que de mantenimiento del litoral con el que cuenta su departamento ya está en marcha, con el inicio de las labores de limpieza o el montaje de pasarelas y duchas.

Dinámica natural

El esquema es similar en Almuñécar. Fuentes municipales explican que el barrido de las playas corresponde a un fenómeno «natural» y que, con un viento soplando con la misma intensidad pero en dirección opuesta, la arena termina regresando. Sin embargo, esta dinámica a veces necesita de un empujón tecnológico para que todo luzca como aparece en los folletos turísticos, y ahí vienen las controversias.

Las obras del paseo de Salobreña, «casi terminadas»

  • Hace un año, un temporal hundió parte de la acera que comunica la ribereña urbanización Salomar 2000 con la desembocadura del río Guadalfeo, lo que obligó al Servicio Provincial de Costas a ejecutar una reforma que se paralizó durante los meses de verano. Aunque en diciembre se anunció que el nuevo año traería el final de la piqueta, lo cierto es que las obras continúan. «Están poniendo el adoquinado y falta la zona ajardinada», detalla el concejal de Medio Ambiente de Salobreña, Gabriel Alonso. «Los trabajos empezaron en mayo y el paseo ya está casi terminado», apunta. El Consistorio, eso sí, no tiene tan claro que estas operaciones no volverán a entorpecer la Semana Santa, como ya ocurrió el año pasado.

«La última vez que Costas nos ha ayudado ha sido con el decreto urgente de mayo del año pasado, pero todavía queda por corregir los efectos del temporal de noviembre, como el socavón de la escollera del parque acuático», señalan. Así las cosas, el Consistorio no espera para este arranque de temporada mucho más que la mano de la naturaleza y la parte correspondiente de los 300.000 euros que presupuesta anualmente el municipio para el mantenimiento de sus playas. Con ese dinero, aseguran, realizan labores van desde la limpieza hasta el acondicionamiento de los servicios públicos o de la arena. «Los municipios turísticos dependemos de la climatología y por eso también trabajamos en las licencias de los chiringuitos», añaden.

«Creemos que no va a hacer tiempo de baño, pero aún así nosotros mantenemos nuestro trabajo de mantenimiento continuo», explica el edil responsable de Salobreña, Gabriel Alonso. Las costas de este municipio no se han visto especialmente dañadas por el viento, pero nadie se confía. Tampoco en Gualchos-Castell de Ferro, por ejemplo. La alcaldesa, Antonia Antequera, teme que el levante muerda en su municipio los próximos días. Sin embargo, su equipo trabaja con el horizonte no ya de la Semana Santa, sino del Día de Andalucía. «Hay muchos desplazamientos y por eso mantenemos la playa para que esté limpia», explica. La Costa se esfuerza así en mimar al turista, gran fuente de ingresos y salvavidas económico, pero necesita que la alfombra roja que le tiende no se la lleve el viento.

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