El aumento de la recaudación por IBI da 'oxígeno' al presupuesto sexitano

Desde que la crisis económica le cortó el grifo de los ingresos que le aportaba el ladrillo, al Ayuntamiento de Almuñécar le cuesta llegar a final de año. Y es que al esfuerzo económico que tiene que hacer, como municipio turístico, para ofrecer servicios a una población que se multiplica en épocas vacacionales se le han sumado los sustos, en forma de sentencias condenatorias y multas, que no paran de llegarle al Ayuntamiento de los juzgados y que, en el pasado ejercicio 2015 supusieron más de dos millones de euros de gastos 'inesperados' que no estaban presupuestados y que habrá que afrontar este año.

Si además se tiene en cuenta la deuda bancaria que arrastra el Ayuntamiento y que tiene retenidos la mitad de los ingresos que le corresponden del Estado como fórmula para hacer frente al crédito que pidió para pagar a sus proveedores... es complicado cuadrar las cuentas. Esgrimiendo estos argumentos, el equipo de gobierno que preside la popular Trinidad Herrera (PP) ha tomado una decisión impopular donde las haya: aprobar una subida progresiva del Impuesto de Bienes Inmuebles -un 30% hasta 2017- para disgusto no solo de todos los propietarios sexitanos sino también de todos los granadinos o jiennenses que tienen en el municipio costero su segunda residencia.

Sin embargo, el aumento de ingresos que reportará la subida del IBI en este 2016 -los recibos llegarán con un recargo del 10% con respecto al ejercicio anterior- va a darle al Ayuntamiento el balón de oxígeno que necesitaba para que le cuadren las cuentas. En total, en 2016 el Ayuntamiento prevé ingresar cerca de 15 millones de euros en concepto de IBI, alrededor de millón y medio más que el año anterior. La intención del equipo de gobierno, según explica el concejal de Economía Antonio Laborda, pasa por cuadrar el presupuesto en unos 30 millones de euros y poder tenerlo listo a mediados del próximo mes de febrero, para después abrir una ronda de negociación con los partidos de la oposición y buscar apoyos. No obstante, la novedad es que esta vez, el gobierno local de Almuñécar -formado por el Partido Popular y Más Almuñécar- no los necesita ya que tiene garantizada la mayoría en el pleno gracias al voto de la ex edil andalucista Eva Gaitán, que abandonó el pasado año las filas del partido de Juan Carlos Benavides para unirse al gobierno de Trinidad Herrera. El voto de esta edil permitirá así al gobierno municipal -que funcionaba con las cuentas prorrogadas desde 2013- aprobar su primer presupuesto municipal en tres años. Para Laborda, no obstante, sería interesante poder recabar más apoyos para estas cuentas de 2016 «porque la situación del Ayuntamiento es difícil de gestionar y hay que buscar colaboración de todos». El edil de Economía explica que el gobierno municipal ha impuesto la contención en todas las áreas y que los 28 millones que suman las partidas de gasto corriente -el 35% son gastos de personal- les van a dejar poco o ningún margen para acometer inversiones con cargo al presupuesto municipal. No obstante, la intención del gobierno municipal, según Laborda, es liberar hasta el último euro que les sea posible para acometer planes de empleo.

Por su parte, Luis Aragón, socio de gobierno de Más Almuñécar que ayer ejercía de alcalde en funciones por encontrarse Trinidad Herrera en Fitur, insistió en que la subida del IBI ha sido una decisión complicada: «No había más solución alternativa para no suprimir servicios».