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Miembros de la 'plataforma de afectados por las fiestas' de Castell de Ferro, el pasado jueves en el parking donde se celebra el evento que molesta a los vecinos.
Las fiestas patronales de Castell enfrentan a vecinos y comerciantes con el Ayuntamiento

Las fiestas patronales de Castell enfrentan a vecinos y comerciantes con el Ayuntamiento

Una 'plataforma de afectados por las fiestas' denunciará al Consistorio por permitir la actual ubicación del ferial en una zona que «daña» al pueblo

DAMIÁN RUIZ FÁJULA

Sábado, 25 de julio 2015, 01:16

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Las fiestas patronales de Castell de Ferro, celebradas este mes de julio entre los días 10 y 19, más que crear concordia entre sus residentes han ocasionado algunos quebraderos de cabeza tanto a vecinos como a comerciantes e integrantes del sector hotelero. Al menos, así lo aseguran. Desde hace tres años, la ubicación del recinto ferial en un solar habilitado como aparcamiento en el centro del pueblo ha desatado la crítica de buena parte de los castellferreños, que ven como el ruido les impide dormir, con la consiguiente repercusión para la salud y los negocios adyacentes al lugar.

«Durante los 10 días que dura la fiesta esto es un desmadre; desde el primer día empezaron a vaciarse hoteles, campings, apartamentos... y eso alimenta al pueblo y repercute económicamente en la localidad», señaló Carmen Pino, portavoz de la recién creada 'plataforma de afectados por las fiestas', que cuenta ya con más de 500 adhesiones y que va a interponer una denuncia contra el Ayuntamiento por la ubicación de las celebraciones.

«En 70 años la feria se celebró en la plaza del pueblo, y, de pronto decidieron ponerla en un sitio para el que no está autorizado puesto que está arrendado como aparcamiento, no como ferial», se quejó Pino, con el agravante, en su opinión, de que el lugar «está en la zona turística de Castell, en la que no se podía dormir hasta las 7.00 horas por el ruido».

Desde la plataforma inciden en que la ubicación «daña» a los negocios del centro y a la imagen del pueblo. «Los extranjeros se quejan y los hoteles piden daños y perjuicios, por lo que este año pedimos que no se celebrara allí la feria porque la gente que reside cerca se va y se vacían los comercios», detalló Pino.

«Llamamos un promedio de cinco veces por noche a la Guardia Civil y nos animaron a que lo denunciáramos en un juzgado porque aquí no se podía vivir», explicó la portavoz, que garantizó que interpondrán la demanda contra el Consistorio «por faltarle el respeto a la ciudadanía y a los turistas».

Antonio Gálvez, propietario del hotel Ibérico, cercano al actual emplazamiento del ferial, secundó la moción: «Durante las fiestas la gente venía para quedarse dos o tres días, pero al final, tras no poder dormir, se iban a la mañana siguiente y perdemos clientes». «La nueva Corporación dijo que iban a volver a llevar la feria al pueblo, pero ahora dijeron que no hubo tiempo y sospechamos que seguirá así», añadió.

Actuación justificada

La alcaldesa de Gualchos-Castell de Ferro, Toñi Antequera, declaró a IDEAL que la ubicación del aparcamiento como recinto ferial «está justificada». «Es un actuación que se hizo hace tres años y cuando llegué el pasado mes a la alcaldía valoré la posibilidad de llevarla de nuevo al pueblo, pero por falta de espacio físico no es posible», resaltó.

La regidora argumentó que cuando se decidió llevar al parking el ferial por al anterior equipo de gobierno «se hizo una instalación eléctrica» que permitió agrupar en el mismo sitio la verbena y las atracciones, «que es mejor que tenerlo disperso por el pueblo». Además, aclaró que el Ayuntamiento firmó un contrato de arrendamiento «por 17.000 euros» que le permite utilizar ese espacio para tal efecto, además de para el mercadillo semanal y, por supuesto, para crear aparcamientos «gratuitos en pleno centro».

«Cuando hablo con los vecinos y decimos que es el único sitio donde puede ponerse la feria, nadie lo discute», reveló Antequera, si bien aseveró que analizará la situación «por si hay que acortarse días».

«Este problema existe en todos los pueblos, pero es sólo una semana; durante esos días todo estaba lleno, los comercios no daban abasto y, de hecho, los datos de la primera quincena de julio han sido de los mejores en mucho tiempo, tal y como confirman los propios negocios, que estaban a pleno rendimiento», concluyó la alcaldesa. Lo que está claro es que la feria, más que unir, ha creado un cisma en parte de Castell de Ferro.

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