Edición

Borrar
El Parque Metropolitano de Escúzar es el lugar elegido por la candidatura española.
Granada competirá con Croacia por el acelerador de partículas

Granada competirá con Croacia por el acelerador de partículas

El plazo de presentación de candidaturas concluye sin que Polonia haga oficial su voluntad de acoger la infraestructura

Javier Morales

Viernes, 28 de abril 2017, 01:58

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Croacia y España, con Granada como sede, serán finalmente los dos únicos países candidatos a albergar el acelerador de partículas. No formará parte del proceso Polonia, que meses atrás también puso sobre la mesa sus aspiraciones para hacerse con el proyecto pero no se ha postulado de forma oficial. En la madrugada del martes concluyó el plazo otorgado para presentar los esbozos a Fusion for Energy, el organismo que rige el proceso.

Croacia presentó los papeles a última hora. No obstante, hace una semana ya había anticipado de forma extraoficial su intención de hacerse con el Ifmif-Dones, una infraestructura científica en la que se estudiarán los materiales idóneos para construir reactores de fusión nuclear. Hasta ayer, la candidatura granadina era la única.

El proyecto nacional, con la Secretaría de Estado de Investigación y Desarrollo e Innovación al frente, se presentó en el mes de diciembre, primera fecha límite que se barajó. Sin embargo, Fusion for Energy estiró los tiempos hasta este lunes. A lo largo de los últimos meses, Granada ha perfilado algunas de las cuestiones remitidas por Europa.

El dossier entregado contempla los diferentes medios con los que cuenta la candidatura para dar cabida al acelerador, fase de un macroproyecto científico de calado internacional. Estudios sísmicos, medioambientales, culturales o previsiones de impacto socioeconómico son algunos de los puntos clave de un proyecto cuyos pormenores se han omitido para no dar pistas a los posibles competidores. Se llegó a estimar un retorno económico de mil millones de euros y la creación de 12.000 puestos de trabajo.

Con respecto a la inversión, la construcción del acelerador en los terrenos del Parque Metropolitano de Escúzar supondría un desembolso inicial próximo a los 400 millones de euros. El mantenimiento costaría cada año 50 millones. Gobierno central y Junta de Andalucía aportarían aproximadamente la mitad de estas cuantías, mientras que fondos privados e inversiones europeas sufragarían el resto. Según ha podido saber este diario, la seguridad económica es uno de los aspectos más determinantes de cara a la elección.

Una decisión que no tiene fecha. Si se cumplen las previsiones, Fusion for Energy ofrecerá en diciembre una primera valoración. Hasta entonces hay un par de eventos en el calendario. A mediados de mayo, Europa confirmará la recepción de los dossiers y su validez formal. En junio o julio, la comisión evaluadora se desplazará a España y Croacia para inspeccionar los terrenos en los que se ubicaría el acelerador y, sobre todo, conocer el entorno. «El objetivo es tener una decisión técnica a finales de 2017», explicó ayer el físico Carlos Alejaldre, director técnico de la candidatura.

Por su parte, Enrique Herrera, vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Granada, destacó que España «está haciendo los deberes y hay muchas posibilidades de que surja». Las instituciones granadinas, incluidos Universidad y empresariado, han caminado de la mano junto a Junta de Andalucía y Gobierno Autonómico para confeccionar el proyecto. Un consenso que todos ellos destacan como punto a favor.

La decisión final dependerá también de cuestiones que escapan al control del grupo de trabajo español. Por ejemplo, la situación geopolítica en Europa. Hay países como Japón, con amplia trayectoria en la investigación sobre energía de fusión, que podrían arrebatar la infraestructura al viejo continente. Pese a que Polonia, a priori, queda fuera de la pugna por el acelerador, no se descarta la participación del país en determinadas fases del estudio, o como apoyo al candidato que convenza a los técnicos de Fusion for Energy.

El acelerador se instalaría en un tubo de alrededor de 100 metros. Las partículas no chocarían entre sí, sino que colisionarían a alta velocidad con una lámina de litio. El objetivo es estudiar el material idóneo para albergar las reacciones de fusión. La 'vasija' en la que los núcleos de dos átomos se unen, liberando gran cantidad de energía. Una energía llamada a ser predominante en el futuro, por encima de las actuales centrales de fisión nuclear.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios