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El arma utilizada.
El chaleco antibalas de un policía nacional le evita una puñalada en el corazón en acto de servicio

El chaleco antibalas de un policía nacional le evita una puñalada en el corazón en acto de servicio

Es un agente granadino destinado en El Ejido y su agresor intentó rematarlo en el suelo con una segunda cuchillada

José Ramón Villalba

Viernes, 24 de marzo 2017, 01:59

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Un policía granadino destinado en la comisaría de El Ejido (Almería) salvó la vida la pasada noche del domingo gracias a su chaleco antibalas. El agente lleva seis años de servicio en esa localidad. El arrestado se abalanzó contra un agente y le clavó un punzón en el lado izquierdo del pecho, no logrando herirle por llevar puesto un chaleco antibalas.

Los hechos ocurrieron sobre las 22.00 horas del pasado domingo 19 de marzo cuando un individuo lanzó una piedra de grandes dimensiones contra el escaparate de un comercio de hostelería ubicado en la calle Granada de El Ejido. Tras romper el cristal, se enfrentó contra el dueño del local amenazándole de muerte e intentando clavarle un objeto punzante de casi medio metro de longitud. Seguidamente, el delincuente abandonó el lugar a la carrera.

Una llamada a la sala del 091 alertó a los agentes del asalto, facilitando las características físicas del agresor, quien rápidamente fue interceptado por una patrulla policial en la calle Almería de esa localidad almeriense.

Durante la intervención, el sospechoso se abalanzó sorpresivamente contra el policía granadino, clavándole un punzón de grandes dimensiones en el pecho sin causarle ningún tipo de lesión por llevar puesto un chaleco antibalas.

Tras el primer intento fallido quiso rematarlo en el suelo con otra puñalada, pero su compañero logró quitarle el punzón tras hacer uso de su defensa personal. Después, los dos agentes procedieron a reducir, inmovilizar y detener a A.H. de 43 años de edad, como presunto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y amenazas muy graves. El juez ordenó su ingreso en prisión preventiva tras pasar a disposición judicial.

Ni el agente granadino ni su compañero de patrulla solicitaron la baja laboral tras lo ocurrido el pasado domingo, más bien al contrario, continuaron su trabajo después de ser atendidos de las magulladuras sufridas durante este percance.

Cuchillada al corazón

Según personas conocedoras de estos hechos y consultadas por este periódico, si el agente granadino no hubiera llevado puesto este chaleco antibalas lo hubiera pasado bastante mal porque la cuchillada iba dirigida al corazón y por la longitud del arma blanca, de casi medio metro de longitud, le hubiera generado heridas muy graves.

Los sindicatos policiales SUP y CEP vienen protagonizando desde antes de 2015 distintas protestas por la escasez de chalecos antibalas y porque estos no están adaptados al cuerpo de las mujeres policía. Las dos fuerzas sindicales exigen que todos los agentes dispongan de sus chalecos, al igual que ocurre con sus armas reglamentarias, que cada una dispone de la suya.

El Ministerio del Interior aseguró en el año 2015 que había entregado 25.000 chalecos entre los años 2012 y 2015, aunque los distintos sindicatos policiales han insistido en las protestas posteriormente a esta entrega anunciada por el Gobierno central en la anterior legislatura.

El agente granadino atacado el domingo por la noche en El Ejido sigue trabajando como si nada hubiera pasado.

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