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Antonio León, en la sala donde se celebran los consejos rectores en la sede central de la Caja Rural de Granada. JORGE PASTOR
«Hay que aprovechar la coyuntura, está creciendo la inversión y el empleo»

«Hay que aprovechar la coyuntura, está creciendo la inversión y el empleo»

Antonio León | Presidente de la Caja Rural de Granada

Jorge Pastor

Granada

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Sábado, 21 de abril 2018, 02:01

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Antonio León fue reelegido presidente de la Caja Rural de Granada por tercera vez el 11 de abril. Lo fue casi por la unanimidad de los 74.500 socios representados en la asamblea. Una clara apuesta por el continuismo en una cooperativa de crédito que el año pasado obtuvo unos beneficios de veintiséis millones de euros. Cuando hay dinero de por medio, 'los experimentos, con gaseosa'.

-Tras la retirada de la lista encabezada por Dimas Rodríguez, tan sólo quedaba que la asamblea ratificara su candidatura. Pero ¿cuál diría que fue la clave del apoyo masivo recibido por usted tanto en las juntas preparatorias como en la votación final? 74.441 votos a favor y sólo cuatro abstenciones.

-El reconocimiento de socios y empleados a la labor del consejo en los últimos diez años. Todo ello pese a determinadas decisiones importantes tomadas en su día respecto a los recursos humanos. Esto nos anima a seguir trabajado, seguir luchando y seguir emprendiendo proyectos por y para la Caja. Haremos todo lo posible para no defraudar a los que nos han respaldado de esta forma.

-¿Qué calificativo emplearía para definir el proceso electoral? Su rival le acusó de tratarle como un delincuente por aspirar a la presidencia y denunció juego sucio como reunirse con los directores, claves para recabar apoyos y determinar el resultado final, en horario laboral...

-Yo diría que ha sido un proceso normal, donde cada cual utiliza las armas que considera oportunas para arremeter contra el contrincante y sacar ventaja. El que me conoce sabe que ni yo ni mi candidatura haría ataques personales y que nosotros defendemos lo que hacemos o lo que queremos hacer sin criticar a nadie. Estoy convencido de que esta estrategia siempre se vuelve en contra. Hay cosas que te gustan más y que te gustan menos, pero yo lo entiendo como algo normal. Desde nuestra parte ha habido juego limpio y desde la contraria no entro a valorar ese tipo de cuestiones.

«No me veo viniendo a la Caja como presidente con un bastón y ayuda para subir las escaleras»

-¿No resulta hasta cierto punto paradójico que habiéndose registrado la mayor participación en unas elecciones en la historia de la Caja Rural la sala estuviera medio vacía? ¿Hay que cambiar algo en el sistema?

-Nuestros estatutos contemplan y regulan el proceso. Este año ha habido más asistencia de socios a las juntas y ha habido más votos que nunca. Y probablemente por eso ha habido sólo cincuenta y siete compromisarios. Que no es ninguna disminución respecto a procesos anteriores. ¿Qué pasa? Pues que a la asamblea sólo asisten los que sacan más del diez por ciento de los votos en las juntas. Cuantos más sufragios lleve determinada gente, más alto se pone el listón del diez por ciento.

-¿Cuál fue la primera decisión que adoptó tras su reelección?

-Esta candidatura es continuista y por tanto no ha sido preciso tomar ninguna decisión inmediata. Tenemos claros una serie de objetivos. Y el primero de ellos es que el personal de la Caja continúe motivado, implicado y comprometido. Si pretendemos implantar el círculo virtuoso que hace grandes a las empresas, el empeño empieza por ahí, por que los trabajadores estén ilusionados y confiados con la entidad. Eso se traslada inmediatamente al cliente. Al final todo esto tiene un efecto muy positivo sobre el balance y la cuenta de explotación.

«No vamos a desestimar ninguna oportunidad que nos dé la fusión entre Bankia y BMN»

-¿Podría resumir los tres grandes ejes de actuación de la Rural en estos próximos cinco años?

-Otro de los retos es que la Rural sea un Caja cercana. Que los clientes la sientan suya y se sientan orgullosos de ella. Tenemos más metas. Tenemos 154 oficinas, de las que la inmensa mayoría están en Granada, pero también estamos presentes en otras provincias. En Almería, por ejemplo, estamos funcionando muy bien. Pero entendemos que todavía no tenemos todo cubierto y que hay núcleos de población importantes a los que tendremos que prestar servicio en los próximos años. También apostamos por una banca digital que demandan nuestros clientes sin olvidarnos de la tradicional.

-Si culmina su mandato en 2023, habrán sido quince años al frente de la Rural. ¿Se plantea un cuarto o éste será el último?

-En este momento ni me planteo esta cuestión. Cuando inicié la presidencia en la Caja, hace diez años, jamás pensé que llegaría hasta ahora. No me veo viniendo a la Caja de presidente con bastón y con ayuda para subir las escaleras.

-En las semanas previas a la asamblea usted expresó públicamente su deseo de que la Rural fuera la Caja de todos los granadinos. Más allá de las palabras y las buenas intenciones ¿no piensa que están ante una oportunidad de oro para conseguirlo tras la compra de BMN por Bankia?

-Hoy día la única entidad financiera netamente granadina es la Caja Rural de Granada. Nuestra gran baza no está tanto en la fusión de BMN con Bankia como en la recuperación económica. Nuestra intención es aprovechar esta coyuntura y esto ya se está notando. Está creciendo la inversión y el empleo. ¿Que la fusión Bankia-BMN nos ofrezca oportunidades? Desde luego nosotros no vamos a desestimar ninguna. Somos conscientes de que en el medio rural nos estamos quedando solos en determinadas localidades.

-Sigamos abundando en este asunto. ¿Qué plantean desde la Caja para acabar con el problema de la exclusión financiera en la provincia, que ya afecta a más de cincuenta municipios?

-Es un problema que nos preocupa y nos ocupa. Como entidad netamente granadina y habiendo nacido en el medio rural, no tendría sentido que nosotros abandonáramos los pueblos. Seguiremos con nuestras oficinas y donde no haya ninguna entidad, trataremos de prestar un servicio. Estamos convencidos de que sin bancos imbricados con el territorio, no tendrían sentido determinadas cuestiones relacionada con el desarrollo rural. Hay fórmulas como las oficinas que abrimos un par de veces por semana, la asistencia mediante cajeros, el desplazamiento de los directores a esos municipios...

Fusión

-¿Pasa el futuro de la Caja Rural por integrarse en otras entidades? Son muchos los economistas que apuntan que el proceso de reestructuración del sector no finalizará hasta que 'no se meta mano' -valga la expresión- a las cooperativas de crédito.

-A las cooperativas de crédito ya se les han metido mano. La Caja ni hoy ni en un futuro se plantea ninguna fusión por dos razones. La primera porque no lo necesitamos. Somos muy solventes y tenemos una red muy capilarizada en el territorio. Y también porque estamos inmersos en un proceso que lidera Caja Rural a nivel nacional basado en el vínculo cooperativo abanderado por la Asociación Española de Cajas Rurales, a la que pertenecemos, y un vínculo a través de un grupo de empresas como el Banco Cooperativo Español, Rural Grupo Asegurador y Rural Grupo Informático. A raíz del decreto de julio de 2017, tenemos la posibilidad de crear un mecanismo institucional de protección con un fondo en previsión de que alguno de los socios atravesara por un problema de insolvencia. Esto obliga a cambiar los estatutos de la Asociación, crear normas de obligado cumplimiento en aspectos como política de riesgos y poner en marcha también un régimen disciplinario. Al final no se trata tan sólo de sobrevivir, sino de hacer una Caja más fuerte.

- Hablemos de Granada. ¿Cómo sería la foto de la economía en estos momentos?

-La economía granadina es un reflejo de la andaluza y la española con variaciones. España creció el año pasado el 3,1% y Andalucía y Granada se quedaron en el 2,7. La misma lectura se puede hacer respecto al empleo, lastrado a su vez por el déficit industrial. El trabajo que genera el turismo es menos estable y peor remunerado.

-Qué medidas habría que poner en marcha para acabar con el déficit industrial, que tan sólo representa el 8% del PIB provincial frente al 16%, por ejemplo, del conjunto de España?

-La única manera de afrontar el retraso endémico de Granada es crecer. Si crecemos por debajo, la brecha se agrandará, lo que se traduce en desigualdad y mayores niveles de pobreza. El primer paso es que la clase política se alineara y primaran los intereses de Granada por encima de los políticos. Es un disparate que Granada lleve tanto tiempo incomunicada por tren. No hay unión de la clase política. ¿Cómo es posible que a estas alturas no tengamos la línea de alta tensión Caparacena-Baza-La Ribina? Esto supondría empleo y riqueza para el Altiplano y la instalación de empresas. O el Puerto de Motril, que lo está haciendo bien, pero con los recursos turísticos y monumentales de Granada permanentemente tendría que haber un crucero atracado.

-Pues Granada fue la provincia con menor licitación de obra pública de Andalucía el año pasado y una de las menores de España...

-Sin remar todos en la misma dirección, el que hace los presupuestos del Estado o de la Junta mira en otra dirección. 'El que no llora no mama'.

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