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Jueves, 23 de febrero 2017, 02:04
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La discoteca que celebró la fiesta de San Golfín el pasado día 14 de febrero ofreció ayer su versión sobre la fiesta y el cartel que la anunciaba. En una respuesta enviada a este periódico, un portavoz de Mae West aseguraba que «la inspiración» para el evento nace «en la Universidad de Granada y Odio San Valentín». Añaden incluso a los objetivos de l taller universitario del que sacaron la idea. En concreto, «el taller de dependencias emocionales de la UGR cuyo objetivo es romper con los mitos relacionados con el amor romántico que provocan conductas de dependencia, frustración e inseguridad emocional».
No discriminatorio
«En ningún caso, la intención de la sala ha sido discriminar a hombres o mujeres de forma sexista. Todo lo contrario a nuestra intención. Las imágenes utilizadas con los símbolos de ambos sexos pretenden reflejar la igualdad de mujeres y hombres en un día que se ha convertido en una manifestación del amor idealizada y utilizada masivamente por los Centros Comerciales», reza el escrito enviado por la discoteca. «San Golfín no es más que un Anti San Valentín que derrumba los mitos de tener pareja y la dependencia entre sexos», zanja el comunicado del citado establecimiento nocturno.
Sin embargo, la imagen utilizada para anunciar la fiesta ha suscitado el rechazo de distintas instituciones, además de provocar la apertura de un expediente por parte del Ayuntamiento de Granada, que remitió un informe al Observatorio Andaluz de la Publicidad no Sexista. El asunto se inició por una denuncia de Facua.
Ayer, la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer, Ana Belén Palomares, mostró el «rechazo absoluto» de la administración autonómica ante el cartelporque ofrece una imagen de «sumisión» de la mujer respecto del hombre. En declaraciones a Europa Press, Ana Belén Palomares lamentó este tipo de «imágenes totalmente machistas» en las que se usa a la mujer como «reclamo publicitario» y «objeto sexual» para «seguir perpetuando la desigualdad, condenándonos a sufrir más violencia». Palomares explicó el procedimiento que se ha seguido desde el Observatorio Andaluz de la Publicidad No Sexista tras tener conocimiento de este cartel poniéndose en contacto con la empresa anunciante para su retirada y facilitarle también «instrumentos» para que sus responsables «puedan abrir su mente y crear publicidad desde otro punto de vista».
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