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Los dos acusados, en el cartel que anunciaba el mitin de la discordia.
El líder provincial de IU y un militante alemán serán juzgados por un mitin

El líder provincial de IU y un militante alemán serán juzgados por un mitin

Manuel Morales, que califica la situación como «surrealista», y Wolfgang Piller están acusados de usar la Casa de la Cultura de Almuñécar sin pedir permiso a la junta electoral

Carlos Morán

Sábado, 14 de enero 2017, 02:24

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La actividad política no está exenta de riesgos. Algo tan aparentemente inocuo como dar un mitin puede tener consecuencias inesperadas. Manuel Morales, máximo responsable de Izquierda Unida (IU) en Granada, y Wolfgang Piller, ciudadano alemán y militante de dicha formación en Almuñécar, son la prueba: ambos deberán sentarse próximamente en el banquillo de los acusados de un jugado de lo Penal de Motril por la presunta comisión de un delito «en materia de propaganda electoral», una infracción en la que supuestamente habrían incurrido ambos al organizar un acto público celebrado en la Casa de la Cultura de Almuñécar con motivo de las Elecciones Europeas de 2014.

En este sentido, la fiscalía reclama que Morales y Piller sean condenados -cada uno de ellos- a doce meses de multa a razón de doce euros diarios -4.380 euros por barba, que es una cantidad respetable-.

Como es obvio, lo que considera ilegal el ministerio público no es que Morales y su 'compañero de viaje' germano 'arengaran' a sus simpatizantes, ya que esa acción esta protegida por la Constitución española y, por ende, no puede ser perseguida por nadie. No, lo que cuestiona el fiscal es el procedimiento que siguieron los tantas veces mentados Morales y Piller para pedir el local en el que tuvo lugar la reunión.

«Perplejo» e «indignado»

Según el criterio de la acusación, los dos responsables de IU no solicitaron autorización a la junta electoral de zona para utilizar la Casa de la Cultura de Almuñécar, un espacio que, además -argumenta el fiscal-, no estaba incluido «en la relación de locales oficiales» y sitios «públicos reservados para la realización gratuita de actos de campaña electoral». Así las cosas, y, por supuesto, presuntamente, habrían «vulnerado (...) las normas sobre actos públicos de propaganda» que recogen dos artículos de la Ley Orgánica de Régimen Electoral.

Morales declaró ayer a IDEAL estar tan «perplejo» como «indignado» por su procesamiento. «Eso es surrealista. No comprendo nada», señaló. El otro encausado, Wolfgang Piller, entiende menos aún lo que les está pasando. Y la expresión ha de tomarse en sentido literal, porque su dominio del español es modesto todavía. De hecho, reclamó el auxilio de un intérprete para enterarse de los pormenores de la singular causa judicial.

Mientras tanto, el coordinador provincial de IU no salía de su enfadado asombro. «Se pidió permiso al Ayuntamiento de Almuñécar, que es lo que habíamos hecho en ocasiones anteriores sin que hubiera ningún problema. En ningún momento fuimos conscientes de estar vulnerando ninguna ley. Es más, no creemos que vulneráramos ninguna ley. En todo caso, un error burocrático, pero no un delito», argumentó Morales.

En su opinión, la interpretación que de la Ley Orgánica de Régimen Electoral ha hecho la fiscalía no es correcta. «Se dice en el escrito de acusación que la Casa de la Cultura de Almuñécar no figuraba en la relación de locales oficiales y sitios públicos reservados para la realización gratuita de actos de campaña electoral. O sea, que se entiende como una limitación, cuando el espíritu de la ley, a nuestro entender, es justamente el contrario. Lo que pretende la norma es garantizar que haya un mínimo de locales disponibles para actos públicos. Porque, en caso contrario, podría ocurrir que no hubiese ninguno libre al llegar la campaña. Pero eso, siempre según nuestra opinión, no puede significar en ningún caso que sólo se puedan utilizar los locales que figuran en la lista», relató el máximo dirigente de IU en la provincia de Granada.

En inglés

El mitin de la discordia se celebró a las siete de la tarde del 14 de mayo de 2014 en la Casa de la Cultura de la ciudad sexitana y, como curiosidad, los intervinientes peroraron en inglés. Lógico, porque la charla iba dirigida principalmente a los residentes extranjeros en el litoral granadino -se trataba de unas elecciones Europeas-. El eslogan que aparecía en el cartel anunciador era el siguiente: 'The power of the people', 'El poder de la gente'.

Difícilmente pudieron imaginar entonces Morales y Piller que aquella sencilla reunión política iba a acarrearles problemas legales, pero así ha sido. Prácticamente dos años después del mitin de marras, la fiscalía ha acordado que se sienten en el banquillo de los acusados por transgredir la ley electoral. «Insisto en que todo esto es surrealista. No sé cuánto gasto conllevará un procedimiento judicial de este tipo, pero seguro que es muy superior a la supuesta gravedad de lo ocurrido. Además, si se siguiera a rajatabla el criterio de la fiscalía, casi todos los mítines serían ilegales. Y no sólo los de IU, los de todos los partidos. Si yo me pusiera a denunciar casos similares, no haría otra cosa», refirió Morales, que confía en que, al final, él y su compañero Piller sean absueltos de todos los cargos.

Sea como fuere, lo que es seguro es que habrá vista oral. Eso ya no habrá recurso que lo frene. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Almuñécar ha dictado el correspondiente auto -resolución motivada- en el que acuerda la apertura del juicio, lo que supone un punto de no retorno.

El mitin tendrá que sentarse en el banquillo sí o sí.

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