La Costa de Granada se vuelca con sus playas

Los temporales del invierno y de la primavera han estado golpeando las playas a su antojo, construyendo desniveles y sacando piedras gigantes del mar que, a su vez, se ha encargado de tragarse la arena e incluso causar destrozos importantes como en Salobreña. Con este panorama, los municipios del litoral granadino tenían ante sí el reto de preparar las playas, como cada año, para dejarlas perfectas para el verano. Algunos han tenido todo listo para San Juan y otros llegarán rematando o terminando obras durante los primeros días de julio. Además, en algunas localidades, han cambiado los gobiernos y ha habido que tomarle el pulso a la administración de las playas que conlleva un alto coste y ayudas escasas por parte de otras administraciones.

Para los ayuntamientos, las playas son un orgullo y un atractivo insuperable pero, a su vez, suponen un quebradero de cabeza y un pozo sin fondo donde echar dinero que, a veces, se lo lleva el rompeolas.

En total, la dirección provincial de Costas ha invertido 850.000 euros en reparar los daños de un fuerte temporal de enero y también los que se produjeron en abril en playas como la de Velilla o El Sotillo, de Castell de Ferro, donde el mar llegó a la puerta de los chalets. «Costas ha arreglado su parte pero nosotros nos hemos tenido que gastar 6.000 euros en meter una máquina para quitar piedras y nivelar la arena... en la playa no se puede escatimar porque somos un municipio turístico», señala la alcaldesa de Castell, Antonia Antequera, que aprovecha para reivindicar la necesidad que tienen de reforzar los espigones.

Los municipios se han esforzado en colocar pasarelas, resucitar duchas cuyos tubos había desbaratado la mar y aportar todos los servicios que están a su alcance. Las playas son como los pisos que se van amueblando poco a poco... primero con ayuda y después, sin ella.

«Ponemos nuestro máximo esfuerzo en trabajar de frente a la playa y nunca de espaldas. Antes de que entrásemos a gobernar (el PSOE) se invertía en las playas salobreñeras 60.000 euros y ahora 185.000, pero desde aquí quiero recordar que no podemos solos, que echamos de menos el apoyo de Medio Ambiente o de la subdelegación del Gobierno porque Motril puede gastarse un millón de euros, pero nosotros no lo tenemos», explica el concejal de Playas de Salobreña, Manuel Guirado, que expone que la zona azul seguirá funcionando en el paseo marítimo para que el tráfico esté ordenado y para que, esos beneficios, redunden en la playa, que es la más cercana a la capital y la que recibe un aluvión cada fin de semana de verano.

En las playas de Salobreña desde comienzos de junio se están realizando labores de limpieza y despedregado, que se intensificarán a partir de julio cuando los visitantes comiencen a llegar de forma masiva. El esfuerzo por parte del Ayuntamiento se ha visto algo empañado porque Costas no ha terminado aún las obras de reparación del paseo marítimo que se hundió en la zona final. Ahora solo dará tiempo a levantar el muro y colocar la arena -que ha crecido mucho en este punto- y después del verano, realizarán un vial, según cuenta Guirado.

También están en obras en La Rábita porque, a los trabajos de Costas de prolongación de un espigón, el Ayuntamiento sumó la remodelación de los paseos -también el de El Pozuelo- que están rematando. «Hay mucha arena y cuando terminemos las obras en los próximos días, las playas van a estar mejor que nunca», adelanta la alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez.

Almuñécar, que ya ha logrado la Q de calidad en sus cuatro grandes playas, sigue avanzando verano a verano para dotarlas cada vez de más servicios. El concejal de Playas, Luis Aragón, expone que este año han instalado una rampa accesible en Las Góndolas y que cuando llegaron al Ayuntamiento lo primero que hicieron fue adaptar módulos, aseos y zonas de sombra porque no cumplían con la normativa.

En las playas sexitanas, las actuaciones de Costas sí han terminado y Velilla luce un aspecto inmejorable y también la zona de La Caletilla. Las playas tienen muchos costes pero el Ayuntamiento invierte cada vez que tiene oportunidad.

En Almuñécar, la limpieza y el mantenimiento de la arena cuesta 250.000 euros anuales y en julio y agosto se contrata la limpieza del agua y los pantanales por 80.000 euros.

«Si conseguimos presupuesto vamos a intentar reponer de arena la zona alta de Velilla, que ha quedado de solarium, y la playa de Cotobro, pero estamos en ello», aclara Luis Aragón que recuerda que económicamente el Ayuntamiento está ahora «hasta arriba» soportando los intereses del plan de pago a proveedores y que cuesta liberar dinero para las playas.

En Motril, la concejala Alicia Crespo se estrena como responsable de playas y trabaja a destajo por que luzcan todos los servicios desde los primeros días del verano. «Estamos poniendo las pasarelas que peligraban con San Juan y este año habrá una más en el nuevo acceso a la playa que se abrió junto a Villa Astrida», indica la edil.

La idea de Crespo es cambiar la ordenanza y que sea el órgano gestor de playas -a nivel local- el que establezca cuando empieza la temporada para poder adaptarlo a la realidad de las playas motrileñas. «Vamos a ofrecer servicios de calidad, como siempre, y a intentar mejorarlos», apunta.