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Percusión corporal para retener los recuerdos

Percusión corporal para retener los recuerdos

Un maestro granadino relaciona "el instrumento más barato" con la enseñanza en un taller interactivo

javier morales

Jueves, 25 de febrero 2016, 01:55

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Es una "relación cuerpo y música" que surge "al inicio de los tiempos". La percusión corporal, un arte que va más allá de los chasquidos y las palmas, es un canal de comunicación para los sentimientos. Y a través de este método bebe la educación, no sólo en las asignaturas de música de Primaria, sino en cualquier temario y para alumnos de todas las edades. Bajo estos preceptos desarrolla su labor un joven granadino, Tomás Medina, que en unas semanas compartirá sus estudios a través de un curioso taller.

Desde pequeño ha ido de la mano del mundo de la percusión. Comenzó en un grupo de percusión africana, luego practicó como batería y se adentró en los ritmos afrocubanos y afrobrasieños. "Con la percusión corporal, concretamente, empecé durante la carrera", explica Tomás, titulado en Magisterio. Comenzó a sistematizar esta faceta al sumergirse en investigaciones previas, a raíz de un Máster en Educación Musical en el que se especializó en la vertiente de la percusión corporal.

"No era simplemente gente que daba palmadas, sino que había personas que se dedicaban a ello de manera profesional. Yo como maestro empecé a verle las posibilidades que tenía dentro del mundo de la educación", relata Medina. En este universo "poco explorado" comenzó a profundizar en una modalidad de la música tan vieja como el hombre. Seña de ello es que "la música popular, el folklore, no solo andaluz, sino de todo el mundo, llevan mucho de percusión corporal. Ha sido un recurso que han utilizado los pueblos desde el principio de los tiempos".

Sin embargo, su aplicación a la enseñanza es más reciente. Este maestro la sitúa a finales del siglo XIX o principios del XX, dentro de una corriente educativa "que hacía frente a la pedagogía rígida que se daba en los conservatorios" a base de movimiento. El golpeo en el pecho o los muslos, los distintos tipos de palmas o los pies forman parte del catálogo instrumental de la anatomía humana, "la orquesta más grande del mundo". Tras las primeras investigaciones, "se llega a decir que la música es movimiento en sí", indica, "no hace falta más que ver la danza".

Tomás Medina insiste en que la percusión corporal no entiende de disciplinas. "Es una herramienta que te sirve para aplicarla en cualquier asignatura, es interdisciplinar. La música es Matemáticas, por lo pronto, y con la música puedes aprender también en la asignatura de Lengua". Aprender poesías, canciones o Ciencias Sociales es posible a través del ritmo generado por el cuerpo, aventura, pero las aplicaciones no se quedan dentro de las aulas.

Dentro del grupo de investigación Acción Helen Keller, Tomás Medina ha trabajado con sordos y sordociegos. Junto a uno de sus compañeros, trabaja en cursos de percusión corporal "para hacer protagonistas a los sordos y sordociegos de la música". A través del tacto pueden sentir la velocidad o la intensidad, "y disfrutar de un montón de ventajas que tiene la música". Además, asegura que "también está demostrado que ayuda a las personas con perdida de memoria, ejercita la concentración, la capacidad cognitiva de los niños... Sobre todo por una cosa muy sencilla: la música ejercita todas las partes del cerebro, es una de las disciplinas más completas que hay".

Los días 4, 5 y 12 de marzo, Tomás Medina pondrá sus conocimientos sobre percusión corporal al servicio de cualquier persona interesada, en el taller 'Educación rítmica, expresión corporal'. Se celebrará en el Centro de Magisterio La Inmaculada. "No hacen falta conocimientos previos" para explorar las opciones de un lenguaje interactivo y pedagógico "cuyas posibilidades son infinitas".

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