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LAURA UBAGO
Lunes, 17 de agosto 2015, 00:33
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No es ya que paguen mil euros al mes por la electricidad que emplean en regar, que también, la urgencia se basa en que llegue el día en que no puedan echarle agua a sus fincas o porque esté salada o porque no llegue a los pozos. «Algunos ya se están secando y otros tienen un caudal mínimo, como sucede en San Andrés o en Altamira, y los problemas seguirán aumentado porque la falta de lluvia hará que la sequía sea cada vez más progresiva», advierte Joaquín Cabrera, presidente de la asociación Agua para el Campo que teme que, pronto, se salinice el acuífero de Río Verde (por falta de agua dulce) y se convierta en salado.
Por eso, representantes de agricultores de Almuñécar y La Herradura hacen un llamamiento a todos los responsables políticos «para que entiendan la necesidad de unirse para adoptar medidas urgentes».
Apunta Juan Camacho, de Aprodate, que un paso importante para ellos ha sido la creación de una comisión entre Ayuntamiento (con todos los partidos) y regantes para denunciar «la grave situación por la que atraviesa el campo y la demora del proyecto de traída de agua desde la presa de Rules».
«Confiamos en que nuestros políticos locales van a pelear por las conducciones y las van a anteponer a otros intereses partidistas», expone Camacho esperanzado en que sea el comienzo de una lucha conjunta.
Los agricultores de Río Verde piden también a la Comunidad General de Regantes que les acompañe en esta importante reivindicación.
Cabrera señala que la medida más urgente es que realicen las canalizaciones de Rules, las de la parte oeste «porque urge más», para lo que estarían dispuestos a contribuir económicamente. «Estamos desesperados porque no entienden nuestra urgencia», dice el presidente de Agua para el Campo.
Hasta ahora, estos agricultores se han alimentado de promesas y en estos momentos, ni Gobierno Central ni Junta de Andalucía dan el paso para construir las tuberías que saquen el agua de la presa y la lleven a las fincas. «Ni siquiera son capaces de firmar el convenio de colaboración para iniciar las obras», apunta Cabrera, que cree que ya no pueden permitir que les «tomen más el pelo». «Los pozos agonizan mientras vemos cómo el agua de Rules se tira al mar», anota Cabrera. Antonio Sánchez, presidente del Consejo regulador de la Denominación de Origen de la Chirimoya, expone cómo van vaciando el agua de la presa porque llega a rebosar y no quieren dar esa imagen «porque les daría más vergüenza todavía», critica. También denuncia la situación Juan Camacho, presidente de Aprodate (Asociación de Productores Agrícolas del Trópico de Europa), que cuenta cómo la ausencia del agua de Rules ya les está afectando porque en la Vega de Río Verde se han visto obligados a regar cada 50 días, cuando lo común es hacerlo cada 20 o 25 y esto es un perjuicio para las plantas.
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José Luis Ruiz, agricultor de la zona, recuerda que las conducciones de Rules crearán miles de empleos y mantendrán los existentes y que por eso, exigen a las administraciones que «de una vez por todas» tomen conciencia de la necesidad de esa infraestructura.
Desesperados, barajan movilizaciones según anuncia el presidente de la asociación Agua para el Campo, y confían en que surtan efecto las dos reclamaciones que están preparando para los defensores del pueblo (andaluz y nacional) en las que expondrán su situación «alarmante» y cómo las administraciones que tendrían que hacer las conducciones del sistema Béznar-Rules «les ignoran».
«Es una de las obras más importantes de la provincia y nadie echa cuentas», se lamentan.
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