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Los miembros del consejo de administración del Puerto de Motril reunidos, unos minutos después también se unió el subdelegado del Gobierno.
Frente común por la línea Motril-Melilla

Frente común por la línea Motril-Melilla

La alcaldesa y el subdelegado batallarán con su propio Gobierno para defender un trato igualitario

Mercedes Navarrete

Jueves, 1 de mayo 2014, 10:31

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La sola posibilidad de que un Gobierno discrimine una vez más a la Costa de Granada -con lo que lleva sufrido esta tierra en materia de infraestructuras- ha puesto en pie de guerra a todo el tejido social, económico y político de Motril. Dejando a un lado colores políticos, administraciones, partidos, sindicatos y organizaciones empresariales han hecho un frente común para defender la línea Motril-Melilla, tras quedar excluida del concurso de ayudas públicas convocado por el Ministerio de Fomento para garantizar las comunicaciones entre la península y la Ciudad Autónoma.

A este concurso de ayudas sí podrán optar las navieras que operan las líneas de los puertos vecinos -Málaga y Almería- lo que deja la conexión de Motril en clara desventaja. La justificación utilizada por el Gobierno central es, precisamente, que la línea de Motril es rentable sin ayudas, por lo que entienden que debe competir en condiciones de libre mercado. Sin embargo, la amenaza de que la naviera Armas, que opera la línea de Motril, pudiera marcharse a otros puertos donde sí recibiría ayudas es evidente.

El puerto motrileño celebró una reunión de su consejo de administración en el que el tema de la línea de Melilla no estaba en el orden del día, aunque se puso sobre la mesa por la preocupación de la Autoridad Portuaria ante esta amenaza. Según pudo saber este periódico, absolutamente todos los miembros del consejo de administración hicieron un frente común y se alinearon en la defensa de la línea.

La primera en despejar dudas y garantizar que está en el mismo barco fue la alcaldesa de Motril, Luisa María García Chamorro. La regidora del Partido Popular ha asegurado que defenderá «a muerte» la línea aunque la amenaza provenga de un Gobierno que es de su propio partido. Y le respaldó el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, que también forma parte del consejo de administración del Puerto. Igual que la delegada del Gobierno en Granada, Sandra García, la delegación territorial de Fomento, gestionada por Izquierda Unida y las organizaciones empresariales y sindicales que se sientan en el consejo de administración del puerto. Tras la reunión el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez explicó a IDEAL que la alcaldesa y él han solicitado una entrevista con Puertos del Estado y la Marina Mercante, que tendrá lugar el próximo 13 de mayo en Madrid, en la que esperan revertir la situación, insistiendo en la necesidad de que se garantice la competitividad de la línea de Motril. «El Ministerio de Fomento siempre ha sido sensible al Puerto y confiamos en que finalmente pueda entrar en este plan de ayudas. Ahí estaré acompañando a la alcaldesa», sentenciaba.

La polémica generada por la exclusión de la línea Motril-Melilla del concurso de ayudas hizo también manifestarse a la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, que insistió en la tesis que hasta ahora ha defendido el Gobierno, la de que la línea de Motril es rentable por si sola. «La conexión marítima Motril-Melilla se seguirá prestando en condiciones de libre mercado porque funciona eficazmente, ya que es competitiva, rentable y registra resultados satisfactorios», señaló Crespo.

No obstante, la delegada del Gobierno reiteró su compromiso de «seguir muy de cerca la evolución del servicio y analizar su repercusión en la rentabilidad del Puerto de Motril». «La línea viene funcionando con características y precios satisfactorios y nada indica que el Puerto de Motril pueda perder rentabilidad por el hecho de que funcione en condiciones de libre mercado, por lo que el servicio se seguirá prestando igual, con algunas mejoras», añadió. Un compromiso que no es suficiente para la Autoridad Portuaria que está dispuesta a batallar para que el Gobierno no perjudique los intereses de un puerto que, ahora más que nunca, no es el de Motril, es el puerto de Granada.

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