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Diez consejos (granadinos) para el estudiante de oposiciones

Diez consejos (granadinos) para el estudiante de oposiciones

Tres expertos en preparación de exámenes detallan los pasos clave para superar las pruebas de acceso a plazas de empleo público

javier morales

Sábado, 5 de marzo 2016, 01:03

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Varias oposiciones están a la vuelta de la esquina. La oferta de empleo público en 2016, si las administraciones cumplen sus compromisos, duplicará las cifras de años anteriores. Y ya son miles los granadinos que se forman para conseguir un puesto de funcionario. No se trata de un camino sencillo: planificación, constancia o autoconfianza son algunos de los términos a los que recurren los preparadores de las academias.

El responsable de AulaMir-CTO en Granada, Fernando de Teresa, es experto en la preparación de médicos para el examen MIR. Para él, "lo primero, importante y fundamental" es "coger una rutina de trabajo". Gracias a esto, se aprovecha el tiempo para que "no surjan agobios". Afrontar unas oposiciones, compara Fernando, es "como ir a la oficina cada día y que tengas unas horas marcadas para trabajar".

Como explica Carolina Román, preparadora de Tecnoszubia, esto es similar a lo que ocurre en un gimnasio: "A los tres meses se te quitan las agujetas, se nota muchísimo la mejoría". Otra de las metáforas que propone a los alumnos también tiene que ver con el deporte. Esta profesora de Inglés asegura que el camino hacia el examen es como una maratón: no se debe correr en exceso al principio, sino que la dedicación se debe repartir para llegar con fuerza a la meta.

También es relevante a la hora de afrontar unas oposiciones la configuración de esa "oficina" de trabajo a la que hace referencia Fernando de Teresa: el lugar de estudio. Debe ser un espacio en el que "puedas estar concentrado plenamente en el tiempo que has marcado en la rutina". Sin embargo, hay quienes compaginan las oposiciones con cargas familiares u otros empleos. Es por ello que el 'planning', como indica Carolina Román, debe ser flexible para ajustarse a cualquier contratiempo.

El siguiente paso, diseñados la rutina y el lugar de concentración, es "saber cómo tienes que estudiar". Aquí la metodología varía, en función del tipo de examen. Así lo detalla Conchi Ruiz, directora del centro de formación IPAO. No es igual la preparación que exige un examen tipo test que uno de desarrollo, y tampoco lo es el papel que juega la suerte. "En las oposiciones para Secundaria el azar es muy importante", destaca Ruiz, "se han dado casos de gente que ha estudiado cinco temas y ha caído uno de ellos, pero otros se dejan solo diez sin estudiar y entran de esos".

Pese a que cada oposición es un mundo, Fernando de Teresa aporta un consejo universal: "Empezar con los conceptos de mayor importancia, adquirirlos y poco a poco ir profundizando en el conocimiento". En definitiva, propone "jerarquizar" para "distribuir el tiempo y conquistar pequeñas parcelas".

Pero no todo queda en la relación entre un opositor y sus apuntes durante unos periodos de estudio que pueden ir desde los seis meses hasta varios años. El entorno de quien aspira a una plaza pública es determinante. El estudiante permanece sujeto a unos horarios y rutinas: "La familia suele aceptarlo más o menos bien y comprender tu ausencia, pero el entorno de pareja y amigos suele tener más problemas con eso".

De acuerdo con el coordinador de AulaMir-CTO, hay que dejar claro a los allegados "que te embarcas en una aventura que requiere mucho tiempo y te tienes que permitir las menores excepciones posibles". En este periodo "en el que uno está peleando contra sí mismo" surgen "frustraciones, miedos y presión". Y son precisamente las personas más cercanas quienes suelen asumir las consecuencias. "La pareja no puede estar pagando continuamente tus platos rotos porque ahí las relaciones empiezan a entrar en un periodo bastante complicado".

También los preparadores se meten en el papel de psicólogos para reconducir esas situaciones y animar al estudiante. Carolina Román lo hace incluso a través de Skype --una plataforma de videoconferencia a través de Internet-- con sus alumnos extranjeros. "Tenemos algunos en Inglaterra y se sienten más solos", explica. El teléfono, el buzón de correo electrónico e incluso los grupos que estos profesores crean en las redes sociales se convierten en un hervidero en las semanas previas a las pruebas.

Entre tanto trabajo, también conviene descansar. Esta profesora recomienda "ejercicio físico, utilizar técnicas de relajación y de respiración abdominal". Fernando de Teresa aconseja "resetear la memoria dura al menos un día por semana, cerrar el cerebro a la oposición y hacer actividades lo más variadas posibles". Y en estas, lo mejor es que el opositor se rodee de gente "que no tenga que ver con lo que está estudiando". Las conversaciones no deben ir encaminadas a los exámenes.

Y llega el gran día

Para que las horas de 'hincar codos' lleguen a buen puerto, "la autoconfianza debe mantenerse intacta durante todo el tiempo posible". El único objetivo, dice Fernando de Teresa, "es mejorarte tú, sin pensar en posibles consecuencias desfavorables que solo sirven para minarte la moral". Con seguridad y el temario bien asumido, toca descargar meses de trabajo en apenas unos folios, lo cual genera ansiedad.

Según una guía editada por el Gabinete Psicopedagógico de la Universidad de Granada, los "pensamientos negativos o preocupaciones" andan detrás de ese estado de nerviosismo común entre los examinandos de cualquier nivel. Esto altera el patrón sueño-vigilia, genera problemas gastrointestinales, taquicardias, tensión muscular, náuseas, etc. También dificulta la lectura e interpretación de las preguntas. Llegan las 'mentes en blanco' y la obsesión recurrente con el suspenso.

Para evitar la ansiedad, el Gabinete propone varias recomendaciones. Hay que preparar la llegada al examen con tiempo suficiente "para sentarte en un sitio en el que estés cómodo" y evitar encontrar a gente "que pueda hacerte dudar sobre tu preparación".

Ya en el pupitre es aconsejable leer las instrucciones un par de veces "y organizar tu tiempo de forma eficiente". Se debe empezar por las preguntas más sencillas, "lo que te reforzará y hará que afrontes con mayor seguridad las preguntas más difíciles". Preguntar al encargado las dudas o ir con serenidad a la hora de redactar --"piensa antes de escribir, redacta con brevedad y precisión, cuida la presentación"-- son algunas de las claves para aprobar. Tras revisar y entregar el examen, este manual recomienda "darte algún capricho, si lo crees oportuno".

Con la suerte echada, queda aguardar a los resultados. En muchos casos no solo dependen del examen, sino de cursos, méritos o reconocimientos de idioma que Carolina Román sugiere finiquitar antes de comenzar la preparación para oposiciones.

Si el aprendizaje se alía con todos los factores externos que influyen sobre el aprobado, los ya funcionarios "aparecen incluso más guapos" por las academias que los han acogido durante meses, bromea la directora de IPAO. Según Conchi Ruiz, una vez que lo consigues "cambia la vida". Para ella, el único secreto es estudiar; y si no hay suerte, perseverar. "Al final, el que la persigue la consigue; eso es seguro".

Decálogo

1. Conseguir 'puntos' antes de iniciar la preparación: en algunas oposiciones se tienen en cuenta cursos, idiomas, etc., que han de afrontarse antes del periodo de estudio.

2. Establecer metas de estudio: diseñar una estrategia en función de los objetivos y posibilidades del opositor.

3. Planificar el temario: distribuir el aprendizaje de los contenidos a lo largo de todo el periplo de formación.

4. Escoger un sitio adecuado para estudiar: que permita el máximo de concentración.

5. Seguir una rutina: respetar los horarios de trabajo establecidos en la planificación.

6. Despejar la mente: cumplir con los tiempos de ocio previstos.

7. Cuidar el entorno: advertir a familia, amigos y pareja de la dedicación en los meses de estudio y evitar las 'descargas' de presión sobre ellos.

8. Autoconfianza: pensar que cada hora de trabajo acerca al objetivo marcado.

9. Antes del examen: llegar con tiempo suficiente, evitar a gente que pueda hacerte dudar sobre tu preparación, leer las instrucciones varias veces.

10. Durante el examen: empezar con las preguntas más sencillas, preguntar las dudas al encargado, avanzar sin prisa, cuidar la redacción.

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