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Lunes, 16 de enero 2017, 01:51
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Chokri E. H., de origen marroquí y 30 años, y la española Sara V. Z., natural de Granada y de 23, fueron detenidos el año pasado en el puerto de Algeciras (Cádiz) por su presunta vinculación al Daesh. La pareja iba a trasladarse con su hijo de un año a Marruecos. Hasta ese día había vivido en un piso de la calle Doctor Vaca Castro de la capital, en el barrio de La Chana, al que por el momento no volverán. Los dos permanecen en prisión provisional a la espera de ser enjuiciados. La vista comenzará el próximo día 23 en la Audiencia Nacional y se prolongará, en principio, hasta el día 27, según informó a IDEAL el abogado que defenderá a ambos, Solimán Ahmed.
Según consta en el escrito de conclusiones provisionales emitido el pasado 15 de septiembre por la fiscalía de la Audiencia Nacional, el arresto de la pareja, «de ignorados antecedentes penales», se produjo el 15 de abril, tras haber sido informados de que Achraf, hermano de Choukri, «se había inmolado» en ejecución de un atentado desarrollado en Alepo (Siria), planificado por la organización terrorista Estado Islámico, en la que se encontraba «integrado». Además, junto a Achraf, otro hermano de Choukri llamado Mounir también se había asentado en Siria, incorporándose a la citada organización terrorista, falleciendo igualmente.
El fiscal sostiene que la pareja residente en Granada, «con la finalidad de incorporarse a la señalada organización terrorista (al-Dawla al-Irak al-Sham, Daesh en acrónimo árabe), durante el tiempo en que Achraf estuvo en Siria integrado en la misma y hasta el 15 de abril de 2016, recibieron mensajes y fueron adoctrinados por éste, asumiendo sus tesis radicales violentas y comprometiéndose a trasladarse a Siria a sustituirle en el caso de que falleciera». Así consta al menos en la calificación de la acusación pública, que solicita seis años de cárcel tanto para Choukri como para Sara, como presuntos autores de dos delitos: uno de adoctrinamiento pasivo mediante tenencia de documentos idóneos para incitar a la incorporación a una organización terrorista y otro, intentado, de integración en organización terrorista o, subsidiariamente, un delito de traslado a una zona controlada por organización terrorista para integrarse en ella. Exactamente les pide tres años por cada ilícito.
Junto a las penas de prisión, el ministerio público reclama que se les imponga inhabilitación «para profesión u oficio educativos, en los ámbitos docente, deportivo y de tiempo libre», durante diez años más, así como otros cinco años de libertad vigilada.
Choukri se encuentra actualmente interno en la cárcel de Albolote, mientras que Sara se halla en un módulo de madres, con su hijo menor, en la prisión de Valencia, según detalló su letrado, que informó que ha solicitado esta semana que sus clientes estén juntos en el mismo centro penitenciario de cara a la preparación de su defensa.
Como prueba para el juicio, la fiscalía propone, aparte del interrogatorio de la pareja, los testimonios de los guardias civiles que intervinieron en la operación que culminó con la detención.
Mensajes de móvil
Cuando tuvo lugar el arresto, se intervinieron a Choukri varios efectos que los investigadores creen que tenía para su supuesta ilícita actividad, como un teléfono y un reloj 'smartwatch'. A Sara le encontraron otro teléfono móvil que «contenía conversaciones del acusado Choukri con sus hermanos». En esos mensajes, supuestamente, «alentaban y apoyaban las actividades del Daesh». Aparte, había «vídeos y fotografías» de la referida organización presuntamente «destinados a incitar su integración en ella».
También portaba Sara, según el escrito del fiscal, otros dos teléfonos, mientras que en el vehículo en el que viajaba la pareja, un Opel Vectra, se intervino una consola. Sobre este hallazgo, el abogado de la pareja resaltó que nadie que tiene previsto desplazarse a Siria a unirse a una organización terrorista se lleva «una Play Station y unas cañas de pescar», las cuales habrían sido también encontradas en el coche.
La casa de Granada fue igualmente objeto de registro. Allí, los agentes localizaron una tablet «en cuya memoria interna los acusados tenían imágenes ensalzadoras de las actividades terroristas» de Mounir E. H. en Siria. Otras cuatro tarjetas SIM y otros cuatro teléfonos, así como una tarjeta de memoria «en la que los acusados tenían imágenes fotocompuestas de los hermanos E. H.» fueron también encontradas en el interior del piso.
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