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Borja Nebot, junto a un gran árbol de Navidad. J.E.GÓMEZ
«El blanco de las cumbres es el color de la Navidad»

«El blanco de las cumbres es el color de la Navidad»

El biólogo Borja Nevot ubicaría su belén imaginario en las cuevas del altiplano

JUAN ENRIQUE GÓMEZ

GRANADA

Lunes, 1 de enero 2018, 12:51

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Cada día trabaja en el cuidado y control de los espacios naturales de Granada. Borja Nebot, como responsable de Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente, tiene un contacto directo con la problemática que genera el calentamiento global, la sequía y el efecto humano sobre los ecosistemas. Este año está muy implicado en los trabajos para la recuperación de los pinares de la Sierra de Baza. Como biólogo es un constante observador de la naturaleza, y se siente feliz cuando participa en programas como la repoblación de los ríos con truchas y cangrejos autóctonos.

-¿Es cierto que la naturaleza hace un cambio de ciclo con el fin y el inicio del año?

-El clima invernal tiene una gran importancia para los ciclos de la vida, el frío actúa como limitante demográfico de muchas especies, implica también una importante reducción de la disponibilidad de alimento y es una época para recargar los acuíferos y otras reservas naturales de agua como las nieves de la sierra. Obviamente es un reto que no todos los seres vivos pueden soportar. Aún así, todo es relativo. Muchas especies crían en primavera y verano en Granada y en otoño migran hacia el Sur, pero otras, que crían en latitudes más frían, nos visitan en invierno, como es el caso de muchas aves acuáticas, porque encuentran nuestro clima más benigno.

«El pino albar podría ser el árbol de Navidad ideal para la provincia de Granada»

-¿Existe la Navidad en el medio natural? ¿Cómo se manifiesta?

-En nuestra cultura cuando estamos de fiesta nos gusta adornar la casa y hasta las calles. En el medio natural, la Navidad es más un reto que una fiesta y por eso la época más colorida del año en el campo, no es el invierno, es más bien el otoño, pero aún así el invierno es una época de contrastes, en el que algunas especies fructifican y florecen, como el madroño y donde aún quedan restos coloridos de los frutos del otoño que destacan sobre un paisaje circundante de tonos más apagados. De todas formas, en la provincia de Granada, el color de la navidad en el medio natural debiera ser el blanco manto de la nieve de las cumbres más altas, el blanco esperanza de una buena primavera.

-¿Cuál sería su árbol silvestre de Navidad?

-El árbol navideño por excelencia es el abeto y en Andalucía tenemos un abeto propio, el pinsapo, una joya de la naturaleza y un reducto vivo de las últimas glaciaciones, testigo del clima que en el pasado hubo en Europa. Pero en Granada los ejemplares de pinsapo que podemos ver, por ejemplo en el Barranco de la Umbría en Víznar, proceden de repoblación, así que si tuviera que quedarme con una especie silvestre me decantaría por la variedad nevadensis del pino albar (Pinus sylvestris nevadensis), otra reliquia de la última glaciación. Obviamente se localiza en Sierra Nevada, que da nombre a esta variedad y que, además, la podemos ver en los Prados del Rey en el Parque Natural de la Sierra de Baza. Especie que soporta y necesita los inviernos rigurosos, superviviente climático e indicador de los efectos del cambio global en el que nos encontramos inmersos.

-Habría que hacer un llamamiento para que no se corten árboles para adornar las fiestas...

-Afortunadamente, hoy en día ese ya no es un problema. El plástico se ha impuesto en los árboles y adornos navideños.

-¿Cómo es su Navidad, con la familia, de viaje... qué suele hacer en estas fechas?

-Es una época de reencuentro con la familia y los buenos amigos, esos que son como de la familia. Nochebuena y Navidad la pasamos en Sevilla con los abuelos, tíos y primos y Nochevieja, Año Nuevo y Reyes, en Granada con mis hijos.

-Qué recuerdos tiene de la Navidad de su infancia?

-Son muchos, claro, destacaría la ilusión de la noche de Reyes, el olor de la cocina de mi madre y el discurso navideño de mi padre, estos dos aún tengo la suerte de poder disfrutarlos. No importa como haya sido el año de bueno o malo para mí y para cada uno de mis hermanos, mi padre siempre hace un repaso de los hechos más destacables del año y a todo le encuentra su lado positivo. Siempre termina con esta frase: «Y vuestra madre y yo felices de veros crecer y progresar».

Papel de regalo

-¿Cuál es su sonido navideño?

-El sonido de la Navidad ha cambiado a lo largo de los años, recuerdo de pequeño un noche de Reyes que oí pasos por el pasillo, puertas que se abrían con sigilo y algún murmullo, menos mal que mis hermanos mayores que advirtieron que si me levantaba a espiar los Reyes Magos podían asustarse y quedarnos sin regalos. Ahora el sonido navideño que más me gusta es el que hacen mis hijos al rasgar el papel que envuelve los regalos que los Reyes les han dejado.

-¿Dónde ubicaría un Belén imaginario?

-En altiplano granadino, me gusta especialmente una cortijada cueva en el monte público Cortijo Becerra en Hernán Valle, pero me vale cualquier casa cueva de la comarca.

-Sé que le preocupa de forma especial lo que ha ocurrido con los pinares de la Sierra de Baza. ¿Recuperar este espacio y sus bosques sería uno de sus deseos navideños?

-La gestión forestal del presente tiene un enorme reto por delante que es el de convivir con unas condiciones climáticas cada vez más difíciles para nuestras masas forestales, sin duda la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio tiene una gran responsabilidad en este asunto, pero el problema es global y necesita soluciones también globales.

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